CAPITULO #6

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Chicas, ¿ me han estado buscando? 

Veo que así es, saben que suelo desaparecer pero prometo que también es por situaciones importantes, les contare algo que me tenía super emocionada pero por la emergencia sanitaria del mundo y especialmente mi país ( Ecuador) he tenido que dejarlo un lado pero en resumen hace un mes atrás EGRESE de mi carrera, termine por fin las 68 materias de la malla curricular y si Dios lo permite en mayo entro a titulación, entonces eso me ha tenido desaparecida me entregue 100% a darle con todo. 

La verdad edite miles de veces este capitulo porque no salia como quería hasta que logre asi que espero que le den mucho amor, esta historia la amo y creanme que aunque me demore un poco la terminare. 

Tercero y lo más importante cuídense, ¡Quédense en casa! y oren mucho si son creyentes. 

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La cabeza le pesaba como no tienen idea, la garganta la tenía seca y la espalda le pedía a gritos un terapista; el moreno había revivido de la noche anterior pero no sabía en dónde y le daba pavor abrir los ojos y no encontrarse en su habitación, este negaba a creer que había caído de nuevo en ese pozo, llamado Jiyeon - ¡Agh! – se quejó del dolor lumbar, sobresaltándose asustado, al sentir que casi caía como algún tipo de vacío - ¡Oh! – abrió los ojos sosteniéndose del espaldar del sillón - ¡Es mi despacho! – entrecerró los ojos inmediatamente por la luz que entraba por la ventana, tapándolos por la molestia- ¿ Cómo fue que llegue a casa? ¡No recuerdo nada! – se sentó en el sillón tratando de hacer memoria, percatándose de algo - ¿Y mis zapatos? ¿Mi corbata? ¿Por qué el botón de mi pantalón está abierto? - sintió como se iba poniendo helado de pensar que podía haber traído a esa mujer una vez más a su hogar - ¡MIERDA! ¡Wookie! – desbarato histérico su cabello, levantándose del sofá y corriendo hasta la sala, quedándose paralizado ante la sorpresa mañanera - ¿Qué haces tú aquí? – señalo a la persona que se encontraba a su frente- ¿y por qué usas mis pijamas? – pregunto intrigado, llamando la atención de las dos personas que se encontraban sentadas en la isla de la cocina.


- Esta sigue siendo mi casa – Hee contesto sin animo volviendo a su plato de comida – Toma las debes necesitar a gritos – estiro un vaso con agua con un par de analgésicos - ¿Cómo amaneciste? – Yesung tomo las pastillas mientras me sentaba a lado de su mejor amigo y miraba al castaño que evitaba mirarlo


- ¿Cómo llegue hasta aquí arriba? – miraba a todos lados buscando algo fuera de lo normal - ¿Quién me quito los zapatos y la corbata? – este dejo de hacer preguntas al sentir como su desayuno era prácticamente lanzado hacia él.


Hee en silencio señalo al enojado embarazado, Jongwoon sabía que estaba jodido con el menor, quiso débilmente agradecerle, pero él siguió sin darle ni la mirada, ni la palabra, vio como tomaba un pequeño bolso y se despedía del más alto con una palmada diciéndole algo por lo bajo a lo que Hee simplemente asintió sin mucha fuerza para enseguida retirarse de la casa.


- La cagé ¿no? – Hee asintió llevándose otra cucharada de su desayuno - ¿Que tanto? – recosté la cabeza en el mesón.


- ¿Quieres realmente saberlo? – contesto indeciso y asentí – Por donde comienzo – suspiro para llevarse otro sorbo de su taza de té.


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RYEOWOOK EN ALQUILER (YEWOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora