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Todas las mujeres presentes se miraron entre ellas con cara de no poder creerlo. Estaban esperando el momento en el que Zayn estallara en risas y les dijera que sólo bromeaba, pero al parecer eso nunca llegó. Niall sintió sus mejillas colorarse cuando los ojos de su suegra se posaron sobre él con duda.

—B-Bueno...—dijo Trisha. —No diré que no me agarraste de sorpresa Zayn. ¿Habías tenido oculto a este guapo muchacho, eh? —sonrió para aligerar el ambiente.

—Soy Niall Horan, un placer. —dijo acercándose para estrechar la mano de la adulta.

—El placer es mío. —correspondió Trisha. Horan tomó su mano para llevarla a sus labios y darle un beso en el dorso. La mujer rió avergonzada. —Soy Trisha Malik, ellas son mis hijas: Waliyha, Doniya y Safaa. —dijo señalando a cada una de las hermanas del moreno.

Cabía decir que ellas eran muy hermosas, ya entendía por qué Zayn tenía su encanto. Sus padres hicieron un buen trabajo al hacerlo.

Horan las saludó con una enorme sonrisa y un movimiento de manos. Pronto conectó su mirada con la Malik del medio. Safaa no lo veía como que muy feliz que digamos. Sí bien, había olvidado el pequeño detalle de que intentó conquistarla para tener un par de rondas de diversión con ella. Una vez que la mandó a la porra por cambiarla por su hermano, no era algo de lo que podía justificarse. Así que sí, ella tenía todo el derecho de odiarlo.

—La comida se enfría, siéntense por favor.

Todos obedecieron. Ahora fue el turno de Zayn para correr la silla del rubio con tal de verde caballeroso. Horan le agradeció con una sonrisa, su boca se hacía agua cuando veía esa deliciosa comida. Sólo que las miradas de las hermanas de su novio empezaban a incomodarlo, especialmente la de Safaa, quien en serio no podía creer lo que miraba. Malik se sentó a su lado, besando su mejilla y acomodándose mejor para comer. Se sirvieron entre unas que otras palabras por parte del moreno y su madre. El ojimiel tomó el plato del rubio y le preguntó con la mirada qué se le antojaba para comer entre tantas delicias. Le señaló un trozo de la lasaña y la ensalada. Se lo sirvió con una sonrisa y besó la frente de Niall cuando le tendió el plato en la mesa. Joder, no es que no le gustara esos mimos, pero su sonrojo aumentaba cada vez más cuando Malik le demostraba un símbolo de cariño. Lo que no sabía era que el pelinegro lo hacía al propio sólo para ponerlo rojo frente a su madre.

Todos comenzaron a comer en silencio, por lo que Zayn supo que debía romper un poco el silencio entre ellos. Trisha los miraba sonriendo, ocultando perfectamente su sorpresa. Su hijo era gay, quién lo diría. O bisexual, no sabía, pero nunca se le pasó por la mente el hecho de que algún día traería a un hombre como su pareja. Desde donde estaba sentada podía ver que Niall era todo lo opuesto a su hijo, pues él era de tez blanca y Malik moreno, tenía los ojos azules y su hijo mieles. Era rubio y él con el pelo negro teñido ligeramente de rojo. Y aún así podía ver como su hijo lo trataba con delicadeza. Primera señal de romance.

—Tenías a Niall muy guardado. —sonrió Trisha. —Pero no te culpo, Zayn, con alguien tan guapo también quisiera mantenerlo para mí.

Horan rió avergonzado. Luego miró la sonrisa de aprobación de su novio.

—Aunque Zayn no cambia sus gustos. —esta vez habló Waliyha. —Las pocas que hemos conocido, todas son rubias y tienen ojos azules.

—Igual que Perrie. —dijo Safaa sin verlos. Malik gruñó.

—No es el momento para traerla a la conversación. —advirtió Zayn con cara de pocos amigos.

—No es de sorprenderse. —murmuró Niall. —A nosotros también nos encantan los morenos. —dijo como si él perteneciera al grupo de chicas que lo hacían.

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