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Ya cuando las clases terminaron ese día, era hora de descansar. Usualmente Niall iba a dejar a la casa a su novio o viceversa, así que hoy era el turno de Malik. Zayn caminaba concentrado en una llamada que tenía con su madre, Horan le encantaba molestarlo cuando eso pasaba, mordiéndole en cuello o lamiendo su oreja, incluso metiendo su mano bajo los pantalones del moreno con tal de sacarle un gruñido de deseo. Por ahora se conformó agarrándole el trasero. Zayn le pegó en la mano para que lo dejara en paz, Niall sólo le hizo un puchero inocente antes de continuar caminando a su lado. Todos los estudiantes ya ni les ponían mucha atención, su relación se convirtió en algo normal dentro del instituto. Bueno, no faltaban los envidiosos que querían a los chicos para ellos. La tarde delataba que el invierno estaba próximo a acercarse, y con eso las clases finales. En un año más ellos se graduarían para poder ir a la universidad. Horan atrajo los labios de Zayn a los suyos para saborearlos, eran sabrosos, eran dominantes, asimismo suaves y gruesos. El rubio se volvía loco cada vez que los probaba, cada roce que tenían para él era como un calmante, como una droga que no sabía qué existía, pero que ahora no podría dejar. El pelinegro se separó haciendo sonar un chasquido y unió sus frentes, podían sentir la respiración del otro, ambos con una sonrisa en sus rostros sin verse a los ojos. Niall se había sentado en la motocicleta de su novio y éste se había escabullido entre sus piernas, como eran de la misma altura no tenían problema. Mañana era sábado, era el día de poder estar solos, aunque siempre, desde hace meses que habían empezado con su noviazgo, aprovechaban los viernes en la noche para hacer algo entretenido.

—¿Quieres renaudar la cita de la película? —dijo en un susurro en el oído del moreno. Malik asintió.

—Me encantaría.

—Me desharé de Maura y...—el ojimiel le dio un golpe en el pecho, ganándose una risa burlona.

—No la molestes. —gruñó. —Ella no estorba.

—A mí sí. —dijo encogiéndose de hombros. Su novio le dedicó una mirada dura. —Ya, bueno, pero si te escucha gimiendo luego no molestes.

—¿Quién dice que soy yo el que gemirá? —lo retó, mordiéndose el labio. Niall bajó sus ojos unos segundos hasta donde los dientes del chico aprisionaban su labio inferior, sintió un tirón en el pene antes de tragar duro.

El problema de desearlo era ese, que lo deseaba tanto dentro suyo como también hundirse en él.

—O-Okay...—se aclaró la garganta. —Eso lo discutiremos.

Ambos rieron antes de subir en la motocicleta e irse lejos de ahí.

Como alrededor de las seis de la noche en la casa de los Horan se encontraban ambos varones. Cuando llegaron unas horas atrás Niall se sorprendió al encontrar su casa limpia, sin ningún rastro de botellas; sólo que ocultó su sorpresa muy bien y besó a su novio quien le dijo que todo lucía muy bello. Se habían duchado, ignorando el hecho de estar con Maura a unos cuantos metros. También habían ordenado pizza hace unos minutos para poder cenar; teniendo una discusión entre ver Rápidos y Furiosos o Avengers. Fue una larga pelea y un berrinche de parte de Niall para poder ver al Capitán América. Ahora ambos estaban acostados, Niall lanzó un colchón que tenía para cuando sus primos lejanos, unos de los pocos que lo querían, vinieran de visitas, trajo sus propias cobijas para poder cubrir a Malik y a él del frío que estaba azotando Reino Unido. Zayn estaba abrazando a Niall, con una mano sobre su pancita y la otra escondida en la pelvis del rubio, sin intención morbosa, sólo estaba calentito. Por el contrario, el rubio estaba bien acomodado entre las piernas de su novio, disfrutando del calor que le daba y las caricias que inconscientemente le provocaban cosquilleos.

Luego de darle reproducir, sus ojos terminaron enfocados en el televisor. Niall alzó una ceja al ver la sonrisa dibujada sobre el rostro del moreno, preguntándole con la mirada lo que su boca no decía. Zayn suspiró riendo un poco, eran vagos los recuerdos que tenía de haber hecho algo tan cursi con su ex novia.

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