Vivo en un bonito edificio en el centro de Austin. Mi departamento es tipo estudio. No hay divisiones entre la cocina, la sala y mi habitación. No me quejo. La decoración del interior es moderna y femenina. Muebles de cuero blanco. Piso de madera clara. Plantas y adornos por todos lados. Logré instalar una tina en el baño antes de mudarme. La luz entra por los amplios ventanales cubriendo todas las paredes, los cuales podrían resultar intimidantes si no tuviera un sistema de persianas. Mi escritorio se halla de espaldas a ellos para que pueda disfrutar de la claridad mientras trabajo. No tengo ninguna cita pautada para hoy en la oficina, por lo que decido pasar el día en casa dibujando. Tras levantarme, apagar las velas y darme una rápida ducha tibia, entro en una camiseta ancha que a veces uso para andar en casa. Me preparo el desayuno, un tazón de cereal de Oreos y leche, con el cabello mojado. Antes de acercarme a mis planos, enciendo mi estéreo. Mientras organizo mis materiales, tatareo Without Me de Halsey e inevitablemente mi mente piensa en Tanner Reed.
Me gustaría ser más fuerte para hacer sentir a Halsey orgullosa.
Me gustaría haber podido romper los lazos con Pauline y con él en algún punto de los pasados cinco años, pero siempre que lo intentaba terminaba en desastre. Llegó un punto en el que simplemente dejé de hacerlo. También están esos pensamientos. Sé que me hacen quedar como una amargada envidiosa, pero nunca he podido parar de oír una voz en mi mente diciéndome que yo lo podría hacer mejor.
Que nosotros nos podríamos ver mejor.
Que, finalmente, él se dará cuenta.
Después de que se graduó de la universidad, dándome espacio para respirar, lo que sentía se volvió más que todo platónico. No dejé de vivir y de obtener nuevas experiencias debido a él, pero mis sentimientos realmente nunca se adaptaron a nadie más. Se suponía que se mudarían a un rancho en el campo una vez Pauline saliera, pero al final decidieron quedarse en Austin por los negocios y socios de Tanner. Yo no los perseguí. En realidad estaba aliviada de no verlos nunca más. El problema fue que me dijeron que vivirían aquí demasiado tarde. Para entonces ya yo había invertido todos mis ahorros en conseguir mi oficina, registrar mi propia empresa de diseño, obtenido los permisos y tomado un préstamo de mis padres para comprar mi estudio. No podía simplemente enviarlo todo a la basura por un corazón roto.
Mi carrera es lo único que lo opaca.
Y aunque he tratado de mantener la distancia, Pauline no parece captar el mensaje, necesitándome constantemente para ayudarla a tomar decisiones. Preparar su boda. Construir su casa. Elegir sus sábanas. Lo que me gusta de ella es lo transparente que es, todo lo contrario a mí, deseando a su esposo mientras diseño su hogar, pero es muy básica e ingenua para su propio bien.
Me pregunto si eso es lo que lo alejó.
Cómo me sentiría de descubrir que ahora no debo sentir envidia de ella, sino de una cualquiera que arañó su espalda. Si está bien sentirme traicionada por eso. Hago una mueca mientras termino los detalles de la cocina de su ático. Ya que quiero aprovechar la claridad que entra en este al máximo, decidí que el piso sería completamente blanco, de mármol, si es posible, pero los muebles negros, como él, y caoba. Algo con aire a un club de esgrima de caballeros y una suite presidencial en un lujoso hotel. Contará con electrodomésticos de alta gama, pero también quiero poner un par de elementos antiguos en ella. Un horno de pan. Un extractor de humo de acero inoxidable. Como es un bebedor, un refrigerador especial para botellas y una extensa copera.
Me siento satisfecha con el resultado.
Masculino, pero a la vez cálido.
Como no poder decidirte entre su brillante sonrisa, la cual te hace pensar que es demasiado bonita para ser real, y su mirada intensa y arrogante. Incluso desagradable. Como un chico, un hombre, con un exterior hermoso, pero un interior que deja ver en su mirada, la cual te advierte que no es tan agradable como parece. Ya que he avanzado bastante con su proyecto en muy poco tiempo, lo dejo de lado e intento concentrarme en completar los demás, pero mi mente instantáneamente vuelve a su ático cuando presiono mi lápiz sobre el papel. No puedo decirle que no a la inspiración, eso sería sacrilegio, así que termino con los bocetos del primer piso alrededor de las ocho de la noche, estableciendo un nuevo record.
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Tanner Reed © (Impostores #1) EN LIBRERÍAS
Romance«Yo lo vi primero». «Yo lo tuve primero». Eso es lo que pienso cada vez que veo a mi amiga besar a su esposo frente a mí. Cada vez que él le ha sonreído y murmurado cosas en su oído a lo largo de los años. Conocí a Tanner durante una fiesta universi...