Sonica se ha estado sintiendo rara e incómoda respecto a la nueva relación de Tails con Zooey. ¿Qué es lo que pasará por su cabeza?
Por otro lado, Tails se ha sentido muy confundido también al respecto, pero también molesto ya que según él, Sonica n...
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—Todavía no sé qué hacemos aquí. Estos animales no parecen muy limpios ni muy agradables.
—¡Son vacas, Shadow! Y si, te doy la razón en que quizá no son muy limpias y eso, pero... Creo que son un muy buen ejemplo sobre cómo funciona este mundo, la retribución, y ese montón de cosas que ni yo entiendo muy bien.
Sonica asintió con la cabeza, aparentemente segura de lo que decía.
Ahora mismo, Shadow y Sonica se hallaban en una granja. Una de las pocas de la isla. Ésta tenía cerdos, vacas, gallinas y quizá algunas cabras.
Desde que llegaron, Shadow estuvo confundido. Según Sonica, la próxima lección sobre la vida era una sorpresa. Y si, esta había resultado ser la sorpresa. Un lugar con animales de granja.
No estaba muy seguro sobre que pensar al respecto, pero, no puso objeción. Él realmente estaba poniendo todo de su parte para aprender los puntos de vista que Sonica le ofrecía.
¿Porqué? Él quería saber. Necesitaba saber.
—¿Y cómo funciona? ¿Qué tienen que ver las vacas con estas lecciones?
—Bueno —ella se rascó el mentón—... ¡Las vacas son muy útiles! Cooperan mucho al planeta.
—¿Cómo?
—Bien... Ellas dan leche. Leche que es utilizada para miles de cosas como mantequilla, crema, quesos... Alimentan a muchos mobianos. Comen el césped, y creo que su excremento ayuda a crecer el mismo césped... ¡Cómo sea! ¡Ah, si! También proveen de carne como alimento para los mobianos.
Ella soltó con naturalidad el asunto, Shadow lo analizó por varios segundos, deseando encontrar el sentido en eso.
—Entonces ellas dan leche, su carne, y además abonan la tierra en la que vivimos.
—Si... Básicamente.
—¿Y los mobianos que dan a cambio?
—... Supongo que césped.
—El mismo césped que ellas abonan... ¿No es un tanto injusto el trato?
—¿Oh? Sonica pronunció, con una mano en su mentón, meditando. —... Vaya, nunca lo había pensado de esa forma.
—Sonica —él se giró para mirarla—... De verdad que lo intento. Con cada lección, ya sea de cultura pop o no. Trato de entenderlo. Pero hay cosas que me superan, y que entre más lo pienso, más me hace querer volver a mi odio hacia los mobo-sapiens.
Sonica reaccionó con todo eso que dijo y empezó a sudar la gota gorda.
—¡N-no, espera! Me has hecho pensarlo, y tienes razón, es cruel. Tu punto de vista es válido y quizá venir aquí no fue una buena idea —bajó la mirada. En ese instante no hallaba como defenderse.
