Fénix "INCENDIO 1" (Borrador En Edición)

Sinopsis

¿Que pasa cuando algo o mejor dicho alguien destruye tu vida y tú futuro?
¿Que ocurre cuando te destruyen en mil pedazos y te dejan roto para que nunca te puedas reparar?

Todos los días pasan cosas horribles a personas que no lo merecen, cosas que los cambian para bien o para mal, eso me pasó a mí. Cuando me destruyeron lo hicieron por completo, todos mis sueños, mis esperanzas y la inocencia de una niña que solo quería ser feliz

Derrumbaron mis cimientos como quien derrumba un castillo de arena

Pero no voy a auto compadecerme, no le serviría de nada porque con eso no cumpliría mi objetivo. Voy a mostrarles porque no hay que subestimar a un enemigo por muy pequeño que parezca y que cometieron un enorme error al meterse con Fénix

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—¡Eres una maldita zorra! Te voy a matar eso te lo juro —el desgraciado me escupe en la cara y yo rio limpiándome con el dorso de la mano

«Que asco...»

—Verás, lo de maldita zorra no te lo discuto, pero lo de que me vas a matar... —niego con la cabeza divertida ya que la situación me parece patética— No se va a poder —le apunto con el arma en la cabeza de nuevo, cierra los ojos con miedo, pongo el dedo en el gatillo, pero se me ocurre una mejor idea—. No, ¿Sabes que?... así es muy aburrido

—Maldita , mátame de una vez —me grita y parece que ya se resigno

—No, te estoy diciendo que así es aburrido. Mejor vamos a jugar algo

—Eres una enferma termina ya con esto —me suelta con odió

—¿Crees que me importa lo que alguien como tú piense de mi?— niego con la cabeza haciendo una mueca— Con todo y eso te voy a dar una oportunidad De vivir —me mira con cara de confusión—. Te explico, el juego es el siguiente: yo voy a contar hasta 10 y tú vas a correr todo lo que puedas, yo voy a disparar una vez y solo una vez —hago énfasis en eso—, si fallo y quedas vivo te dejo libre y sin deudas pero si no fallo... Bueno ya sabes que va a pasar

—Hija de puta ¿Como puedes jugar así con la vida de las personas? —le doy un golpe con el arma y grita moviendo la cabeza con el golpe

—No vuelvas a insultar a mi madre imbécil, eso sí no te lo permito —le suelto sería, pero luego le vuelvo a sonreír—. Bien que empiece el juego... Uno, dos —y empieza a correr, corre rápido para estar tan golpeado y débil, supongo que es el sentido de supervivencia del ser humano— Seis, siete, ocho —ni siquiera estoy contando rápido pero para cuando estoy terminando ya lleva unos 10 metros, debió ser corredor de maratones en algún momento de su vida— Nueve y díez... —digo el último número con más lentitud de la que debería y disparo...