ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 6

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Eran las 7:00 am, una hora donde comúnmente hacia despertar a los chicos, pero no me desperté

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Eran las 7:00 am, una hora donde comúnmente hacia despertar a los chicos, pero no me desperté. Siento pequeñas manos en mi brazo que me comienzan a mover.

- _____ - reconocía esa voz, Lloyd - ya son las siete, despierta -

- Mmmm... ¿Porque? - respondí aún dormida.

- Vas a llegar tarde al trabajo... A ti no te gusta que eso pase... - dijo tímido.

- ¿Quieres que vaya al trabajo? - le dije cuando me estaba acomodando para sentarme, abrí los ojos y estiré un poco esperando su respuesta - ¿Y bien? -

- No... - dijo cabizbajo, para este punto todos los chicos nos veían con curiosidad.

- Entonces, no iré pequeño - dije tocando su nariz y levantandome de la cama para la mesa.

Todavía estaba cansada, por todos los días y noches despierta hasta tarde, así que me estaba por dormirme en la mesa.

- P - Pero perderás tu trabajo - dijo Lloyd nervioso, cómo no nadie ayudaba al pobre.

- Si... Eso le quería decir - dije y todos me prestaron atención y Zane dejo una taza de café en la mesa cerca mío - llevamos dos meses aquí, recién conseguimos un mejor lugar donde entrenar a Lloyd, pienso que es eso ahora o nunca, nos quedamos sin tiempo. Así que deje mi trabajo -

Y tomé un sorbo de café.

- ¡¿Que?! - dijeron al uniso. Podría percibir felicidad, preocupación, y más.

Kai se acerco a mi y me abrazo, mientras yo lo correspondía el abrazo todos vinieron y me abrazaron también.

- No voy a mentir te extrañaban, pequeña - dijo Cole tranquilo.

- Yo también chicos - dije - y bien... ¿Cuando vamos a entrenar a Lloyd? -

Todos rieron, y se separaron del abrazo.

- Todavía es muy temprano _____, tal vez a las once - dijo Kai.

Yo solo suspiré. Apenas era las siete.

- Además debemos hacer algo antes de ir al Dojo - dijo Zane.

Solo asentí y desayunamos tranquilos. Después los chicos se fueron, me dejaron con Lloyd, el estaba aburrido. No sabía que hacer, no tenía historia, pero me acordé de algo, y me acerque a el.

- No tengo más historias... Pero, que tal si escribimos las nuestras - dije feliz.

- ¿Escribir? ¡No! - se negó y desvió su mirada indignado.

𝙃𝙚𝙡𝙥𝙡𝙚𝙨𝙨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora