Capítulo 13:

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El viaje de la fraternidad a mi edificio transcurre en silencio. Gordon no dice ni una sola palabra y yo tampoco, concentrándome en exceso en el peso del six pack de bebidas alcohólicas en mi regazo. Una vez se estaciona, prácticamente salto fuera de su auto porque realmente no quiero más problemas. Sin realmente sonar egocéntrica, las cosas son como son. Los hombres rara vez son fieles y lo último que necesito es que me mire de la manera equivocada y tenga que cambiar de habitación de nuevo. Moriré si me apodan como la roba novios del campus.

─Gracias, Gordon ─suelto escandalosamente rápido.

Luego de cerrar la puerta de su Audi, corro hacia el interior del edificio. Me siento desgraciada y arrepentida de haber aceptado venir con él, como si hubiera estado haciendo algo malo sin haberlo hecho, cuando el ascensor no desciende lo suficientemente rápido y me veo obligada a compartirlo con Gordon. Sin embargo, el alivio me recorre cuando se dedica a mirar su teléfono y a teclear en él en lugar de prestarme atención.

Pero el alivio dura hasta que llego a mi habitación.

Tras verme entrar en ella con su novio tras de mí, Anahí se levanta de su cama con expresión más que enfurecida, todavía llevando su uniforme del equipo de voleibol. Su mirada es sumamente furibunda. También disgustada y asqueada cuando se enfoca en mí con las manos puestas sobre sus amplias caderas.

─¿Qué se supone que haces con mi novio?

Miro a Gordon en busca de ayuda, pero este solo se encoje de hombros mientras continúa viendo la pantalla de su teléfono, una sonrisita satisfecha, placentera y conocedora en sus labios.

─Intenté decirle que se mantuviera lejos ─dice mientras niega como si no le creyera─. Pero sabes cómo son, nena. Siempre tan sedientas y necesitadas de la atención que no tienen.

Al momento en el que las palabras salen de sus labios, empiezo a retroceder sin poder creérmelo. Esto debe ser una especie de broma de mal gusto. Cuando Anahí empieza a avanzar hacia mí con expresión asesina, niego con vehemencia, mis brazos apretando con fuerza el six pack. Gordon está desquiciado. Nunca le he dirigido ninguna mirada malintencionada desde que supe de su existencia. Al alzar la vista hacia él, veo que ahora nos mira con diversión, sus brazos cruzados por encima de su pecho.

─Anahí, él está mintiendo, yo...

Mi intento de defensa se ve interrumpido tanto por ella como por el golpe de mi espalda contra la puerta. La chica que antes lucía como una simple perra, ahora se ve como una maniaca. En ese momento es que entiendo el por qué la mujer de la distribución de los dormitorios me dijo que mi nueva compañera era problemática.

─¿Querías follarte a mi chico, Savannah?

Trago mientras niego, odiándome por verme nerviosa porque podría pensar que sí lo quería cuando la verdad es que estoy deshaciéndome por dentro debido a que aunque no quiero a Gordon, las acusaciones de Anahí no son tan lejanas a la realidad.

Sí quiero al novio de alguien más.

Solo que no al suyo.

─No ─respondo, pero ni yo misma me lo creo porque mi mente en este momento está en Tanner y siento como si Pauline fuera la que estuviera frente a mí, no Anahí, mis mejillas rojas.

Al ver la evidente vergüenza en mi rostro, esta alza la mano para abofetearme, pero alzo las latas de smirnoff de manzana y estas son lo que su mano golpea, no a mí. Anahí grita mientras la aprieta contra su pecho. Echándole un vistazo a Gordon, descubro que está mirándonos sobre la cama de esta con una sonrisa en los labios, sus brazos cruzados bajo su cabeza. Dejo escapar un chillido indignado cuando Anahí vuelve a atacarme. Esta vez arroja las bebidas alcohólicas de mis manos antes de ir por mi cabello. Nunca he peleado con una chica con un chico, no físicamente, al menos, por lo que no le devuelvo ninguno de los golpes. Ellos tienen serios y perturbadores problemas.

Tanner Reed © (Impostores #1) EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora