Capítulo 34

9K 730 662
                                    

MINA

Iba camino a casa, eran alrededor de las seis de la tarde, estaba exhausta visto que había tenido que quedarme un tiempo extra en el instituto para presentar unas pruebas.

Busqué las llaves en mi bolsillo trasero y me dediqué a abrir la puerta, al dejarla abierta por completo y adentrarme a mi pequeño departamento noté como una especie de neblina blanca inundaba cada rincón de este, sin mencionar el desagradable olor.

— ¿Qué demonios? — me pregunté a mí misma mientras agitaba mi mano para ahuyentar el olor.

Iba camino a mi habitación cuando pude descubrir la fuente de todo ese desastre, el olor a muerte provenía de la cocina y aquella cosa blanca de igual manera, al verificar el porqué, noté que esta mañana al terminar mis panqueques no había apagado por completo la cocina, por suerte la hornilla estaba totalmente apagada «de no ser así este lugar estuviese en llamas» lo cierto era que, todo esto parecía ser una fuga de gas

¿Que se suponía que debía hacer? Era obvio que el gas es inflamable y al encender un solo fósforo o algo así, todo el lugar estallaría.

— Soy una tonta — me reproché a mí misma.

Decidí abrir las ventanas para dejar salir aquel horrible aroma que me asfixiaba y apagué por completo la cocina, no podía pasar la noche ahí.

Pensé qué hacer y fuí hacia mi habitación, busqué algunas cosas y las guardé en un bolso, también tomé mi almohadón, pasaría la noche en casa de Nayeon, no hacía falta avisarle. Dejé abierta todas las ventanas de mi departamento, apagué todas las luces y me encargué de cerrar bien la puerta.

La casa de Nayeon estaba a tan solo unas cuantas calles de mi departamento y era temprano aún, así que no tendría problema en caminar un poco.

•••

Ya era de noche, solo quería llegar a un lugar cómodo y tumbarme, si era posible hasta invernar por una década, apenas y podía mover mis pies con la poca energía que me quedaba. Para colmo de los colmos, al llegar a casa de Nayeon tuve que gritar por horas a su puerta.

— ¡Nayeon! — exclamaba seguidamente mientras tocaba a su puerta, las luces estaban encendidas así que dudaba que no estuviese — ¡Im Nayeon abre la puerta ahora mismo!

Nada en lo absoluto. Luego de unos largos minutos forzando mis cuerdas vocales pronunciando su nombre y con los nudillos colorados de tanto golpear la puerta, al final se dignó a abrirme.

— ¡Hola! — exclamó sonriente.

— ¿Como que hola? — pregunté cruzando mis brazos — ¿que estás sorda? — me detuve al observar lo formal que se veía — ¿Qué con ese atuendo?

— Lo siento, estaba arreglándome — sonrió — iré con mi madre a un evento de su trabajo, ¿Qué ocurre?

— Pues...yo...iba a pasar la noche aquí

— ¿Eso por qué?

— Hubo una fuga de gas en mi departamento, y no puedo pasar la noche ahí.

— Puedes quedarte, llegaré a media noche, Jeongyeon esta aquí.

— ¿Con Jeongyeon? — reí de nuevo — No, gracias. — rió

— Cierto, es una mala idea — dijo — ¿Entonces hacia dónde irás?

— No lo sé — suspiré.

— ¿A casa de Jinyoung?

— ¿Bromeas? ¿Tienes idea de lo lejos que vive?

❝ My Sex Instructor ❞ || Michaeng [ G!P ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora