Joaquín.
La noticia de la muerte de Tom me tiene muy mal, él es una persona muy importante para mi y para toda mi familia, ahora me encuentro en el patio, que hace unos momentos era centro de reunión donde compartíamos felicidad, para ahora ser de alguna forma mi refugio, en cuanto las personas que nos ayudan con la limpieza de la casa terminaron de recoger toda la decoración y poner las cosas en su lugar salí para sentarme cerca de la alberca levantando un poco mi pantalón para poder meter los pies en el agua y tratar de relajarme, no sé porque las lágrimas no pueden salir de mis ojos, quizás porque las obligue a quedarse ahí durante lo que quedaba de la fiesta, no podía arruinar el cumpleaños de mi Haley, no sé cuando será la próxima vez que podamos festejar con ella después de que se vaya a la universidad de Huston.
-¿Estas bien amor?- la voz de Luke me produce una sensación de calidez en el pecho, toma asiento a mi lado dejando caer sus pies dentro del agua, se que no es su cosa favorita del mundo, pero siempre que lo necesito, tenemos conversaciones así, a la orilla de la alberca, escuchando el sonido del agua y sintiéndola alrededor de nuestra piel, pero en esta ocasión su acto solo me hace sentir más sensible, saber el amor que me tiene hace que mis ojos piquen y en cuanto gira con delicadeza mi rostro para mirarlo por fin al encontrarme con sus hermosos ojos llenos de amor es que puedo liberarme y llorar, él me acerca con cariño y me abraza con fuerza, no hay necesidad de decir nada, él sabe lo que necesito y me lo da, sabe que no necesito hablar, solo lo necesito a él, que me reconforte, que sea mi soporte, que se lo que ha sido desde que lo conocí, mi ancla, mi apoyo, ese hombre que nunca me soltó.
No se cuanto tiempo pasamos así, hasta que nuestros pies están tan arrugados que mi romántico esposo decide que no podré caminar así por la casa, entonces su mejor idea es cargarme de caballito para dirigirnos a nuestra habitación, tome una larga ducha y al salir encontré a mi esposo ayudándome a hacer mi maleta, me conoce a la perfección al grado en que confío en él para que elija las mejores opciones de atuendos, sé que mi maleta tendrá el contenido adecuado, lo que me hace fruncir el ceño es ver parte de su ropa en ella, suelto un suspiro y lo tomo con delicadeza de las muñecas provocando que me vea y abra los ojos con sorpresa mientras recorre con su mirada mi cuerpo, cubierto solo por la cintura con mi toalla de bananas animadas.
-Amor no creo que sea un buen momento para eso, pero si es lo que quieres o necesitas, por mi esta bien- me mira con una mezcla de ternura y pasión por lo que le regalo una sonrisa de lado mientras niego con la cabeza y me siento en la cama haciendo a un lado la maleta, indicándole con una seña que se siente a mi lado.
-No bebé, no es eso, es solo que no entiendo porque estas empacando ropa para ti también- le hablo mientras juego con sus manos como cuando empezamos a salir, toma mi barbilla para que lo mire, lo hago lentamente.
-Bubu sabes que no te voy a dejar solo, ahora no puedo llamar porque por la hora nadie contestará pero mañana a primera hora aviso que no podré ir para que cancelen la junta- me habla de una forma tranquila haciéndome suspirar mientras tomo de nuevo sus manos en las mías jugando con ellas pero esta vez no dejo de verlo directamente a él.
-Sé que quieres estar conmigo, soy muy consciente que soy tu prioridad desde que llegaste a mi vida, siempre me has puesto a mi antes que todo, incluso antes que a ti mismo, y sabes que te lo agradezco y hago lo mismo por ti, pero amor ya tienen los boletos, debes volar mañana a Los Ángeles, es una oportunidad increíble para tu empresa, se que conseguirás cerrar ese trato, has trabajado en eso todo un año mi amor, sería egoísta de mi parte pedirte que dejes eso solo por mi- me mira con tristeza, aprieta con dulzura mis manos y suelta un suspiro profundo.
-Joaco sabes que no lo haría solo por ti, si eres mi principal motivo, el apoyarte y estar contigo, pero también quiero ir por Tom, también era importante para mí, nos apoyo como nadie cuando- se detuvo de pronto con los ojos llenos de tristeza, así que sin dudarlo lo abrace.
ESTÁS LEYENDO
Una parte de mi
RomanceEmilio y Joaquín se enamoraron cuando eran jóvenes, por circunstancias de la vida sus caminos se separaron por muchos años, hasta que la muerte de una persona importante en la vida de ambos los reúne una vez más ¿quedarán rastros del amor que una ve...