♡ºCamus Eres Mi CRUSHº♡

《Trampa》

-Asi que no quiero su presencia hay entiendes?-

-Ok... pero por que hace todo eso, apenas es un niño no creo que pueda hacer mucho-

-Claro si. Pero es su destino. Y si yo puedo evitarlo tal vez nunca suceda de esa manera y la armadura sera mía y así podre ser parte del ejército de Atenea y derrotarla desde adentro ayudando a quien ya sabes-

-Bueno... suena más lógico-

-Que esperas! Cumple lo encomendado!- ordenó

-De inmediato-

En cuanto se enteró Camus entrenaba fuera de la cabaña, debía asegurar algunos puntos.

-Llegaste JeoKoon!- habló Joass

-Si, también estaba entrenando. Así como Camus esta afuera como loco- río -Adivinen a quien vi en el camino-

-A quien?- pregunto curioso Khogy

-A nuestro compañero Milo-

-déjame adivinar... estaba con una amazona- interrumpió Afrodita

-Así es... ¿como lo sabes?-

-Ese bastardo prefiere dormir con ella que conmigo-

-Dices que Milo esta durmiendo con una Amazona!!!- gritó fuerte de la sorpresa Angelo quien escupió la bebida que tomaba

Camus se quedo quieto pues cuando iba entrando "cierta persona" que su nombre empieza con An y termina con Gelo mojo su cara con el líquido y saliva.

-Por que siempre me tengo que enterar de cosa así cuando voy entrando- habló serio Camus

-Perdón Camusito...- agarró un trapo de la mesa -Yo te limpio- intentó limpiar la cara del francés

-Oh vamos, no es tan importante su cara. Una vez me tiraste crema de leche y encima me pusiste cereza en la cabeza ¿Por qué a el si le haces eso?- reclamo Afrodita

-Vamos florecita, contigo lo hago ñor diversión-

-Imbécil!-

-Ya ya! No discutan. No es momento de ello, debemos alistarnos y salir. Joass, iremos más antes ¿entiendes?-

-Okey...-

Los aprendices cambiaron sus ropas con tierra a una mejor además de entrenarse moralmente.

Joass y JeoKoon ya habían salido. Afrodita y Angelo salieron juntos molestando uno a otro entre sí.

-Te veo allá. Espero consigas buenos puntos!- guiño Khogy a Camus

-Bien. Buena suerte!- respondió

Camus buscaba su pequeño diario, era como su amuleto de la buena suerte. Pero no lo encontraba.

-Rayos, ¿donde lo dejé?- buscaba dentro de sus sábanas -Se hará tarde... pero... ufff maldito libro- salió molesto

Cuando salió pudo deducir que ya todos estaban ahí aunque faltaba más de diez minutos.

-Ojalá vea a Milo- dijo -Que dije?- se preguntó  -Deja esas cosas... estarás ahí para demostrar quién eres- caminó con prisa. Pero pasos después encontró una amazona llorando.

-Hey, que paso ¿puedo ayudarte?-

-No, no puedes...- lo miro -Tu! Eres... parecido a...-

-A que?-

-Un aprendiz me describió alguien muy parecido a ti... cejas peculiares- trataba de no llorar y hablar bien -ojos color celestes... cabello celeste oscuro... celeste marino... eres tu. ¿te l-llamas Camus?-

-Si. ¿por que?-

-Ven conmigo- se levanto rápido, lo tomo de la mano y lo jaló lejos del lugar

-No! Espera!! Tengo exámen!... tu también por si no lo sabes-

-Milo! El nombre de ese chico es Milo!- habló por fín

-Que?! Que paso?!-

-Encontré a un... chico tirado en el piso con heridas en la cara y el cuerpo. Sangrando mucho, esta realmente mal herido... casi muerto, me dijo que busque a un tal Camus para que pueda despedirse-

-Que?! Donde esta!-

-Te estoy llevando donde él- lo jaló otra vez

Llegaron a un descampado.

-Esta ahí!- señalo

Camus observo, si, él era Milo. Pero... esas heridas no eran de ahora

-Ahhh!! Ayuda!- gritó la chica

Al voltear Camus observo que la amazona había desaparecido.

Solo sintió su cuerpo más y más relajado. Amenazando con caer al suelo. Se arrodilló pues no tenía fuerzas... luego todo se tornó borroso y cayó.