Capítulo 17

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- ¡Cásate conmigo! – Grito Nice Cream mientras sostenía con fuerza las piernas de __-. No te vayas, no tengo gran fortuna, pero nunca te faltara nada.

- No puedo... - Dijo ligeramente apenada-. Sabes que no me gustas.

- Ay hija – Dijo la señora conejo mientras tomaba de las mejillas de __-. Te vamos a extrañar, ya no puedo pedirte que te quedes... entiendo que no puedas casarte – Abrazo cariñosamente a __, mientras ella respondía el abrazo gustosa-. Cuídate pequeña, no olvides visitarnos, o enviar una carta de vez en cuando, mejor me voy antes de que esta vieja coneja comience a llorar – Finalizo mientras le daba un beso en la mejilla y se retiraba.

- Señora conejo... - Dijo __ viéndola irse-. Ya se fue.

- Bien – Se levantó Nice Cream-. Hice todo el drama que quería mi madre, que no diga que no lo intente.

- Hahahaha de hecho, esta vez te doy puntos por el drama en el piso, eso me dejo impresionada.

- Entonces, si te iras...

- Si... Ayer fue mi última noche en el trabajo, curiosamente la casera me dijo que no dijera nada de mi partida – Miro a Nice Cream-. Creo que se por que.

- El teatro era para mi madre, igual quiero que te cases conmigo... - Tomo sus manos-. Era verdad lo que dije, no tengo la gran fortuna o un título, pero nunca te faltara nada quedándote a mi lado.

- Algún día encontraras a una bella mujer – Dijo apretando las manos de Nice Cream

- Bueno – Se encogió de hombros mientras soltaba las manos de __-. Una cosa importante sobre la vida; dejar libre y feliz al ser que amas – Puso su mano en la cabeza de __ mientras la despeinaba-. Y desearle su completa felicidad.

- Gracias por todo.

___ se despidió de su amigo, prometiendo estar en contacto, sintió nostalgia al verlo irse y pensar en los pocos pero maravillosos momentos que vivió en ese lugar, era cierto que amaba viajar y amaba conocer a todo tipo de personas, pero el poco tiempo que vivió en un solo lugar, le lleno de alegría. Era mejor irse y no despedirse, si no habría mucho llanto, no quería hacer eso, pero la casera le dijo que sería lo mejor.

Tomo sus cosas, debía tomar un barco, para llegar a la isla que contenía el hangar con las naves, se despidió de pocos amigos y de la casera y se dirigió al barco que estaba a punto de zarpar, parada ya en el barco, tomo un poco de tiempo para admirar el camino mientras iba en el barco, tomaba en cuenta que toda su vida dio un vuelco desde que conoció a aquel esqueleto. Después de tiempo de reflexión desde que se escapó, llego a la conclusión de seguir adelante, costara lo que costara. Mama Oddie tenía razón, parte de crecer es llevar cicatrices, pero con las mismas aprender de ellas.

- Señorita – Dijo una voz cerca de ___.

- ¿Papyrus? – Dijo completamente sorprendida -. ¿Pero qué haces aquí?

- ¿Es una sorpresa que venga en uno de estos barcos? – La miro enarcando su cuenca.

- Siendo sincera... sí. Tienes un barco y navío y todas esas cosas de una persona que no necesita ir en un barco de carga.

- A veces vengo en este tipo de barcos para evitar ciertos... inoportunos – Miro a __-. Lo que me parece curioso, es verla a usted en este barco ¿A caso ya no la veré en la taberna?

- No – Dijo tristemente mientras miraba el suelo, tomo un poco de aire y miro el mar que acompañaba a esas personas-. Temo que mi tiempo en Sari ha terminado, es momento de seguir mi camino.

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