G se encontraba terminando una llamada mientras terminaba de vestirse.
Estaba a solo un roce de quitarle la bata y empotrarla en esa cama, había perdido el juicio, deseaba demasiado a esa chica, más de lo que había deseado a otras chicas, tomo unos minutos para pensar la situación, estaba sufriendo demasiado con el tema, y pensando más de lo debido, la solución era simple. Un poco de seducción, una noche sin ataduras con ella y todo esto habría pasado como un simple resfriado común, solo tendría que ser un poco menos directo, ya que por lo visto __ no iba ahí en horas laborales, así que haría que esto fuese más casual, finalmente recompensaría a la chica por los servicios.
- Que humillación – Dijo __ mientras salía de la habitación encaminándose a la salida. Estaba dispuesta a salir corriendo sin ver el rostro de G, no podía soportar la vergüenza que había pasado en ese momento con el
- ¿A dónde vas? – Dijo G que se encontraba justo detrás de ella
- A tomar mi tren
- Tu tren sale en un par de horas, no creo que este ahorita esperándote – Dijo en tono burlón
- Puedes que tengas razón, pero mejor estár ahí que aquí – Finalizo completamente afectada por la situación mientras que se giraba para dar fin a esa velada
- No puedes irte aun, me lo debes – Se apresuró G mientras tomaba de su muñeca, sintiendo de nuevo la descarga eléctrica y satisfactoria que tenía cuando rozaba con ella
- ¿Te lo debo?
- Sí, me asustaste – Tomo un tono dramático -. Y mi corazón pudo verse afectado por el susto
- ¿Es enserio? – Dijo __ enarcado la ceja mientras ponía su mano derecha en la cintura – Debes de estar bromeando
- ¿Quién sabe? Nunca lo sabremos – Se encogió de hombros -. Además, ya pedí la cena, no has comido nada, así que come y puedes irte después
- Wow, ¿Tan desamparada y pobre me vez? ¿Crees que necesito de tu caridad?
- No, sé que puedes cuidarte y mantenerte sola, solamente estoy siendo amable contigo porque me apetece – Dijo afectado por el rechazo
- Muchas gracias por tu hospitalidad, pero es mejor que me vaya.
Estaba por encaminarse hacia la salida, cuando se escuchó como tocaban la puerta de la misma, G por su parte dejo que pasara el monstruo que tocaba, entrando con un carrito, al verlos tomo del carrito y mostró los platillos, esperando la aprobación del esqueleto, el cual con un solo movimiento de su cráneo aprobó, se dirigió hacia una mesa que se encontraba cerca de un ventanal y dejo los platillos, mientras se dirigía a la salida despidiéndose de nuestros protagonistas.
El olor era magnifico, nadie en su sano juicio diría que no a ese olor, o eso se decía __ para justificar el por qué se había girado y encaminado hacia la mesa, ¿Qué pueden juzgar? Los circenses adoran la comida, adoran los sabores de la vida, y ese era un olor que prometía un sabor exquisito, no se esperó en preguntar si podía descubrir los platillos, tomo de las tapas y abrió, descubriendo delicias que en su vida había visto, se sentía como perro en experimento, salivando y deseosa de probar lo que se veía en esos platos.
- Es una lástima, la comida se enfriara y sabrá mal, o tal vez se tire
- ¿Tirarla? – Lo miro sorprendida
- Si – Se encogió de hombros mientras se acercaba a la mesa, y veía los platillos -. Estos lugares tiran los alimentos que dejas, y si dejas todos estos platillos – La miro mostrando normalidad -. Son desechados
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Una Simple Historia GasterSansxLectora +18
FantasyUn príncipe... Una cirquera... Un evento que los une Pero... ¿Que los une? Adentrémonos a un mundo de fantasía y veamos esta simple historia