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Muebles. 

El terror recorre en segundos sus espaldas y bajaba a gran velocidad por sus cuerpos, la tensión llego a hacer crujir el suelo de cerámica a sus pies, y aunque entrega cierta tranquilidad el ver como el pomo se mueve pero la puerta no se abre, la angustia sigue latente, volviendo hasta intoxicante el poco oxigeno que hay en el lugar. 

Erik es el primero en actuar, sujeta con su mano derecha ambas manos del joven y lleva su mano izquierda a su propia boca, en clara señal de que guarde silencio, el miedo podía hacerlo emitir el mas efímero sonido y Charles estaba al borde del pánico, y como no estarlo ¡Su madre estaba afuera! Aun cuando abrieran y Erik le inventara cualquier excusa, incluso que lo estaba consolando por algo, no bastaría, tal vez para el otro profesor, pero no para su madre, ella no se detendría hasta saber que le sucedía ¿Por qué estaba ahí? ¿Cómo conocía a Erik? ¿Qué tanto lo conocía? ¿Acaso el Profesor predisponía a su hijo en contra de su madre? O si estaba triste ¿Por qué le contaba a él y no a ella? ¿Acaso otro Profesor lo estaba molestando o acosando? ¿Acaso le estaba costando hacer amigos? ¿Quería volver a casa? Su mente lo atacaba con todo el guion preciso que su madre, mas que obviamente, le cantaría quizás, hasta en tres idiomas.

Pero el Profesor aun buscaba una solución, y solo una se hizo presente, Charles no podía ser visto ahí, no debía ser visto ahí, eran muchas las variantes a considerar, así que volvió rápida la mirada al joven y le hizo un ademan de esconderse tras el librero, era lo suficientemente grande y ancho para que el joven lograra ocultarse detrás de sus maderas, y Erik igualmente se desharía rápidamente de las visitas impacientes tras la puerta. Charles mientras inhalaba, ya estaba oculto, y cuando exhalaba desesperado, Erik abría la puerta, fingiendo a todo lo que daba su capacidad actoral, una clara calma y confusión.

— Disculpen... — exhalando por la nariz — me quede dormido 

Sharon lo mira detenidamente, mas por que el Profesor permanece firme en el umbral de la puerta, negándoles claramente el poder avanzar mas allá — ¿Te sientes bien, Erik? — consulto — te ves algo... agitado — indicando su respiración 

Erik trago en seco con velocidad — si, descuida... — le sonríe fingiendo naturalidad — ya sabes, una mala noche

— A veces... aun me cuestiono si fue bueno el dejarte volver a trabajar — indico la mujer con algo de duda 

— Claro que si — apresuro la respuesta — solo fue una mala noche y... en mi defensa — suelta una risa acongojada — los sillones que hay en las oficinas son muy cómodos

Sharon sonrió con relajo — bueno, si... eso cierto 

Remy por su lado, tenia la mirada fija en la oficina y especialmente en el suelo de esta, porque a un costado, estaba esparcido un bolso abierto y unos libros. Su mente no demoro en hacer la conexión, misma que hizo Charles aun oculto en el lateral del mueble, habia dejado caer su bolso al suelo... en cuanto Erik lo beso, el solo recuerdo lo hizo temblar, su mente se habia bloqueado y claramente, el bolso sobraba en toda esa escena, y ahora podía delatarlo.

— ¿Y que hacen aquí? — pregunto veloz viendo como Remy no lo miraba

— Prometiste ayudarme — respondió volviendo la vista a él — ¿No me digas que lo olvidaste? — cruzándose de brazos 

Erik abrió los ojos de manera acusatoria — no, por supuesto que no — carraspeo — esperen aquí — señalo mientras volvía veloz al escritorio, miraba en fracción de segundos a Charles y tomaba sus cosas; quería demorar lo menos posible — listo... — volteándose a ellos, que para su suerte seguian bajo el umbral de la puerta — vamos — caminando con cierta torpeza

Un Cambio en el Destino [CHERIK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora