♡ºCamus Eres Mi CRUSHº♡

รµ૨т! ρσ૨ тµ ૮µℓρα XD

Antes de que el sol estuviese presente, antes que el gallo pudiera cantar, antes que los madrugadores despierten. Milo esta levantado ya, a primera hora... no, a primer minuto de la mañana iría en busca de Camus para que aclare el asunto de su primer beso que no se lo dio él. Miraba el sol, el reloj de arena en su mesa, salía y entraba pero el tiempo pasabatan lento. Así que decidió dormir solo un poco.

[...]

En la casa del Aguador también estaba despierto el joven que tenía hoy dar unas explicaciones. Pero, ¿como se le salió? Simplemente quería dejar a Milo en shock momentáneo y nada más.

Ya era hora del desayuno, pensó que al salir estaría ahí pero al parecer el día anterior fue mucho como para que pudiera despertar temprano.
Pero eso no era todo, cada vez que más caminaba en su casa, cada paso, cada mirada al lugar. Sentía su mundo destruido pues no sería fácil dejar todo. En estos momentos estaba odiando se el único caballero de más alto rango en conocer las técnicas de hielo.

-Camus!! Lo que me debes- interrumpió una voz, es lo que faltaba

-Dejame desayunar- tomo asiento en la mesa para empezar a comer

-Bien- se sentó frente a Camus mirándolo, ni un solo movimiento. Era tan incómodo ver de esa manera a Milo, parecía un acosador maniático.

-Toma, come esto- metió un pedazode pan el la boca del Escorpión dorado

[...]

-Bien... como te digo?- miro hacía los lados

Pero antes que pudiera empezar, un apresurado Shura llegó para llevarse sin aviso a Milo.

-Bueno? Supongo que me dará tiempo de pensar-

[...]

-P-para... PARA QUE ME TRAES!?- reclamó

-Necesito que me ayudes...-

-Solo por eso?-

-Mira, conocí una joven (...) y tengo que hacer un increíble almuerzo ¿entiendes?-

-Y por que a mi?-

-Te vi al menos dos veces cocinar cosas muy _monas_ (español)-

-Que cosa? Me estabas espiando?-

-Tengo la costumbre de hablar español, y si... quería aprender a cocinar pero nunca te lo pedí y solo te observe-

-Tsk! Solo por que es un asunto de amor te ayudo-

Y así ambos prepararon el dichoso almuerzo que Shura llevaría.

-Te invito?-

Milo tenía muchas ganas de comer pero decidió rechazar la propuesta para regresar con Camus.

[...]

Al llegar, encontró a su querido cubito de hielo sentado encima de la cama.

-Ahora si, dime lo que tenías que aclarar-

-Milo... antes, podrías...- se levanto y se acerco lo suficiente para intimidar al contrario

-Que?-

-No lo se, solo... podrías hacerlo- lo besó con fuerza

Y Milo solo lo empujó hacía delante sin separarse hasta que él cuerpo de Camus quedó pegado a la pared y él a su espalda. El frances apretó sus manos contra la pared, a ambos lados de su cabeza
mientras empezaba a mordisquear el cuello del francés.

—¿Vas a follarme?...- tomo aire, con el corazón a cien y la entrepierna despierta,
empezando a temblar, empezando a endurecerse.
-...otra vez? — Milo soltó las manos,
descendiendo las suyas por el cuerpo de su amado hasta sus boxers, bajándolos lentamente.

—Si...— su lengua sobre sus hombros... —Si...— y se arrancó literalmente sus boxers y
tiró de su brazo, haciéndolo voltear, quedando cara a cara, estampándo al de Acuario de espaldas contra la pared. Su pelvis chocó contra la suya mientras  devoraba su boca, mientras él peli aguamarina pasaba las manos por la espalda de Milo y presionaba sobre su nuca.

El heleno apartó sus labios del contrario, empezando a devorar el cuello y los hombros, descendiendo, bajando, dejando rastros de su saliva sobre su cuerpo...

—Milo... Milo— notó como le sujetaba una pierna, apretándo el muslo,
alzándolo, separándolo y se restregó, todo, por completo contra el. -¡Ooohh!— se agarró a sus hombros, clavándole hasta las uñas. -Milo...- cerró los ojos, echando la cabeza a un lado.
Se la notó, toda dura contra su entrada, presionando, deseando entrar y reventarlo.

Incansable, insaciable, haciendo sonidos húmedos cada vez que separában sus labios y volvían a unirlos, comiéndose, tocándose por todas partes, desesperados,
como perros hambrientos, con su polla de nuevo dura, penetrándo, lentamente...

-Menos mal que no me quede son Shura— comento en un susurro pero el contrario lo escuchó

Camus abrio los ojos
como platos. El corazón le dio un vuelco y separo la cercanía enseguida, girando la
cabeza hacía su ventana y sin querer, le pareció haber escuchado un nombre que fue parte de su niñez.

-Surt...- murmuró, sin aliento. Perdió todo, la excitación, el color en sus mejillas, el
movimiento, la capacidad de razonar, mirándolo.

Milo meneó la cabeza de un lado a otro, sin
sentido, sin saber que hacer ni que decir, cualquier cosa en vez de mirar a Camus.
Le dejó el espacio suficiente como para dejar que se ponga de nuevo los boxers, rápidamente,
totalmente avergonzado se vistió al igual que Milo.

-Y por que me cortas así de repente?-

-N-no... no me siento bien-

-Quien es Surt?-

Sin saber que decir, Camus entró al baño y ahí después de lavarse el rostro miro mejor su expresión. No era buen momento para hablar de ello y sabia que si lo hacía se pondría triste por recordar todo.
Salio con toda su voluntad, miro a quien todavía estaba ahí.

-Bien, ¿ahora me dirás quien es Surt?-