Día 24

46 3 1
                                    

Supongo que fue el hecho de que volvieras y te fueras tantas veces el que hizo que abriera los ojos y me diera cuenta de que la magia se había acabado.

Me dolía el corazón, el cuerpo, la cabeza pero también estaba experimentando algo que no entendía y me estaba desconcertando más de la cuenta.

Sabía que con las acciones de la noche pasada te habías encargado de poner punto final a cualquier especie de sentimiento y extrañamente estaba agradecida.

Tal vez muy dentro de mí sabía que regresaba tratando de recuperar todo lo bueno que fuimos pero después de tantos tropiezos nos terminamos convirtiendo en personas diferentes. Puede que ya no sea la persona que necesites y aunque me duele esa idea no puedo hacer nada al respecto porque es nuestra realidad; puede que incluso necesite algo diferente en mi vida cuando esté lista. Quizás ambos necesitemos algo más que no podamos hallar en nosotros mismos y no está mal, es parte de crecer y hasta ahora lo pude comprender ya que esa sensación que no entendía, aquella que venía combinada con el dolor de pecho, cabeza y demás era el primer destello de paz que estaba sintiendo después de tanto llorar.

Los Días Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora