CAPÍTULO VIII

1.1K 183 18
                                    

El viaje en el barco fue largo para los omegas. Jiang Cheng se había mareado en más de una ocasión y Wei Ying estaba cada minuto en alerta.

Yanli no sabía que sentir respecto al alfa de marca bermellón, que a cada rato la miraba o le hablaba a pesar de los gruñidos de sus amigos.

Los dos pequeños cachorros tenían un encuentro de emociones; Alerta por cualquier cosa que pudiera suceder a su madre, pero también la fascinación de estar en un barco, rodeados de agua.

Era una experiencia nueva.

Ninguno de los betas y alfas《a excepción de Jin Zixuan》se acercaba más de lo necesario, que sería para entregarles los alimentos o agua a los omegas, pero si estaban pendientes a cualquier cosa que sucediera con ello.

-¡¡Puerto de Loto a la vista!!. -Se escuchó el grito hasta donde estaban los omegas.

No demoró mucho en que alguien pasara por los camarotes indicando la inminente llegada y que recogieran las mantas.

A los pocos minutos estaban bajando del barco.

Pudieron sentir la mirada espectante de las personas que habían en el lugar; Unos con curiosidad, esperanza o anhelo. Wei Ying miro los alrededores. Efectivamente no había muchos omegas, solo pudo observar a uno a lo lejos. Había unas carretas grandes esperandolos, pero antes de ir a esta, fueron formados en filas.

-Pequeños, como les había dicho antes algunos de ustedes irán a la ciudad real y otros a distintos pueblos. -Comenzó a hablar Mian Mian. - Yo haré la selección de donde irán cada uno.

Más de un omega se tomo de la mano. Wei Ying sujetaba la mano de Jiang Cheng que estaba frente a el, y Yanli atrás. Jingyi y Sizhui, sujetaban las piernas de su madre.

Mian Mian fue pasando por cada uno de los omegas, analizandolos a cada uno. Cuando decía a donde iba uno, este era guiado a una de las carretas. Hasta que llegó donde Jiang Cheng, que estaba gruñendo bajito. Mian Mian sonrió de oreja a oreja, esos tres omegas eran especiales.

-Irás a Receso de las nubes. -Dijo esta. Jiang Cheng apretó la mano de Wei Ying.

-Vamos. -Dijo el beta atrás de la mujer, pero el omega no se movió.

Tenían prohibido maltratar a los omegas, por lo que el beta miró a la de amarillo, pero esta estaba mirando al omega y a sus crías.

-Tu también iras a Receso de las nubes. -Dijo Mian Mian. Wei Ying noto algo en la mirada de la mujer, pero no sabía que significaba. - Y tu también pequeña. -Le dijo a Yanli.

Mian Mian vio de reojo a Jin Zixuan, el cual no podía ocultar su sonrisa. La mujer continuó con los demás omegas.

-Vamos. -Volvió a repetir el beta y por fin los tres omegas se movieron. Fueron montados en una de las carretas. Notando después, que la mayoría de los omegas iban en las carretas que se dirigían a los pueblos.

-Listo. ¡Vamonos!. -Habló Mian Mian, montandose en su caballo. La tarde ya había caído cuando llegaron al puerto y con los primeros rayos del sol, los omegas pudieron ver las imponentes montañas de la ciudad real de Gusu, Receso de la nubes.

Las enormes puertas se abrieron, dandoles paso a la caravana. El lugar era hermoso, pero se podía sentir un aire de melancolía. Las personas daban paso a los soldados y a la carreta. Wei Ying pudo ver más omegas, no muchos, pero si más que en el puerto. Algunos llevaban collares negros en su cuello, como el que él y sus amigos llevaban, en señal de ser omegas sin marca. Otros dejaban a la vista la mordida en su cuello.

No tardaron en llegar a la entrada del castillo.

-Es enorme.- susurró Jiang Cheng, cuando los bajaron de la carreta

MI CAMINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora