Epílogo: Día 121

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Mi nombre es Montserrat y este es mi manifiesto de paz.

Hoy al fin he soltado mi pasado y el dolor que 121 días han traído. He decidido quedarme con el amor que me rodea y el que llevo dentro para vivir tranquila una vez más.

Mi nombre es Montserrat y por fin, después de tanto, con las manos temblorosas y el pecho abierto soy capaz de decir que a mi guerra interna le he puesto punto final.

Me ha generado destrozos, me dolió hasta el alma y sentí que rompieron todo lo que había dentro de mí pero ya me cansé de sangrar con juegos mentales internos en los que caigo al bajar la guardia. Sé que será un reto reconstruirme pero tengo que trabajar en mis debilidades sin cansancio.

Elijo la calma de mi corazón por sobre todas las cosas. Elijo verme crecer con la cara en alto. Elijo ser mi propia revolución.

Mi nombre es Montserrat y me rompieron el corazón hace cuatro meses. Hace tres meses sufría, hace dos meses me dolía, hace un mes empezaba a sonreír y hoy lo celebro porque de eso se trata la vida: cambio.

Quiero hacer un brindis por los corazones rotos. Para que nunca nos dejen de enseñar todo el amor que somos capaces de dar. Y un último brindis por mi primer amor, para que nunca deje de cambiar.

Mi nombre es Montserrat y mi revolución acaba de empezar.

Los Días Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora