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Relámpagos.

La camioneta avanzaba a velocidad moderada por la calle George, Charles permanecía en completo silencio en el asiento del copiloto, quería hablar, pero las palabras no salían, Erik mantenía fija la mirada hacia adelante, la lluvia que caía dificulta un poco la vision, así que debía estar atento, no quería tener un accidente y menos ahora, que llevaba a alguien bajo su responsabilidad. Charles se frotaba las manos, no hacía frío dentro del auto, pero estar tan empapado, le estaba comenzando a afectar, Erik se dio cuenta de las acciones del joven, y aprovechando una luz roja, se desabrocho el cinturón y se sacó el abrigo, y antes de que diera la luz verde, se lo entregó a Charles, para volver a colocarse el cinturón. 

Charles lo recibió con cierta timidez, no esperaba esta acción y no sabía muy bien cómo corresponderle — no era necesario — aun sujetando el abrigo sobre sus piernas 

— ¿Porque? — algo sorprendido — tienes frío, yo no... — sonriendo — además, podría encender la calefacción, pero la idea no es cambiar el ambiente dentro del auto — lo mira de reojo — porque cuando te bajes, sería muy brusco el cambio y podrías enfermarte — vuelve a mirar hacia adelante — ya me basta con que te hayas caído — mientras pasa los dedos de su mano izquierda por su boca, tratando de ocultar una risa.

— Gracias... en serio — tapándose con el abrigo. Aunque estaba un poco mojado, por dentro permanencia cálido, y hasta cierto punto, acogedor, y en cuanto lo subió hasta su pecho, el olor de Erik perforó su nariz, era un fuerte olor a café y menta, no pudo evitar sonreír, pero el abrigo lo oculto — esto me prueba que entonces usted si es inglés... — mirando hacia delante

— ¿Disculpa? — pregunta algo confundido Erik.

— Cuando estábamos en la Universidad, me dijo que yo era inglés... porque pedía disculpas por todo, cualidad, que según usted y muchos más, es típica de un inglés — da luz roja y Erik aprovecha para mirarlo — pero, según yo, una verdadera cualidad de un inglés, a parte de llegar siempre a la hora, cosa que demuestra que soy escocés, porque no llegue a donde me esperaban — Erik sonríe — es que es muy amable y atento, cosa que has demostrado hasta casi el extremo hoy.

Da la luz verde y Erik pisa el acelerador, por alguna razón, le encantaba la forma como el joven presente razonaba cada cosa, pareciera que para todo, había un porque — la verdad, tu también te equivocaste, pues en realidad, soy alemán — girando rápidamente la cara mientras sonríe. Charles se queda mudo — ¿No lo esperabas? ¿Verdad? — el joven niega rápido — pues no eres el primero — comenta entre risas — aun después de casi 40 años del término de la segunda guerra mundial, los alemanes no somos bien vistos — hace una mueca de disgusto — y mucho menos con la creación del muro de Berlín, que nos ha quitado mas que solo oportunidades laborales — con algo de incomodad, odiaba ese maldito muro y esta guerra entre sombras, era como sostener el detonador de una bomba que no sabias cuando ni donde estallaría; pero estaba divagando, por lo que volvió a Charles — por eso, muchos optamos por emigrar — otra luz roja — así que, heme aquí... 

Charles le sonríe casi al instante, no esperaba esa respuesta y realmente, el Profesor no tenía mucha apariencia de alemán, al parecer, los estereotipos atacaban — como son los prejuicios — comenta — siempre había pensado que los alemanes eran toscos y duros — se da cuenta de lo que dice — perdón...

Erik suelta una sutil risa, entendía su punto, y no lo culpaba, dos guerras no ayudaban a nadie a la imagen — tranquilo y entiendo tu punto, nosotros mismos nos hemos formado esa idea ante el mundo — tomando el volante con las dos manos.

— Pues para ser el primer alemán que conozco — responde Charles — es usted muy simpático y amable — sonríe — acabo de derribar varios mitos.

Un Cambio en el Destino [CHERIK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora