CAPÍTULO XI

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Una mesa que estaba cerca voló por la patada de la alfa vestida de rojo.

Estaba furiosa. No pudo ver a Wei Ying el mismo día, pero Mian Mian los había reunido al día siguiente, después de que la alfa le contara que el omega la había salvado hace tiempo.

Ahora se había enterado de todo lo que Wei Ying había pasado todos estos años y la ira corrió por su cuerpo. Masculló varias maldiciones y mentalmente rogaba por que esos hombres hubieran muerto desmembrados o si no ella misma los buscaría.

Ella sabía que la mayoria de los soldados del reino de Wei Ying habían muerto en las sanguinarias batallas, pero eso no hacía bajar su enojo.

-Wen Qing calmate, te vas a lastimar. -Habló Wei Ying, tratando de apaciguar a la alfa.

Soltó un poco de su aroma para que esta se tranquilizara. Por un momento se arrepintió de haberle contado, al verla tan alterada, pero sabía que tarde o temprano ella iba a preguntar.

Wen Qing volteó y tomo las manos del omega. Lágrimas escapaban de sus oscuros ojos.

-Lo siento... Lo siento tanto. -Dijo Wen Qing. -Si...si solo hubiera ido antes. Si tan solo los hubiera sacado de ese lugar.

-Wen Qing. -Wei Ying apretó las manos de la alfa. -El hubiera no existe. Lo que pasó no es tu culpa. -Wei Ying suspiró. -Lloré por mucho tiempo la muerte de mis padres, pero ahora tengo a mis hijos y ellos alegran cada día de mi vida. Ahora estoy aquí.

Wen Qing respiró profundo, dejándose calmar por el aroma dulce del omega.

-Tus hijos...-Comenzó la alfa. -Sus padres ¿no sabes quienen fueron los alfas?. ¿Fueron los mismos que mataron a tus padres? ¿los has vuelto a ver?.

Moviendo su larga cabellera el omega negó.

-Hay pequeñas lagunas en mi mente por el celo...pero estor seguro que no eran los mismos hombres. Su aroma, era distinto. Además ... -el omega dudó un poco y miró las ropas rojas de Wen Qing. Había visto a varios soldados y pudo notar que estas tenían nubes bordadas siendo similares a la prenda con la que había vuelto a su casa esa noche y de la cual se aferró los primeros meses de embarazo.

-¿Qué?.- preguntó la pelinegra, limpiandose las lagrimas de su rostro.

-Nada. Lo importante es que estamos aquí. Cuentame ¿que ha pasado contigo todo este tiempo?. Estaba preocupado por que te hubiera pasado algo.

No sabía como lo tomaría la alfa si le decía que tenía sospechas de que los padres de sus cachorros eras de ese reino. Lo más probable es que saliera como loca a buscarlos para matarlos.

No, el no quería eso, ya no quería más sangre derramada.

-Wei Ying nos va a matar

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-Wei Ying nos va a matar. -Masculló Jiang Cheng caminando por uno de los pasillos del castillo.

-Lo siento. -Yanli caminaba atras del enfadado omega.

-Tenemos que encontrarlos antes de que Wei Ying vuelva. Además que si no llego a tiempo te devoran. -Dijo recordando como la omega era acorralada por ese alfa de marca bermellón.

Yanli se puso rojita de solo recordarlo. Lo malo de la situación no era eso, era que Wei Ying había dejado a sus hijos al cuidado de Yanli, mientras Jiang Cheng se terminaba de asear y los niños habían desaparecido, aprovechando la distracción del soldado.

-Maldita la hora en la que ese tonto le enseñó a esos niños a ocultar su aroma.

Ya llevaban varios minutos y ya ni sabían donde estaban. Tenían que encontrarlos pronto.



Mientras tanto afuera en uno de los jardines, el par de niños alfas se escondían en los arbustos.

-Jingyi deberíamos volver. A mamá no le va a gustar que nos alejemos de la tía Yanli. -Habló Sizhui.

-La tía debe estar entretenida con ese pavo real. Además por acá fue que vi a esos dos señores. -Respondió Jingyi.

-Veremos como entrenan y aprenderemos para poder cuidar a mamá y que nadie le haga daño. -Sizhiu asintió y se sujetaron de las manitos, comenzando a caminar rápido, pero al voltear en una esquina chocaron con algo, o más bien con alguien. -¡Auch!.

-Niños, tengan cuidado la próxima vez. -Habló la persona frente a ellos.

-Usted es el mismo señor de ayer. -Dijo Sizhui estirando su pequeño cuello para mirar el rostro del alfa.

-Deberían estar con su madre. -Habló el otro alfa que estaba más atras.

Los dos tenían varios cortes y llevaban sus espadas enfundadas. Parecía que hubieran estado entrenado y claro que era así, habían pasado toda la madrugada midiendo sus fuerzas.

-Mamá está ocupado. Además vinimos a ver como entrenan para aprender. -Dijo Jingyi poniendose de pie.

Los dos grandes alfas, miraron a los niños fijamente, e inclinandose un poco para capturar el aroma de los cachorros lo cuál puso nervioso a los pequeños.

-Lan Zhan...- llamó Lan Wangji. Había sentido un aroma...uno que nunca olvidarán.

-¿Quién es su madre?. -Preguntó Lan Zhan. El también lo había percibido.

El día anterior había una gran mezcla de aromas de omega en el castillo y en los niños, quizás por eso no lo habían sentido, pero ahora era más claro.

El aroma del omega de esa vez estaba en esos niños.

-¿Con quien han estado?. ¿Donde duermen?.- Preguntó Lan Zhan

-Nosotros...

-¡Jingyi!, ¡Sizhui!. -Los niños voltearon a ver a la persona que los llamaba.

-Por Dios, no saben como los hemos buscados. ¡No se vuelvan a ir así!. -Yanli también suspiró de alivio. Los dos niños corrieron a donde los omegas.

-Oye. -Jiang Cheng apenas notó la presencia de los dos alfas de blanco. -¿Tu eres la madre de los cachorros?. -Preguntó Lan Wangji, Jiang Cheng fruncio el ceño y puso a los cacharros detrás de el.

-Si, ¿hay algun problema?.

-Jiang Cheng... -lo llamó bajito Yanli.

Lan Zhan y Lan Wangji miraron al omega. El aroma era diferente. Estaban más que seguros que mentía. Podían usar su voz y obligarlos a decir la verdad, pero de seguro eso traería problemas y no querían tener a Mian Mian y al rey encima regañandolos.

Descubrirían la verdad.

-No deberían dejar solo a los niños. -Dijo Lan Wangji.

Los dos alfas comenzaron a caminar alejándose de los cachorros y los omegas.

-¿Cuál es el plan?. -Preguntó ya estando a buena distancia de los otros.

-Hnm, hay que seguirlos. Tendremos que evadir la Guardia del área de los omegas. -Dijo Lan Zhan.

-Mian Mian tiene muy bien vigilada esa zona, será mejor observar de lejos, en algún momento estará con los cachorros y lo veremos.

-Nos turnaremos para vigilar. -Comentó Lan Wangji

-Hnm, entendido.

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