CAPÍTULO XXIX

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Lan Zhan abrió los ojos lentamente. La luz de la ventana pegaba en su rostro y sentía el brazo adormecido. Miro la espalda llena de marcas en la blanca piel de Wei Ying, que se notaba que aún dormía. Sus ojos viajaron hasta las marcas que tenía en su cuello. Sonrió recordando.

Habían pasado los cinco días del celo de Wei Ying complaciendolo hasta el cansancio y el sexto día también se habían quedado ahí. Besos suaves y calmados, recorriendo cada centímetro de la piel del omega, memorizando cada parte, desde lunares, las marcas que habían quedado del embarazo en su vientre, tan pequeñas que se notaban si se veían de cerca, sus piernas, sus muslos, sus dedos. Cada rincón fue besado y lamido por los dos alfas. En un momento, antes de que entraran de nuevo en el, el omega se había parado de la cama con algo de dificultad y buscó algo en los cajones. Caminó hasta la cama quitándose el collar. Los dos lo miraron con sorpresa.

-Wei Ying. -Dijeron los dos al unísono. El pelinegro les miro con una sonrisa.

-Confío en lo que siento, en lo que ustedes sienten por mi y mis hijos...nuestros hijos.

-¿Estas seguro?. -Preguntó Lan Wangji.

En verdad sus corazones saltaban de alegría, pero querían que el omega estuviera completamente seguro. Wei Ying se sentó encima de Lan Wangji, tomando sus mejillas con su mano y lo beso; Lento y cargado de sus sentimientos, separándose al poco tiempo y volteando a ver a Lan Zhan para repetir la acción.

Los dos miraron los ojos de Wei Ying. El par de ojos cafés brillaban con decisión. No valía la pena demorarlo más. Los tres se amaban y eso era lo que importaba. Nuevamente se adentraron en el omega y al llegar al climax los dos lo mordieron al mismo tiempo.

Lan Zhan no podía apartar la mirada de esas marcas. Wei Ying era un omega único y Mian Mian se los había confirmado. Los omegas no podían tener más de un alfa, pero al parecer Wei Ying si podía y hasta dar crías a los dos sin problema alguno, teniendo como ejemplo a sus cachorros actuales, por lo que marcarlo no le crearía ningún conflicto.

Estiró su mano para acariciar las marcas. Wei Ying se estremecio y Lan Zhan sintio como su pene era apretado. Bajo su mirada, notando apenas que aún seguía dentro del pelinegro. Sonrió perverso y se empujó un poco más hacía adentro, logrando un gemido del omega. Se acerco y beso las marcas en su cuello y esta vez escapó un jadeo. El interior del omega vibraba de forma deliciosa en su pene semiduro.

-Hnm. -Lan Zhan miró a su hermano que lo miraba al otro lado de Wei Ying. Al parecer el pelinegro lo tenía abrazado.

Lan Zhan sonrió de medio lado y volvió a embestir al omega.
Lan Wangji miró el rostro del omega. Los labios entrabiertos soltando suaves sonidos. Los acarició con su pulgar. Se veían aun algo hinchados por todo lo que lo habían besado la noche anterior. No pudo evitar volverlo a besar.

Wei Ying sintió que el aire le faltaba, y como algo empujaba en su trasero. Cuando pudo abrir los ojos, noto la penetrante mirada de Lan Wangji sobre él, antes de soltar un sonoro gemido al ser embestido por Lan Zhan.

-¿Que?.... -Logro articular entre gemidos.

-Buenos días, Wei Ying. -Saludó Lan Zhan, girando su rostro para besarlo.
Lan Wangji se acomodo mejor, de forma que pudo tomar con una mano su erección y la de Wei Ying, para comenzar a masturbarlo al compás de las embestidas que daba su hermano. Wei Ying se perdió en la bruma de las sensaciones brindadas por sus alfas. Al parecer hoy tampoco iba a salir de la habitación o por lo menos por un buen rato más.

