C A P Í T U L O: XVII

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Supieron que no había vuelta atrás cuando el alfa intrujo su lengua en la boca contraria. La levantó para poder sentarla en el mármol de los lavabos.

Ambos agradecían que la omega había ido con el uniforme, la falda facilitaría las cosas. Abrió las piernas de SoYoung y la acercó al borde. Antes de posicionarse entre medio de estas subió la falda observando la tela de encaje que había debajo de esta y sonrió complacido.

-¿Alguna vez te dije que me encantas?- preguntó cerca de los belfos de la contraria, provocándola.

-No, pero siempre lo he sabido.- sus labios chocaron nuevamente, en besos apasionados y necesitados.

El calor de su cuerpos aumentaba a cada segundo, junto con la necesidad de tener más fricción. Las manos del alfa se paseaban por debajo de la ropa de la más baja, acariciando y a veces rasguñando su piel.

Cuando creyeron que había sido suficiente de juego previo, se separaron un poco para poder conectar sus miradas. El contacto visual duró unos segundos; segundos que parecieron minutos ante la inmensa conexión, ambos lo sabían, este era su destino. Pero ambos eran necios y se rehusaban a creer en aquello que les estaba sucediendo. Así que lo tomaron como el deseo de una sola "noche".

El alfa desprendió su pantalón y sacó su erecto miembro, el glande estaba un poco rojo y húmedo debido al presemen. SoYoung tomó en sus manos el gran miembro del rubio, masajendolo. Un pequeño gruñido de placer se escucho.

-¿Te gusta?- preguntó fingiendo inocencia la pelinegra

-Mierda~ - siseó de placer. Quitó las manos de la omega y se pegó a su cuerpo, rozando su pene en la vagina de la pelinegra.

Ambos gimieron por la fricción de sus cuerpo. -H-Házlo- ordenó SoYoung.

Inmediatamente JiMin comprendió a lo que se refería y llevando una mano hacia la zona íntima de la omega hizo a un lado la prenda de encaje. Alineó la punta de su duro pene con la entrada de SoYoung y comenzó a introducirse lentamente.

-Ah~ me encanta como me aprietas.- gruñó

Cuando todo su erección estuvo dentro, espero unos segundos; que aprovechó para besar a SoYoung, y comenzó un lento vaivén.

Llevó sus manos al trasero de la pelinegra, por debajo de su falda, patentadola más contra sí mismo, aumentando el ritmo de sus estocadas.

-Mierda, mierda, mierda~ eres la puta gloria.- dijo besando su cuello mientras ella se deshacía en gemidos.

-Ah~ JiMin~ más, más~ ngt~- las súplicas de la omega fueron sus órdenes. La penetró con profundidad, sacandole gemidos a los dos.

Los ruidos provenientes de afuera los alertó y rápidamente el alfa tomó a la delgada mujer para encerrarse en uno de los cubículos. Trabó la puerta y la apoyó en esta siguiendo con sus embestidas.

La adrenalina corría por sus venas, no era nada más ni nada menos que el directo el que había entrando. Escuchaban su voz, aunque era lejana debido a la bruma de excitación en la que se encontaban. El rubio disminuyó la velocidad y aumentó la profundidad de sus estocadas. Ahogaban sus gemidos en la boca del otro.

Se sentía en la puta gloria. Las embestidas siguieron por varios minutos, incluso después de que el intruso saliera del baño.

La intensidad de las penetraciones aumentó, se escuchaba el sonido que sus pieles provocaban al chocarse, los gemidos ahogados, y los susurros que afirmaban el placer que sentían.

Al cabo de unos minutos más los azotó un orgasmo demoledor, algo que jamás habían sentido. Claro que no todo había sido color rojo pasión, ya que el alfa tuvo que morder su propio brazo para evitar marcar a la omega.

The Omega Of My Nightmares? +18 (Park JiMin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora