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Niall no sabía qué decir, pero en su interior sentía que no debía, ya que fue el morocho quien decidió alejarse sin una explicación. Aunque quizás esa era la razón por la cual ahora estaba ahí con él. Su respiración se había calmado, pero por otro lado su espalda continuaba tensa gracias a la presencia del ojimiel. No era por miedo, era enojo consigo mismo, enojo contra Zayn.

—¿Viniste por algo o sólo querías arruinarme la paliza? —gruñó Horan, siempre había odiado los silencios incómodos.

Malik negó.

—¿Podrías si quiera verme a la cara? —preguntó de forma paciente.

El rubio se dio la vuelta sólo para mostrarle su rostro sudado y sus ojos viéndolo no con mucha alegría. Sí bien, Malik podía entender que no estuviera muy feliz. Pero necesitaban hablar ahora. No le importaba que estuviera golpeando a Ashton, pues él también solía dar una que otra golpiza a los chicos que se burlaran o simplemente aquel que no le cayera tan bien. En fin, no estaba para cuestionar lo que el ojiazul hacía o no, él sólo quería hablar.

—Sé que no estás feliz conmigo ahora. —comenzó Malik. —Pero hasta el momento, sigo sin entender por qué mierdas continuamos con algo sin sentido.

Niall bufó. No podía ser en serio, Malik sería muy hipócrita si llegase a negar que nada de eso le agradó.

—Sin embargo lo seguiste. —replicó Horan.

—Porque no sé en qué momento terminaste siendo mi adicción. —dijo dando un paso más cerca. Niall le puso mucha más atención. Zayn notó el silencio del otro varón, por lo que lo tomó como señal para continuar. —No entiendo, ¿bien? No entiendo qué demonios ganábamos, me pareció divertido al principio, pero joder, ya llevamos esto muy lejos. Ya no lo hago con el propósito de hacerte algún daño, Horan, pero tampoco quiero pretender algo que quizás sea una mentira.

La espalda tensa del rubio comenzó a relajarse con cada palabra que escuchaba. Estaba de pie viéndolo, ese moreno que le encantaba tanto, hasta el punto que quería tenerlo por bastante tiempo.

—Y luego de darle vueltas al asunto, de pensar que alejarme de ti sería lo mejor para mí... me he dado cuenta que...—el ojimiel se detuvo, preguntándose si era bueno confesar lo que le pasaba cada que tenía al rubio cerca.

"Sigue..." pensó Niall, deseando con todas sus fuerzas que no fuera nada negativo.

Malik tomó una profunda respiración, dirigiendo sus ojos hasta sus manos, las cuales sudaban por los nervios que lo carcomían por dentro. Horan caminó hasta él sólo para tomar su barbilla mientras estudiaba cuidadosamente la reacción del moreno. Miró sus labios primero antes de rodar sus ojos hasta esos cafés que lo enloquecían. Trató de calmarlo al acariciar las mejillas de Zayn, quien no dudó en refugiarse en esas manos, odiando y amando al mismo tiempo como lo hacían sentir protegido.

—Dilo por favor...—rogó Niall sin despegar sus ojos de los ajenos.

—Me di cuenta que estoy enamorado de ti, bastardo.

Eso fue un choque muy grande al pecho de Niall, quien lo miró unos largos segundos sin saber qué pronunciar. Se sentía abrumado, pues en las confesiones que alguna vez llegó a tener eran de chicas, pero simplemente las rechazaba y comenzaba a ignorarlas gracias al desinterés. Pero ahora no era el caso, se trataba de Zayn Malik, el hombre que se prometió a sí mismo tenerlo a su merced. Además, no iba a negar que sentía toda la adrenalina acumularse poco a poco. Miró que el morocho continuaba esperando alguna reacción, positiva o negativa, pero aunque fuera algo.

No tardó en sonreír de oreja a oreja. Tomó la cadera del otro varón para acercarla lo suficientemente cerca para pegar sus cuerpos. No tardó mucho en unir los labios que tanto le gustaban. Fue en ese momento que notó cuanto había extrañado al moreno, su roce, sus labios, su voz. Joder, era como un respiro luego de estar conteniendo la respiración por mucho tiempo. Malik le correspondió el beso sin chistar, viendo lo emocionado que estaba el rubio por tenerlo de vuelta en sus brazos.

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