-¿Hasta cuando van a estar ese trío encerrados?

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-¿Hasta cuando van a estar ese trío encerrados?. -Preguntó Jiang Cheng acomodandose la ropa. Hoy en la mañana le había tocado revisión con Mian Mian para ver su progreso.

-Son varios años contenidos. Ese par de alfas ya debían estar muy necesitados. -Se burló la joven. -Ya estas mucho mejor, lo que es bueno ya que tu celo está por llegar también.

Las manos de Jiang Cheng se detuvieron a medio arreglar, poniendose completamente rojo. Con tantos problemas, su herida, los líos con el alfa idiota y su escapada se habia olvidado que ya estaba cerca la fecha.

-Me imagino que esta vez no necesitaras de la medicina ¿verdad?. -Dijo Mian Mian sonriendo al omega, el cual se puso aún más rojo.

-No. Susurro. -Gracias. -Dijo presuroso y salio del pequeño consultorio, mientras Mian Mian soltaba una pequeña sonrisa.

Camino por los pasillo sin rumbo fijo, pensando en que iba a ser su primer celo con un alfa, con su alfa.

Unas grandes manos lo sacaron de sus cavilaciones, jalandolo a una de las habitaciones. Rápidamente reconoció el aroma de Lan Xichen.

-¡Me quieres matar de un susto!. -Se removió en los brazos del alfa.

-Te extrañe. -Dijo Lan Xichen, metiendo su nariz en el cuello del omega.

-Nos vimos anoche.- Jadeo Jiang Cheng.

-Lo se, pero no me canso de ti. -Gruño Lan Xichen en su oído. Sus grandes manos tomaron los muslos de Jiang Cheng, levantandolo del suelo y haciendo que sus piernas se enredaran en su cintura. Caminó unos pasos hasta llegar a una cama. Jiang Cheng en verdad no sabía en que habitación estaba. Ya muchas estaban vacías.

Con delicadeza puso el cuerpo del omega en la cama, para después comenzar a quitarle la ropa mientras devoraba esos hermosos labios. Mordió y chupó, para después seguir por el cuello. Sus manos se movían por el cuerpo ya desnudo. Jiang Cheng se aferraba a los anchos hombros del alfa.

Lan Xichen se irguio, quitándose la parte superior de su traje y bajando un poco su pantalón. La enorme erección quedó libre, con su cabeza enrojecida, gruesa e imponente. Jiang Cheng trago grueso al pensar que pronto eso estaría dentro suyo. Lan Xichen tomo los muslos del omega y los junto. Deslizó su pene por las nalgas de Jiang Cheng, ensuciandolas de su presemen. Se retiro y se masturbo un poco, antes de meterse entre los muslos del omega. Gruño al sentir la tibia piel alrededor de su miembro, rozando los pequeños testículos del omega. El cuerpo de Jiang Cheng aún no estaba del todo bien como para soportar una ronda de sexo y estaba más que seguro que él no tendría el control suficiente para ser suave, así que por ahora se conformaban con esto.

Comenzó a moverse de forma lenta, deleitandose con los suaves gemidos del omega. Fue acelerando más, haciendo que el choque humedo de sus testículos contra el trasero de Jiang Cheng se escuchaba por todo el cuarto, acompañado de los gemidos y gruñidos.

El cuerpo de Jiang Cheng se retorcia de placer. El sonido obsceno de los cuerpos chocando aumentaba el placer. Después de un buen rato, Lan Xichen apretó los muslos de Jiang Cheng, casi clavando sus dedos, indicando que estaba a punto de eyacular. Los dos llegaron al climax al mismo tiempo. La esencia de los dos baño el abdomen y el pecho de Jiang Cheng, que respiraba de forma agitada. Lan Xichen solto sus piernas y lo beso nuevamente, teniendo cuidado de no poner todo su peso en el cuerpo del omega.

-Te amo. -Susurro Lan Xichen

-Yo también te amo.


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😭😭 Mañana subiré el último capítulo!!!!!.

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