Las de la foto son Maka ( blanco) y Mara (negro)...
Mi nombre es Abraham Fernández de la Roca, soy el único hijo y heredero del imperio Romano y cuando digo Romano me refiero a los burdeles de mi padre ya que su nombre es Roma y tiene cinco en diferentes lugares del país, yo les diría prostíbulo pero según mi padre un prostíbulo es un lugar donde las mujeres trabajan contra su voluntad, ya sea porque son secuestradas, amenazadas o traídas al país bajo una mentira, en cambio el tiene todo legal, tanto las mujeres como los hombres trabajan por voluntad propia, se les paga un sueldo y les da cobertura médica, por lo que es un burdel, yo no suelo ir, no soy amante de ese tipo de lugares, pero para mi mala suerte dos de mis mejores amigas trabajan en "Roma 1" y cumple años una de ellas y si no voy me cortará las pelotas.
Y le creo.
Mi vida por otra parte es más tranquila por decirlo de alguna forma a diferencia de mi padre, él trabaja por la noche al ser el encargado de Roma 2 y 3 y yo durante el dia al tener dos imprentas y tres talleres mecanicos, pero no se confundan no soy el típico nene de papá, admito que mi relación con mi padre es excelente, porque también es mi mejor amigo, pero la relación con mi abuelo paterno Jonathan era más que excelente, no se como explicarlo, parecíamos esos amigos que con solo mirarse ya sabían lo que pensaba el otro, teníamos los mismos gustos para la música, la comida y lugares preferidos... los cuales eran cualquiera en el que esté la abuela Nora. Es por eso que cuando el cáncer se lo llevó aunque fue muy duro para mi, no me permití venirme abajo porque yo le juré que me ocuparía de mi abuela y eso hice y aún hago, por lo que manejo sus dos imprentas dándole las ganancias de la más importante a mi abuela y la de la otra me lo quedo yo, con respecto a los talleres mi padre me a ayudado con el primero como regalo de cumpleaños cuando mi abuelo aún vivía y con el pasar de los tiempos lo he agrandado y he abierto los otros.
En qué piensas mi niño?...
Mi abuela Iris llega sentándose frente a mí clavando sus hermosos ojos celestes y mirándome con una dulce sonrisa, ellos han estado juntos desde la secundaria y aunque no fue fácil para ellos ser feliz al ser mi abuelo el chico popular y rudo de la escuela lo lograron, porque ella finalmente logró ponerlo en eje el dia que le dijo que estaba embarazada, no fue fácil, no fue un cambio rotundo, no fue algo de un dia para el otro, pero a pesar de todo se amaban, por lo que ella una tarde que el no llego para llevarla al médico lo puso entre la espada y la pared diciéndole que o maduraba o se iba a Uruguay a la casa de su tía, eso hizo un click en mi abuelo, estar lejos de la única mujer que amaba y de su hijo era algo inaceptable para él por lo que ese mismo dia le pidio matrimonio con un aro de cebolla pequeño, al otro día comenzó a trabajar para su tío en la imprenta, después de unos años este murió dejándole todo al no tener mujer e hijos y como a mi abuelo le gustaba innovar todo el tiempo, la empresa creció, hasta abrir la segunda, como soy igual a mi abuelo e pensado en abrir otra pero mi abuela se niega diciendo que eso seria mas estres para mi en un futuro, porque al ser único nieto estas quedarían para mi, por lo que no insistí más.
Estaba pensando en lo bella que te ves aún....- contesto dejando mis pensamientos a un lado y enfocandome en ella.
Deberías de agradecerme, gracias a mi es que eres tan bello tesoro....- ambos reímos, tiro mi cuerpo hacia adelante en la silla de madera y mimbre que soporta mi peso cada vez que vengo a verla y tomamos algo en su amado jardín de invierno construido por mi abuelo especialmente para ella y beso su arrugada mano la cual descansa sobre las mías.
Gracias hermosa...
Basta de zalamerías y dime como estas...
Igual abuela...
Debes vivir hijo, a tu abuelo no le hubiera gustado ver el hombre en el que te convertiste...- la miro y su ternura se esfumó dejando a la preocupación en su lugar.
El no lo hubiera visto si estuviera aquí...
Pero eres joven mi niño, la vida no se terminó cuando tu abuelo murió, sino mira a tu abuela Nora...- es verdad, ella no se dejó devastar por el triste recuerdo del fallecimiento de mi abuelo, le prometió que seria fuerte y cumplio por suerte.
Lo se, pero tu tampoco sales abuela...- me burlo.
Pero porque apenas puedo caminar y porque me rehuso a usar una silla de ruedas....- contesta enojada.
- que tu padre agradezca que uso este palo aquí dentro...- me aguanto la risa para que no se enoje conmigo.
Pero asi podrias visitarnos... o podríamos salir a dar una vuelta...
Es verdad, extraño nuestros paseos...- mi sonrisa desaparece otra vez, ante el recuerdo de esos tiempos felices donde toda la familia se reunía cada fin de semana para pasarlo juntos.
Ahora ya no porque es tarde, pero mañana podríamos salir...
Es una cita?...- la miro divertido.
Ahora que dices cita tengo una hora para alistarme, tengo control con el traumatólogo...- me habla levantándose y enseguida me levantó tomándola del brazo.
Te ayudo...
Si no fuera porque ese doctor es muy guapo no iría...
¡¡Abuela!!...- la reto riendo y ella me copia.
Es la verdad, tiene unos hermosos ojos celestes, cabello castaño por sus hombros y físicamente es parecido a ti...
Wauuu lo has observado...- la miro asombrado.
Los ojos están para mirar hijo...- cuando llegamos a la puerta del jardín de invierno con ella tomando mi brazo y yo con mi mano libre sobre la de ella, al llegar a la puerta del jardín vemos venir a Carolina.
Ya se va señor?...
Si Caro tengo cosas que hacer...- dejo un beso en su mejilla.
Caro tráeme el paquete por favor...
Enseguida...- nos quedamos en el lugar hablando de otras cosas hasta que vuelve y cuando lo hace trae un bolsa violeta brillante.
Esto dáselo a mi princesa y dile que tienen olvidada a esta vieja...
Se lo diré abuela...- beso su mano, luego su frente y me despido de Caro con la mano de camino a la salida.
Una vez fuera, me coloco las gafas de sol y me subo a mi auto, voy a la casa a ducharme, a sacarme este maldito traje y luego al burdel, seguramente llegaré sobre la hora otra vez pero me perdonarán cuando sepan de donde vengo.
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El Chico de Tacón Rojo
RomanceMirco es un chico que ama bailar y lo que menos le importa es tener que vestirse de mujer para hacer lo que le apasiona, con lo que no contaba es que Abraham entre en su vida...