Extrema Obsesión, Min Yoongi.[REESCRITA] [TERMINADA] ✅

c u a r e n t a y c i n c o

10305 palabras... 

Ha llegado el día, y no puedo sentirme más ansiosa. 

Quedan 5 capítulos...

Disfruten...

8 meses después

Yoongi no permite que exista un mínimo espacio entre nosotros. Su tibia piel prácticamente se vuelve una con la mía, acaricio su rostro con mis pulgares, sonriendo por sus besos repentinos. Me encanta, la sabana de su cama se desliza de su espalda, permitiendo que la luz que se cuela por la ventana de su habitación ilumine todo su níveo y desnudo cuerpo.

Que mejor manera de despertar al regreso de nuestras perfectas vacaciones, que ésta. Yoongi me había sorprendido hace dos semanas con un par de boletos de avión nuevamente. Su regalo para celebrar que pasé a cuarto año de medicina, fue ¡llevarme dos semanas a la villa! Fue de ensueño. Dios... fueron los mejores días de mi vida, y nunca los olvidaré... Y al fin cumplió mi petición de hacerlo en toda la villa, sin necesidad de muchos litros de alcohol.

Al apartarse, la brillante y arrebatadora sonrisa que resplandece en sus facciones derrite todo en mí. Yoongi roza su nariz con la mía, peinando mi cabello alborotado por las almohadas.

—Buenos días, mi dulce Hye— dice, con sus mejillas levemente sonrojadas y sus bonitos ojos café reluciendo—. ¿Dormiste bien? — pregunta con ese tono pícaro, conociendo mi respuesta.

Aparto todos los mechones rebeldes de su cabello alborotado de sus ojos, acariciando con cariño su rostro, Yoongi cierra los ojos y suspira a mi toque. Al abrir sus ojos su felicidad es rebosante.

—¿Las tres horas que me dejaste dormir desde que llegamos a Corea? Sí, por supuesto que he dormido bien— digo con tono burlón, logrando que el ruede los ojos por lo quejica que estoy siendo.

—De alguna manera hay que curarnos del Jet lag, ¿me vas a decir que no fue una brillante idea? — se defiende, orgulloso de todo lo que logramos anoche.

—¿Hacerme el amor hasta que me desmayara del cansancio? Brillante, Min— me mofo, él arruga la nariz, travieso—. Además, es un Jet lag de seis horas nada más, Yoongi. Tu excusa es para nada válida.

—Es que tú no entendiste todo mi plan, bebé. Eso fue sólo el inicio para este día especial, sólo que no conté con que no resistieras el trote—sigue burlándose, robándome un beso sonoro.

—Por cierto, acabas de decir que hoy es un día especial, ¿no es así? — intento seducirlo de nuevo, rozando mis uñas por la piel de su cuello lentamente—. ¿Puedes decirme que día es hoy? — pregunto con la voz más seductora que logro hacer.

Yoongi no cae, en su lugar, sonríe malicioso. Él se aparta, sentándose al borde de la cama, colocándose su ropa interior para levantarse. Me siento, cubriéndome con las sabanas, viéndolo revolotear con toda esa energía que no entiendo de dónde sale.