EŁ ҤE₡ҤłZØ ŘØŦØ

305 37 2
                                    

En la mañana salió a buscar al patriarca.

-Señor patriarca... los días de castigo se cuentan desde ese mismo día?-

-No. Es del día siguiente... te falta aún dos días-

-Gracias. Hoy no hay trabjo que hacer?-

-No, más bien que bueno que viniste a preguntar temprano. Debo salir así  que llegaré solo para el torneo-

-Oh vaya... bueno no se preocupe estaré en mi celda hasta ese día-

-El día cuarto ya puedes irte en la tarde. Pero el guardia estará cuidando de ti, no te vas a escapar-

-No lo haré- regresó a su celda

Camus se aburría rápidamente así que como Joass dijo que el guardia tenía que hacer caso aprovecho la oportunidad para sacar ventaja de ello.

-Hey. Joass me dijo que podrias hacerme caso... así que necesito que me dejes salir. No iré a ninguna parte solo ire a pasear por las doce casas- habló pero el guardia no respondió y solo abrió la reja -Eso es... un si?- salía afuera -Ok! No tardaré GRACIAS!- gritó

Ya había pasado un buen tiempo y el patriarca ya no se encontraba. Camus se dirigió a la casa de Acuario y nuevamente entró a la biblioteca.

No leyó más del diario del antiguo caballero pero si muchas historias e información.
A decir verdad el tiempo había pasado rápido, ya tenía hambre pero cuando se apresuró a salir escucho a alguien acercarse.

-Desde cuando esto se abre? Lo voy a cerrar- aseguró la puerta por fuera

Camus observo que era Aioros el caballero de Sagitario.

-Ahora... que hago?-

Esperó a que pasará un tiempo para que el caballero se aleje lo más posible

-Bien... lo intentaré-

Acumuló lo que quedaba de su fuerza. Intento congelar la manija para luego romperla y así salir.

Pero cada vez que más usaba su poder el dolor en su cabeza aumentaba pero Camus no se dio por vencido aún con todo el dolor incrementó su poder.
Sintió un terrible dolor en su frente y decidió parar. Al tocarse la frente sintió correr sangre así que fue en busca de un vidrio que reflejará su rostro y así pudo comprobar la herida en su frente.

-Si ha me hice esto no habrá más problema. Siento mi poder regresar- habló decidido

Entonces con todo su poder y aún más que extrañamente había aumentado a como era antes, congeló la manija de la puerta.

Pero aún no era suficiente pero Camus no se rendía hasta que al fín gran parte del objeto se congeló hasta llegar a completar.

El francés agarró la manija congelada y tiró con fuerza para que está se rompiera. Y así fue, hasta el mismo Camus se sorprendió por lo que podía hacer.

Nadie observó pero cuando Camus realizaba aquello la armadura tenía un brillo extraño. Una que llamaba insistentemente a un cosmo... A su próximo dueño.

-Bien y ahora?... como pudo cerrar así? Y si estaba el patriarca??-

Buscó como reparar ello así que simplemente intento descongelar el objeto para colocarlo de en su lugar otra vez. Aún así este roto.

-Bien... tu lo hiciste así que ahora debes hacerlo otra vez- intentó concentrar su fuerza.
A sus espaldas otra vez la armadura emitía ese brillo, aunque Camus lo noto ecito pensar en ello para concentrarse más en lo que hacía.

-Vamos... tu puedes- dijo cuando ya lo estaba logrando -Bien! Lo hiciste Camus! Puedes descongelar!!!- salto de alegría. Luego puso el objeto en su lugar aunque no era ni cincuenta por ciento creíble.

-Algo es algo-

Miro a la armadura luego.

-Hiciste algo, a mi no me engañas...- observo la armadura -Hazlo de nuevo...-

Ya que no recibía respuesta alguna decidió dejar el lugar.

-Mejor ya no vuelvo- habló

♡ºCamus Eres Mi CRUSHº♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora