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Abraham...

Estaba revisando mis redes sociales cuando el doctor entró junto con otra chica y detrás de ellos mis padres.

Buenas tardes Abraham...- saluda la doctora.

Buenas tardes a todos...

Hola ¿ como te sientes?...- Esteban.

Perfecto doc ya quiero irme a casa...- contesto una vez que llega a mi lado.

Hola hijo....- saludan mis padres, mi madre besó mi mejilla y mi padre choca puños conmigo.

Tus padres están aquí porque finalmente te irás a casa, este es su alta....- le pasa unos papeles a mi madre.

- también están ahí los turnos para los controles conmigo y con el doctor Steven...

Quien es ese?...- pregunta mi padre.

Es su traumatólogo....

Ok....- contesto no muy seguro de si debo o no preguntar si es Mirco, no quiero parecer confianzudo, pero tampoco quiero que me atienda otro que no sea el.

Una última cosa, respeta los dos meses de reposo absoluto y sal de casa solo para venir a los controles, ¿ puedo confiar en ti?...

Tranquilo doctor, yo me encargaré de eso...- todos miramos hacia la puerta encontrándonos con mi abuela Nora y Carolina en la puerta.

Hola hermosa....

Hola mi príncipe...- besa mi mejilla cuando llega a mi lado.

- vine porque tenía control con mi doctor y me desvíe cuando me enteré de la noticia por tu padre, solo vine a avisarte que algunas de tus cosas están en tu antiguo cuarto y no acepto peros, nos vemos mas tarde cariño, ahora me voy...

Saluda a todos con la mano y se va sin darme tiempo a decir nada, cuando quiere camina rápido la maldita tramposa, una vez listo y con esa enorme bota negra la cual será mi compañera los próximos seis meses nos vamos, veo a lo lejos hablar a Mirco con otro doctor que le muestra algo en la tableta que sostiene en sus manos pero no me animo a llamarlo por lo que continuo mi camino, una vez en casa de la abuela y con poco humor no solo por no estar en mi casa sino porque no me pude despedir de Mirco, prendo la calefacción al estar un poco fresco, me saco la remera, el short con mucha dificultad, me acuesto y me duermo enseguida.

........

Siento mi pelo ser corrido de mi cara, en forma de caricia y lentamente comienzo a abrir los ojos encontrándome con un par de ojos celestes mirándome.

Buenas tarde-noche, eres la primera persona que veo que con bota igual duerme boca abajo....- trata de no reír.

Cuando se trata de dormir no me importa nada....

Ya veo...- mira hacia la tele de repente y cuando me miro estoy casi todo destapado, al darme vuelta la sábana se bajo toda dejándome al descubierto casi en mi totalidad.

Ya puedes mirar....- le aviso pero me ignora y sigue mirando la tele que había dejado prendida en el canal de música.

Te identificas con la letra?...- pregunto al ver al cantante de Los auténticos decadentes cantando un osito de peluche en Taiwan.

Un poco, digamos que si...- me mira y trago nervioso, le diría que somos dos pero me evito preguntas incómodas.

Ok?... cambiando de tema, ¿a qué debo tu visita?...

Te molesto?...

No para nada, solo me sorprendió.... refriego mis ojos mientras contesto.

Me olvidé de darte las placas y se las quise dar a la abuela pero ella me dijo que había hablado con tu padre y que le había dicho que te dolía mucho la pierna, lo que me pareció raro pero igual me tomé el atrevimiento de venir, va, prácticamente me obligó y cuando te vi dormir muy tranquilo algo me dijo que no era cierto o ya no te dolia... pero ya estaba acá...

Es una vieja mentirosa, no le creas nada....- finjo enojo pero el me miro con la misma cara que la otra vez.

¡¡No le digas así!!...- levanto mis manos en señal de rendición.

Solo lo digo bromeando, no soy de esos nietos que tratan mal a sus abuelos, yo amo a mis abuelas...

Yo también te amo cariño....- miramos hacia la puerta donde está con Carolina y mi madre, las cuales se están aguantando la risa no se porque.

-les trajimos la cena....- ambas caminan hacia nosotros con las bandejas que traen en sus manos.

Doctor le conviene sentarse aquí para no quemarse y apoyar mejor la bandeja...- se la deja a un costado de mi cama el cual nunca ocupo, el me mira y las otras tres a nosotros.

Por mi no hay problema, son las ventajas de tener una cama de dos plazas... ¿eso es Omelet?...- pregunto emocionado.

- y de verdura...- finjo emoción al ver el plato de cerca, mi cara de asco es notoria pero me ignoran, hago un gesto despreocupado obviamente fingido cuando me mira no muy seguro y se sienta a mi izquierda en la cama.

No era necesario abuela, yo ya me estaba por ir al ver a su nieto perfecto....- la mira con una ceja levantada.

Tu también piensas que es perfecto?...- pregunta haciéndose la tonta y la miro sorprendido.

Me refería a que estaba sin dolor, por eso me estaba por ir...

Eso lo veo un poco imposible....- habla Caro.

Por?...- preguntamos mirándonos y luego miramos a ella.

Por el tiempo, miren....- contesta mi madre abriendo las cortinas y ambos nos sorprendemos al ver el viento que hay afuera, las baja y mi abuela sonríe lo que me parece sospechoso.

- son las ventajas de las paredes anti ruidos que puso mi suegro....- dice mi madre llamando nuestra atención.

Es por eso que te ise meter el auto bajo el techo, bueno ahora coman...- se va sin darnos tiempo a contestar y con Mirco nos quedamos solos y sin saber qué decir.

Tienes problema con quedarte aquí?...- me mira con una ceja levantada y me tenso.

- me... me refiero a la casa de mi abuela no mi cama....

Y porque no en esta, se ve cómoda...- dejo mi tenedor a medio camino y lo miro.

Te la daría encantado, pero no puedo subir las escaleras y....

Yo no dije que te fueras...- siento mis mejillas arder de repente y pestañeó varias veces para volver a la realidad.

Emmm si, porque no... yo no tengo problema, en que diermas digo duermas conmigo...

Eso suena bien y porque tan nervioso, ¿tienes miedo de que te haga algo?...- comienza a acercarse y me pongo más nervioso, la boca se me seca, mi pulso va a 200 y cuando creo que me va a besar se detiene.

- si no te calmas te va a dar algo...- puedo sentir su aliento chocar contra mis labios cada vez que habla y eso me pone ansioso.

No.... no puedo...- dejo de mirar sus labios y lo miro a los ojos.

- si estas.... cerca...- sonríe de lado y hago un esfuerzo descomunal para no babear y quedar como estúpido.

Probemos si esto te calma...- corta la distancia que quedaba entre nosotros uniendo nuestros labios en un beso lento y lentamente mi nerviosismo comienza a disminuir pero en su lugar aumentan mis ganas de querer más del beso y cuando digo más es que no me alcanza con un tierno beso, quiero uno como en que me dio en la clínica, uno de esos que te corta el aliento, un beso como el que nunca me dieron... hasta que llegó el, termina el beso y pasa su dedo por el borde de mi labio secando los restos de baba.

Que?...- pregunta al ver que no me corro.

Ahora me das uno como el del hospital?...- sonríe y se corre.

Si te comes todo si...

Pero....

Sera tu recompensa...- me interrumpe y comienza a comer, yo muy a mi pesar hago lo mismo, todo sea por un buen beso, lo bueno de todo esto aparte de la recompensa es que la comida estaba buenísima si olvidó que tenía morrón y acelga, los cuales odio.

El Chico de Tacón RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora