C A P Í T U L O: XX

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Sus lenguas de juntaron, comenzando una guerra, mezclados con suspiros y jadeos.

SoYoung se separó bruscamente, tomando sus cosas y saliendo del vehículo. El pelinegro aturdido por la situación la miró mientras esta le guiñaba un ojo. Se bajó lo más rápido que pudo y corrió hasta ella.

—Mierda— gruñó —no pueded dejarme así.

—No te dejaré así— le aseguró negando —te conozco y estar en un auto no sera muy satisfactorio— comentó con una mueca

Entraron en el gimnasio, llendo directamente a los vestidores. No era la primera vez que tendría sexo con el alfa, y sabía de ante mano que le gustaba ser un poco rudo, a veces demasiado y, estando en un automóvil su relación de buen sexo no sería muy buena.

—Las prácticas comienzan en cuarenta minutos— gruñó fastidiado

—Y el receso es en treinta.— dijo divertida por el comportamiento del alfa. 

La tomó del antebrazo apurando su caminar hasta los vestidores, una vez dentro la estampó con un poco de fuerza en lo casilleros, causando que jadeara por el dolor en su espalda.
No perdió tiempo y comenzó a besarla salvajemente, adentrando su lengua, saboreando la boca contraria. Lamía, chupaba y mordía a gusto los belfos de la omega, quien no se quedaba atrás, siguiendo el ritmo desesperado que le imponía el pelinegro.
Las grandes y blancas manos se paseaban por su cintura y espalda; las llevó hasta sus piernas, ascendiendo por debajo de la falda hasta llegar a su trasero. Lo apretó y ejerció presión para tenerla aún más cerca, si eso fuera posible, rasguñando sus glúteos por la fuerza, sacándole un gemido que se ahogó entre sus bocas.

—Ahh~ Oppa— gimió al sentir los besos húmedos descender por su cuello, dejando a su paso también mordidas un poco fuertes.

—No me llames así, princesa. Sabes que amo cuando gritas mi nombre. Que todo el instituto sepa que eres mía.— habló contra el blanco cuello de SoYoung.

Las feromonas se sentían en todo el lugar, una extraña pero exquisita combinación, roble y tabaco con rosas y caramelo.
YoonGi se restregaba contra la peliazul para impregnarle su aroma. Murmuró un “lo siento” en los labios de la menor antes de romper su ropa interior para tener mejor acceso. Adentró dos dedos en el interior de la omega, moviendolos con rapidez, y con su mano libre acarició su duro pene por encima de la ropa.

—Aquí no— susurró SoYoung entre jadeos, mordiendo la piel del expuesto cuello del mayor.

Se alejó tomándola de la cintura para guiarla a las duchas. Cuando ambos estuvieron dentro cerró con seguro la puerta.
Observó con ojos oscuros de deseo a la delicada figura que caminaba hacia algún lado, dándole la espalda. Se acercó a ella, la abrazó por la espalda escondiendo su rostro deseoso en el fino cuello de la más baja, dejando besos húmedos sobre su piel y parte de aquel estorboso collar.

Con una mano rodeó la cintura de la menor, acercando más su trasero a su erección, logrando así una deliciosa fricción, sancadole gemidos a ambos. La llevó hacia la pared más cercacerca, acorralandola.

Su mejilla dió con el frío cerámico, haciéndola estremecer, sintió como el miembro del alfa estaba demasiado duro entre sus glúteos, excitándola de sobre manera.

YoonGi levantó la estorbosa falda para acto seguido quitar la ropa interior de la omega y guardarla con una sonrisa ladina en el bolsillo de su pantalón.
Bajó la cremallera y desprendió el botón para poder sacar su gran y erecto pene gordo. Lo masturbó un poco, esparciendo la líquido pre seminal por la longitud de su miembro.

—Prepárate para gritar, princesa— ronroneo en su oído, chupando el lóbulo de este.

Se alejó para ver su erección entrar en SoYoung, comenzando con lentos vaivenes.

The Omega Of My Nightmares? +18 (Park JiMin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora