Extrema Obsesión, Min Yoongi.[REESCRITA] [TERMINADA] ✅

c u a r e n t a y o c h o

Sólo nos quedan dos capítulos para terminar... no puedo creerlo.

Ya lo veo venir, voy a llorar. 

11.000 palabras para su disfrute. 

BTW, el capítulo tiene una sorpresita, hehe. 

Disfruten...

Mi vista comienza a nublarse, tanto como mis sentidos, el rugido del motor a todo dar por mi desesperación. Sé que a este punto es imposible que Jieun llegue a nosotros, sé que ya dejamos todo ese caos atrás, pero algo no me deja en paz.

La carretera es angosta y oscura. Un único camino que hace ademán de ida y de vuelta me dan a entender que esto es una vía privada, la nieve cubre las laderas, el asfalto está húmedo y resbaladizo, y sólo puedo fiarme de las cortas luces del auto y la pintura luminiscente que marca las curvas y el camino.

Estaría tranquila con este trayecto, si no fuera porque mis sentidos están en su capacidad mínima, y voy como a cien kilómetros. Lo peor, es la pesadez mental que estoy comenzando a sentir. No puedo quedarme dormida, no.

—Jimin— lo llamo con voz patosa, aferrando mi mano buena al volante. Mi nuca hormiguea, esto no es bueno—. Revisa si hay un teléfono, algo...— vago un momento, mirando de reojo hacia él, me tenso cuando noto la pálida piel de su cuello, manchada de una mezcla pegajosa de su sudor y la sangre que corre por la herida que Jieun le causó. Regreso mi vista a la difusa vía—. T-Tu cuello... ¿te duele?

—¿Mi cuello? — su voz bajita, ronca por la tensión de nuestro silencio, hace que mi somnolencia disminuya un poco. Lo escucho jadear poquito, asustado. De seguro acaba de ver sus manos llenas de su propia sangre—. N-No me había dado cuenta...

—No pienses en la sangre— espeto, entrecortadamente, tanto, que hasta yo me pongo inquieta de sólo irme. Presiono con más fuerza el volante—. Estaremos bien...

—Hye... no te oyes bien— Jimin se escucha preocupado, no me arriesgo a apartar la vista de la carretera—. H-Hye, tu camisa está empapada d-de t-tu sangre, ¿tu torniquete se soltó? — si quiera sé si llega a tocarlo o a verificarlo, poco a poco estoy perdiendo la sensibilidad por la falta de sangre—. Todo estará bien, Hye... llegaremos pronto a un lugar donde podamos pedir ayuda— estoy tan concentrada en mantener mi vista en la carretera, pero siento como sus pequeños dedos rozan con cuidado la piel bajo mis ojos—. Hye... tienes unas sombras moradas muy intensas, ¿realmente te sientes bien?

Él intenta no asustarme ni exaltarme más, pero sé que ya he perdido demasiada sangre, mi propio cuerpo me lo está indicando con sus poca sutiles señales. Debo resistir de alguna manera, luchar contra mi propio cuerpo. El tibio líquido que empapa mi camisa ya lo siento contra la piel de mi abdomen. Esto no es bueno. Mi vista se hace difusa, veo a manera de un túnel. Mi cabeza pesa, sin darme cuenta, comienzo cabecear.

—¡Hye! ¡Despierta! — Jimin me exalta, haciéndome incorporarme un poco en el asiento—. Hye, no estás bien. ¡Puedo intentar manejar! ¡Déjame hacerlo!

No, no, es peligroso. Además, si nos detenemos, eso podría retrasarnos. También... no creo poder resistir si no me mantengo concentrada en salvarlo. Jimin están siendo mi impulso en estos momentos, dejar que él conduzca significaría perder el sentido. Perder contra mí misma.