MINA
— En mi habitación, con las luces apagadas, bajo mis sábanas — dijo acercándose a mí, cuando la ví reí
— Perfecto.
— Luego podríamos darnos juntas una ducha y tal vez...—le interrumpí.
— Para.
— ¿Por qué? Tan solo te estoy contando mis planes — dijo con un puchero —, a no ser que te impaciente oírlos...— su cambio de voz fue tan brusco y a la vez sexy que...dios, ¿por qué me hace esto?.
— No, solo prefiero que sea una sorpresa — mentí, oír eso hacía que extrañamente mis bragas se mojaran, era demasiado vergonzoso que con el simple hecho de escucharla hablar de esa forma ocurriera eso.
— Ah — musitó — oye ¿no irás a clases cierto?
— No, ya que — me encogí de hombros.
— Ven conmigo — dijo sonriendo ampliamente.
Fui tras ella caminando por los pasillos vacíos, subiendo algunas escaleras, hasta llegar al final de otro pasillo totalmente desolado, parando así en un salón de clases.
— ¿No se suponía que no sería en un salón de clases? — pregunté mientras entraba.
— Y no lo será — dijo — te traje aquí solo para un pequeño adelanto.
— ¿Que?
Ella tan solo sonrió mientras le pasaba el seguro a la puerta y me dirigía hacia el final del aula, acorralándome contra una esquina, cerca del escritorio. Yo no pretendía hacerlo en el salón, ¿y si los de limpieza nos descubren en pleno acto? y tampoco creo que sea muy cómodo ni emocionante en este lugar.
— Chae, aquí no.
— Lo sé, lo sé.
— ¿Entonces que haces? ¿Es esto parte de una lección?
— No, aunque sí hace falta.
— ¿Que harás?
Nuevamente no respondió nada en lo absoluto y rompió cada distancia que existía entre nuestros cuerpos, uniendo sus labios a los míos. No tenía ni la menor idea de lo que haría, no había nada relevante en lo que hacía, tan solo me besaba como si de eso dependiera su vida y no me quejo de ello.
Hasta que una de sus manos rodó desde mi cintura hacia mi abdomen torpemente queriendo desabrochar los botones y bajar la bragueta de mi pantalón, y lo consiguió rápido lo cual me impresionó un poco, tal vez pensó que por el simple hecho de que estuviésemos besándonos no lo notaría, pensó mal.
— ¿Que demonios estás haciendo? — pregunté al separarme.
— Verás hermosa — dijo en mi oído —, tu lindo cuerpo es totalmente virgen ¿logras entender? — preguntó como si estuviese explicándole una ecuación argebraica a un niño de ocho años.
— Sí Chae, eso lo sé.
— Bien, por esa misma razón estas algo...ehm...apretada — culminó la oración, colocando una de sus manos en el mismo lugar en el cual hace unos segundos estaba —, así que...al hacer esto te ayudaré a que no sientas tanto dolor....— susurraba pausadamente para no ser tan directa, aunque de una forma u otra lo estaba siendo.
— ¡Chaeyoung esto es-...—fui interrumpida.
— No aceptaré un no por respuesta amor — dijo — pues, tu ya te has familiarizado un poco más anoche, si sabes a lo que me refiero...ahora es mi turno — sonrió.
— Deja de habar como si no entendiera que quieres hacer y recuerda que pueden escucharme. — Chaeyoung rió
— No, nadie te escuchará...— dijo colando despacio su mano entre mi ropa interior — gime bajo y jadea mi nombre justo en mi oído, solo yo podré oírte...— introdujo su mano un poco mas — y sé que lo harás por que esto va a gustarte — dicho esto comenzó a jugar con sus dedos, explorando cada parte de mi feminidad y despacio introdujo uno de ellos haciéndome soltar un ahogado y frágil gemido —hazlo...quiero oírte —susurró para luego introducir en mí uno más .
— Ah...C-Chae...— jadee
— Oh, genial hermosa...— susurró mientras realizaba pequeños movimientos circulares.
— A-Ah — gemí rodeando mejor mis brazos a su cuello.
— ¿Te agrada? — preguntó de la misma manera, asentí. — Juro que no puedo esperar para entrar en tu precioso cuerpo...— plantó un pequeño beso en mi mejilla mientras lentamente introducía un tercero, haciendo que un cosquilleo un poco más intenso recorriera mi cuerpo, no quería gemir para no ser escuchada en los pasillos pero claro estaba que ella conseguía lograr que lo hiciera al susurrar tales cosas mientras hacía lo que hacía.
— Mierda — dije entre jadeos—, ah...Chae...eres...
— ¿Si? —aumentó solo un poco mas la velocidad de los movimientos.
— Eres...genial...en esto...ah.
— Gracias hermosa — besó la comisura de mis labios — dime cuando sea suficiente...
— Aún no.
— ¿Sigo?
— Si...
— ¿Lo hago? — tan solo quería oírme pedirle que lo hiciera.
— Chae...sigue así...sigue así — dije entre bajos gemidos.
— Mierda Mina...podría venirme con tan solo escucharte — susurró
Era imposible, totalmente imposible contenerse al tenerla realizando tal acción mientras susurraba cosas en mi oído.
Chaeyoung continuó de esa manera unos cuantos minutos, aquello me hacía desear que el día pasara lo mas rápido posible. La campana sonó justo en ese momento e hice el intento de separarme.
— No me detendré hasta mojar tu braga — dijo realizando más movimientos con sus dedos.
— Pero...
— Nada, solo...ten en cuenta que, ahora se sentirá mucho mejor cuando entre en tí esta noche.
— Chaeyoung...— ella sonrió
— Haces que mi nombre suene tan bien...— solté una pequeña risa — Eres encantadora.
Y luego de unos minutos, logró conseguir lo que quería, deteniendo su paso pero, sin sacar su mano de mi braga dijo:
— Ahora estás mojada y solo para mí
Le dediqué una sonrisa y planté un pequeño beso en su mejilla.
— Saldré antes para que nadie sospeche — tomé su mano y la coloque en donde debería estar, fuera de mí.
— De acuerdo — besó mis labios rápidamente.
Ahora solo debía salir del salón sin que nadie lograra verme, pues no tenía excusa alguna para estar ahí.
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❝ My Sex Instructor ❞ || Michaeng [ G!P ]
Fanfic❝ Myoui Mina a sus no muy escasos 18 años era totalmente ignorante cuando de sexo se trataba, esta no solía darle importancia a tal hecho, hasta que notó que la oportunidad pronto tocaría su puerta y estaba totalmente convencida de lo humillante que...