Bebe suspiró con resignación.
Su maquillaje se habia corrido.
Realmente odiaba tener que retocarlo en medio de la escuela porque nunca le quedaba igual de perfecto que cuando lo hacía tranquila en su casa.
Teniendo cuidado de no mojarse, se inclinó sobre el lavabo para retocar su delineado.
Bebe amaba estar maquillada.
No porque quisiera tapar algo de su cara (ya quisieran todos tener su rostro) ni para gustarle en alguien a especial (conocía demasiado a los idiotas de sus compañeros como para querer a alguno más cerca de un metro de distancia).
A ella le gustaba la versatilidad que tenían las sombras.
Le gustaba convertirse en una chica mala, endureciendo su mirada con tonos oscuros. O al contrario, convertirse en la más pura y blanca doncella si utilizaba pigmentos con brillos.
Denle una brocha y una paleta de ojos, y ella se sentiría libre como pájaro.
Se alejó del espejo para ver el resultado final y le dio el visto bueno. Podía resistir hasta llegar a casa.
Dejó su bolso a un costado y abrió el grifo para lavarse las manos.
Le gustaría decir que se sorprendió cuando la mano tomó su brazo y la arrastró hacia adelante, pero toda la situación fue demasiado irreal como para reaccionar de forma coherente.
El espejo, que unos minutos antes había sido una superficie completamente lisa y compacta, se hundió bajo su peso como si fuese una simple tela.
Agradeció tener buenos reflejos, porque si no fuera por sus manos, ya podría estar despidiéndose de sus dientes luego de aterrizar con fuerza en el piso.
-Cuidado princesa, que debes volver a tus clases...bueno, a las mías en realidad.
Al levantar la mirada, se encontró a otra Bebe Stevens sentada sobre el lavamanos.
¿Pero qué caraj-
El estridente sonido del timbre escolar interrumpió su crisis nerviosa.
-Hasta pronto cariño, debo irme para no romper nuestro historial de asistencia perfecta -ella, más bien su doble, se dio la vuelta y cruzó el espejo con agilidad. Ya desde el otro lado, la saludó animadamente para luego retirarse.
Bebe estuvo unos minutos en silencio, procesando lo que acababa de suceder hasta que un pensamiento la sacudió de su aturdimiento.
-Ella no iba maquillada -se dijo a si misma mientras una sonrisa crecía en sus labios.
De un momento a otro, estaba riéndose a carcajadas en los baños del instituto.
Wendy se iba a sorprender cuando le viera.
ESTÁS LEYENDO
24 HORAS DE MIEDO
Fanfiction24 historias independientes que transcurren en diferentes horarios, unidas por un mismo sentimiento: el miedo. Diferentes personajes de South Park. Diferentes temáticas. Aclaración en cada capítulo. Suspenso/Terror (en general). No smut. Disclaimer:...