♡ºCamus Eres Mi CRUSHº♡

๖นรɕศŋɖσ นŋ ɭı๖гσ ɖε ɕσɕıŋศ

En la mañana Camus despertó aún con dolor general en el cuerpo por los golpes, pero notablemente la fiebre y la quemadura en todo su pecho estaba nula.

Pero se sorprendió cuando vio en donde y con quienes estaba.

-Donde... Estoy?-

-Es la casa de Aries-

-Shaka!-

-Me mandaron a cuidar de ti... Al parecer tu cuerpo sigue siendo vulnerable-

-Pero no caí ante el ataque, yo me pude levantar-

-No es así... Si la armadura no te hubiera brindado su poder nunca habrías ganado-

-Que?-

-Crees que sin entrenar habrías sido capaz de bajar tanto la temperatura-

-Entonces... Yo...-

-Por capricho de la armadura saliste ganador. Pero no fue por gusto, JeoKoon tiene un poder mucho más grande del que mostró pero tiene un secreto y así la armadura no dejaría que tome ese lugar-

-Entonces no lo merezco, no merezco la armadura. No soy digno de ella- pensó Camus

-Debo irme-

-Irás a la casa de Acuario? Tu armadura espera allí. Depende de tí si te la pones. Ah! El patriarca dijo que en la noche habrá reunión-

-Bien... Gracias-

Con cuidado salio sin despertar a Mimo quien parecía tener el sueño pesado pues no despertó con aquella conversación.

-Toma esto...- entrego Shaka

-Oh, gracias- tomo los lentes y salió

[...]

Al llegar a la casa de Acuario [Que ahora era la casa de Camus] el francés observo la armadura y por más ganas que tenía de ponérsela, no lo hizo.

Al abrir la puerta de la biblioteca la manija se safo como si nada.

-Ahh cierto, debo reparar esto- Hizo puchero

Al estar dentro buscaba libros con información de los campos de entrenamiento, deseaba aumentar su poder.
Decidió ponerse los lentes, pero fue mala idea... Veía mal con eso puesto, así que se lo subió encima de la cabeza.

-Caaamus- llamo alguien afuera

-Seguro no encontrara la biblioteca- susurro Camus

-Caaamuuus!- grito

-Ese es Milo...- afirmo -Estoy aquí!-

Al creer que no lo iba a encontrar decidió salir sin embargo Milo estaba ahí ya.

-Milo... Me encontraste-

-Ouuuwww! Camus... Usas lentes?- pregunto enternecido

-N-No! Esto lo encontré aquí-

-No te creo-

-Que quieres?-

Milo se quejo del abandono de Camus pero el francés solo decidió no responder a ello.

Al ver que Camus no haría caso decidió fijarse en donde estaba su amigo; -Que gran biblioteca!-  hablo sorprendido

-Tienes recetas de cocina?- pregunto entrando como si fuera propiedad suya

-Espera, no es tu casa para que entres de esta manera!- reclamó

-Tienes recetas de cocina?- pregunto otra vez

-Yo que se, busca si quieres- salió dejando a Milo ahí

-Ahora eres más frío que un cubo de hielo- susurro -Bien! Buscare un libro de recetas- empezó a buscar

Camus se dirigió a su cuarto, al abrir dentro se sintió en casa; como si estuviera en reposo absoluto.

Ordenó algunas cosas para que estén a su gusto y luego se dirigió a la cocina para desayunar. Tomo un pedazo de pan para comerlo con leche.

Al ver que Milo no salia decidió tomar otro pan, entró a la biblioteca donde una sonrisa se le escapó al ver a Milo tratando de alcanzar un libro arriba del estante.

-Toma esto, no debes pasar hambre- dejo el pan en un pupitre cerca -Gracias por acompañarme ayer- dijo antes de retirarse

Al estar fuera no sabia que hacer por lo que sin opción volvió de donde salió.

-Te ayudare a buscar un libro de recetas- comentó

-Gracias Camus! Sabia que no eras tan malo-

-Nunca fui malo-

Ambos alzaron la escalera y empezaron a buscar desde arriba, el ambiente era bueno entre ambos a pesar de los pocos intercambios de palabras. Ambos tenían mucho por preguntar, por decir y por aclarar no obstante sus orgullos internos no dejaron que aquella conversación suceda.

-Aquí!- salto de emoción Milo al encontrar una

-No te muev... Milo... Tenias que ser tú-

El griego cayo de la escalera, era una altura mínima pero la escena era muy graciosa.

-Bueno, ahora si... Ya estoy libre ¿Por que querías ese libro?-

-Es obvio no? Si lo digo te vas a burlar. No se cocinar- bajo la cabeza

-Yo tampoco soy un experto así que no me puedo burlar. Adiós-

-Adiós-

-...-

-...-

-No te vas a ir?- pregunto Milo

-Yo?! Esta es mi casa!- reclamo divertido Camus

-Ahhh... Cierto- río el peliazul -Te veo luego!... Si es que estas- salio con el libro en mano

-Es increíble que haya un libro así aquí- río Camus