Cada vez más cerca

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Joaquín

En estos momentos agradezco haber elegido la casa con el jardín más grande, ya que está lleno de gente, que en uno más pequeño no podría estarla pasando tan bien, estamos festejando el cumpleaños 17 de Haley, decidió invitar a todos su amigos, la mayoría vienen acompañados de sus padres, ya que hemos hecho una buena amistad con ellos, también hay gran parte de la familia y no podría estar más feliz que ahora viendo a mi hija saltar con un grito de alegría dentro de la alberca, verla así de contenta, festejando un año más de vida me llena de una felicidad indescriptible.

A pesar de la felicidad que se refleja en mi rostro y que en realidad siento hay cierto sentimiento de incertidumbre que despertó dentro de mi hace unas cuantas noches, no se ha ido desde entonces y aún no sé que puede significar, pero este no es momento para pensar en eso, estoy compartiendo un día más junto a las personas que amo y eso es lo que más importa. 

-Amor la decoración te quedo hermosa, no puedo creer lo afortunado que soy de tener a un esposo tan talentoso como tú- su linda voz me saca de mis pensamientos, antes de poder girarme para verlo, siento unos brazos rodear mi cintura por la espalda, me dejo caer un poco en su pecho aprovechando que mi guapo esposo es más alto que yo, aspiro hondo llenando mi interior con ese delicioso aroma resultado de una mezcla entre naturaleza y loción que caracteriza a este hombre que me robo el corazón.

-Gracias por el cumplido guapo, pero tu también te luciste con la parrillada, todos están comiendo felices hasta la última migaja de sus platos, espero les quede espacio para el pastel porque me costo trabajo conseguir el favorito de Hal, sabes que la pastelería que lo hace siempre esta hasta el tope de pedidos- ahora sí me giro para tenerlo de frente y me mira con esos ojos llenos de amor con los que me ha visto desde el día que lo conocí.

-Somos un gran equipo mi amor, ¿qué te puedo decir?- no sonreímos con ternura mutuamente y nos fundimos en un tierno beso que no tarda en ser interrumpido.

-Iugh papás consíganse una habitación- la voz de nuestro dulce Ricky nos hace alejarnos mientras reímos suavemente.

-¿No te han dicho que es de mala educación interrumpir una muestra de amor pequeño travieso?- Luke mira divertido a nuestro pequeño hijo mientras se acerca a él haciéndole cosquillas.

-Si papi pero no deberían besarse enfrente de mi, tengo solo nueve años, puedo soportarlo pero Hugo, Paco y Luisa no lo creo, ellos a penas tienen cuatro- como si los invocara nuestros pequeños trillizos salen de la casa tomados de las manos se dirigen hacia mi, en busca de un poco de amor, así que me agacho a su altura mientras los envuelvo entre mis brazos, recibiendo una mirada llena de amor y cariño por parte de mi Luke.

-¿Dónde estaban pequeños? Miren que guapos se ven- con su voz más melosa mi esposo se acerca a nuestros pequeños que lo miran con cariño -pero mi princesa- habla mientras se acerca más a Luisa -ese vestido rosa te queda fa bu lo so- mi pequeña se ríe por la forma de hablar de Luke.

Es gracioso porque tardamos más horas de las que deberíamos en encontrar el outfit de los trillizos, todos querían algo diferente pero decían que querían ir combinados, así que no fue una tarea fácil, pero al final optaron por vestir unos shorts blancos, camisa blanca, zapatos blancos y calcetas altas rosas para Hugo y Paco, mientras que Luisa el vestido rosa más bombacho que pudo encontrar lleno de brillitos, zapatillas blancas y una pequeña tiara, parece una verdadera princesa. 

-Pod ahí papi- Paco es quién toma la palabra mientras los otros solo asienten con la cabeza.

-Bueno pues ya vengan a comer que solo faltan ustedes- toma a Paco y Luisa de las manos, encaminándose a la mesa donde se encuentran los demás chicos de su edad, mientras tomo a Hugo entre mis brazos para cargarlo y seguir los pasos de Luke, cuando escucho que el teléfono suena, por lo que desvió mi camino al interior de la casa.

-Hola, residencia Johnson, ¿quién habla?- hablo mientras llevo el teléfono a mi oído y le sonrió a mi pequeño que me mira risueño, para después acercase y dejar un beso en mi mejilla.

-Soy Morgan Brown, ¿me podría comunicar con el señor Joaquin Bondoni, por favor?- la voz al otro lado del teléfono suena algo seria, trato de recordar a alguien con dicho nombre, al no lograrlo aclaro mi garganta y hablo después de un rato de haberme quedado callado. 

-Si soy yo, ¿en que puedo ayudarlo?- cambio de brazo a Hugo porque se me comenzaba a cansar el otro, causando pequeñas risas del pequeño, llevo el teléfono de nuevo a mi oído esperando no haberme perdido algo importante.

-Soy el abogado del señor Tom Hostater- en cuanto escuche ese nombre no necesite oír más, sabía porque llamaba, eso me hizo temblar un poco, Hugo pareció notar mi incertidumbre y lloriqueo un poco, lo que llamo la atención de Luke, quién entro apresurado a la sala donde me encontraba, me miro asustado, como respuesta solo tuve que decirle quien llamaba para que comprendiera la situación, tomó a nuestro pequeño en sus brazos, dejo un beso en mi frente y salió al jardín de nuevo.

Sabía que este día llegaría, solo no esperaba que fuera tan pronto, no ahora, en cuanto termino la llamada con el abogado, me quedo unos minutos sentado solo con el teléfono en la mano pensando, entonces llego a la conclusión de que ese era el presentimiento y extrañeza que estuve sintiendo dese hace unos días, no podría significar otra cosa, pero se supone que ahora que sé el motivo, debería dejar de sentir esta incertidumbre en mi pecho, no entiendo porque no se va, supongo que después de darle el último adiós a mi viejo amigo, se irá. 

Emilio

Hace algunas semanas de mi accidente no me sentía tan tranquilo como ahora, estoy descansando recargando en el barandal de la entrada de mi casa, tomando una cerveza mientras respiro aire fresco, todo se siente muy en paz, hasta que el sonido de mi celular rompe con ese ambiente.

-¿Hola?- mi voz suena un poco rara como si me acabara de despertar.

-Con Emilio Marcos, por favor- se escucha del otro lado de la línea una voz que no había escuchado antes.

-Si soy yo- doy un trago a mi cerveza esperando la respuesta del otro lado de la línea y ni en un millón de años hubiera esperado escuchar aquello. 

-Habla Morgan Brown, el abogado del señor Tom Hostater, tengo malas noticias- escuchar eso hace que tenga una sensación extraña en todo mi cuerpo, mi pulso se acelera un poco y tengo una especie de miedo de lo que pueda decir a continuación.

Al no haber respuesta de mi parte siguió hablando -el señor Hostater murió anoche mientras dormía, tenía 93 años, por lo que sabemos fue de causa natural- entonces sentí que una parte de mi dolió, mi temor se cumplió, aquel que fue como mi padre ya no estaba más, no es como que hubiera tenido contacto con él en los últimos años, pero hubo una época en mi vida que me ayudo como nadie, me apoyo y gracias a él pude salir adelante, saber que no podría volver a verlo jamás me causo un sentimiento extraño. 

De pronto un tipo de incertidumbre se instaló en mi pecho, no se explicar el sentimiento pero es de una forma extraña familiar, como si sintiera que algo bueno va a pasar en mi vida, espero no estar equivocado. 

Foto de Luke en la portada 

Una parte de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora