RIVALS

24

Unas horas más tarde ambos chicos se encontraban besándose y desnudos. Las erecciones de ambos eran prometedoras y desde que eran unos desinteresados no les importaba estar calientes como dos adolescentes que eran con una enferma en casa. Niall le había pedido a Zayn que le hiciera el amor, no había notado todo el tiempo que llevaban sin poder disfrutar su intimidad gracias a los trabajos de la escuela o los problemas de ambos. Como sea, ahora el rubio succionaba lentamente la erección del moreno, delineando el glande con sus labios y pasando la lengua sobre este de forma envolvente. Las piernas de Malik se encogieron levemente gracias a la sensibilidad de sus nervios. Horan tomó la mano de su novio y la colocó en su cabeza; Zayn sonrió, acariciando ese cabello que le gustaba mientras que al mismo tiempo guiaba la cabeza de su chico de arriba hacia abajo sobre su miembro. El ojiazul podía sentir su propio pene palpitando de atención, sólo que estaba más concentrado en Zayn, en sus músculos contrayéndose, en lo bien que se veían sus tatuajes sobre esa piel tersa, del contraste de color que hacían ellos dos cuando Niall pasó su mano sobre el buen pecho de su novio. Horan abrió más las piernas del moreno y dirigió su boca hasta los testículos ajenos, primero los besó antes de introducirlos a su boca con una sonrisa, se sentían bien y el rubio podía jurar que eran deliciosos.

Zayn era delicioso.

Así continuaron, no había prisa, sólo disfrutaban uno del otro. Malik sintió que pronto estaría cerca, por lo que se apartó para dejar a Niall bajo su cuerpo. Sus labios se unieron una vez más en la oscuridad de la noche, la poca luz de la luna era lo que iluminaba sus cuerpos, pero era más que suficiente. Niall enredó sus piernas en la cadera de Malik, alzando su trasero para poder sentir esa potente erección rozarle su entrada, gimió repitiendo el movimiento, deseando sentirlo de una vez por todas. El ojiazul pasó una mano por el cuello de su novio, sin importar el hecho de que ambos tuvieran el mismo tamaño o la misma altura, él continuaba sintiéndose pequeño entre los brazos del moreno.

Zayn alineó su pene en la entrada de su novio, el condón era algo que no existía para ellos, pues no iban a admitir que amaban sentirse sin ningún plástico estorbando. Horan apretó los labios, haciendo el intento de relajarse por el tiempo sin intromisión. Malik se hundió por completo, atacando el cuello del de tez blanquezca. Niall sólo lo abrazó, disfrutando por esa boca que lo marcaba con tanto dominio, por ese miembro que lo hacía volverse loco en cuestión de minutos, por ese hombre que lo había atrapado en sus malditas redes. Gemía sin cesar en el oído ajeno, temblando por el placer que le generaba, no sabiendo cómo reaccionar a esos toques.

Las embestidas eran lentas pero lo bastante profundas como para mover el cuerpo del rubio sin descanso. Niall lo miraba a los ojos, el deseo plasmado en sus facciones mientras que el moreno le sostenía la mirada, viéndolo con un deje de dominancia, gracia y quizás un poco de cariño. Se le notaba a rabias lo mucho que disfrutaba estar con él, de tenerlo para él, sinceramente no se supo cuando Niall Horan logró convertirse en el mundo de Zayn Malik.

Practicaron todas las posiciones existentes, la noche era de ellos y nadie podía quitarles el momento. Fueron casi dos horas y media sin parar cuando alcanzaron el orgasmo; Zayn se corrió dentro de Niall con fuerza y el rubio salpicó el pecho de su novio sin querer queriendo. Ambos cuerpos sudorosos recuperaban la respiración mientras que ellos tenían una sonrisa de idiota sobre sus rostros. Niall estaba rendido sobre el pecho de Zayn, éste aún sin salir de Niall, el rubio escuchando la constante palpitación del corazón del otro varón. Estaban cansados, ese orgasmo les había tomado todas sus fuerzas, pero sin duda habían recordado una de las cosas por las que más se gustaban.

—La próxima serás mi pasiva. —rió Niall. Zayn besó su cien con diversión.

—Por sentir ese miembro, lo que sea.