Muerte inesperada

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Emilio

La molestia en mi pecho de pronto se intensificó demasiado, trate de quitarla pensando en Joaco y en la sonrisa que pondría cuando viera los girasoles que corto Tom para él, entonces me di cuenta que no los llevaba conmigo y golpee mi frente, quizás por eso era este malestar, estaba olvidando lo más importante de la noche, así que tuve que interrumpir la plática que mantenían Manuel y Vero para regresar lo antes posible.

-Oigan, oigan, olvide los girasoles para Joaco ¿podemos volver?- hable rápido sintiendo que mi cuerpo se tenso al pensar en que quizás lo que sentía en mi pecho no era solo por eso y podría encontrar una razón peor para explicar esta sensación tan incómoda.

-A si claro- Vero tan linda como siempre no se quejo de hacerlos regresar cuando ya estábamos cerca de llegar al lugar, solo dio la vuelta regresando a mi casa.

Cuando llegamos Manuel venía haciendo bromas, solté una carcajada sintiéndome un poco más relajado conforme nos fuimos acercando de vuelta a casa, seguía riendo, hasta que desvié mi vista por la ventana y entonces lo vi, la peor imagen que he visto en mi vida, me dolió el pecho y entendí el porque de la sensación que estuve teniendo desde que me desperté y fue creciendo con el paso del tiempo, Tom, estaba tirado en el suelo con la frente sangrando, semi inconsciente, no lo pensé más y hable inquieto moviéndome como loco en mi asiento.

-¡Es Tom, detente!- grite causando que el coche frenara de golpe -sal, baja- pegue en el asiento de mi primo con desesperación para poder salir sin apartar la vista de Tom.

-¡Tom!- llamo Manuel que bajo antes que yo acercándose a él, se agachó a su altura tomándolo de los hombros -llama a urgencias- le indicó a Vero, ella asintió sacando su teléfono con rapidez, por mi parte seguí caminando hasta llegar donde estaban ellos.

-Manu ve con ella, ve- le indique a mi primo que asintió y se levanto de inmediato, corriendo al interior de la casa en busca de algo para parar el sangrado de Tom.

-Tom- me agache frente a él, lo tome de los hombros con toda la desesperación e impotencia que sentía en el momento por no haber estado para él y una pregunta en mente que deje salir de mis labios de inmediato -¿qué paso? dime que sucedió- le suplique sintiendo un nudo en mi garganta, vi de reojo como trataba de mover sus brazos para tomar los míos pero está muy débil para hacerlo.

-Me estrelle contra un árbol- abrió un poco los ojos mientras giraba su rostro en mi dirección pero sé que no fue así, la herida en su frente no pudo ser causada por eso, se nota que alguien lo lastimó intencionalmente y solo hay una maldita persona en todo el jodido mundo capaz de hacer una mierda como ésta, pero esto no se va a quedar así, por años lo vi lastimar gente, incluso a mí y se lo permití, pero Tom no, no tiene derecho de lastimarlo, él es bueno, lo ha sido siempre y no merece eso, además de que siento que en parte es mi culpa, le hicieron esto por defenderme y así como él me defendió en su momento, ahora me toca defenderlo a él.

Siento como toda la impotencia y dolor que estaba dentro de mi, se transforma de inmediato en ira al imaginar a Toby lastimando a Tom, aprieto la mandíbula como respuesta y tomo una decisión que no pienso cambiar por nada ni nadie, solo me interesa terminar con esa mierda de una buena vez.

-¡Manu!- le grito a mi primo que sale corriendo en mi encuentro -quédate con él, ayúdalo- hablo rápido mientras mi primo se agacha a mi lado, lo acerco a Tom y me levanto corriendo en dirección a la casa, al entrar camino directo al estante donde esta colgada la escopeta de Tom, tomo unas cuantas municiones que se encuentran debajo de ésta y salgo cargando el arma mientras camino al coche con paso firme, el rostro endurecido y toda la adrenalina corriendo por mis venas, estoy listo para acabar con él, para mi mala suerte es inevitable que me vean en mi recorrido al auto pues paso a sus espaldas.

Una parte de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora