Lisa.

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“Libertad”.

¿Por qué la vida era tan injusta? ¿Por qué nadie preguntaba si querías nacer o no?

Aquello era la cosa más egoísta del mundo, nacer sin querer hacerlo se podía sentir, también estaba más que claro cuando alguien nacía sin ser deseado.

Quería creer que después de cualquier cosa mala llegaba una buena, pero al parecer después de varias malas jamás llegaba algo bueno ¿Aquello rompía el orden y estaba destinada a ser miserable toda su vida? ¿Quien había creado aquel estúpido dicho sobre ser positivo y te irá positivo?
No se confundan, Lalisa Manoban no era una suicida o algo por el estilo, solo intentaba saber el porqué de su existencia como muchos a esa edad.

Nacida en Tailandia, madre tailandesa y padre, según las palabras de su madre, Suizo.
Jamás había conocido a su padre, según tenía entendido se llamaba Marco, jamás quiso saber el apellido de aquel hombre. El esposo de su madre aseguraba que aquel que la creo era un malviviente sin algún tipo de propósito en la vida, por eso las había abandonado cuando se enteró que ella venía en camino. Su padrastro, otra razón por la cuál se cuestionaba su existir.

Manoban. – escucho detrás suyo. Era Jisoo, su única y mejor amiga. — ¿cómo te trato el verano? – pregunto la pelimorado abrazándola por la cintura mientras ambas caminaban a la entrada del instituto.

Kim Jisoo.

¿Cómo podría Lisa describir a aquella chica de ideas locas?

Quería buscar una palabra pero no lo lograba, porque Jisoo no era solo una cosa. Emanaba paz y felicidad, era justa y realmente inteligente, la humildad y simpleza con la que manejaba su vida la tenía bien frente a todos, podría ser la persona más popular y mantenerse como una abeja reina más, pero no era lo suyo. Prefería ser buena con todos antes de juzgarlos, siempre tenía un buen consejo para todo aquel que la necesitara y jamás, jamás dejaba de sonreír.
Lisa no había visto a Jisoo triste o con problemas agobiandola, era positiva y siempre encontraba soluciones, le preocupaba aquello, algunas personas sonríen y están muriendo.

¿Qué? – pregunto Jisoo riendo. — ¿Estás enamorada de mi? Te recuerdo que tengo novio. – bromeo la pelimorado y la rubia bufo. — Vamos, cuéntame cómo estuviste estas vacaciones. Quiero saber si conociste a alguien, si tomaste fotografías o aprendiste alguna nueva coreografía, todo es bienvenido.

Uhm, nada. Mi madre y su familia fueron a dónde los padres del tipo con el que se casó. – casi susurro la tailandesa. — Estuve en casa y salí a buscar empleo. Encontré algo en el mercado que está cerca, dijeron que me llamarían. – comentó sin mirar a su mejor amiga.

¡Genial! ¿De qué es? – dijo Jisoo con ánimos, dejando de lado aquel tema de la familia de Lisa, pues sabía la situación en la que se encontraba. — Verás que te llamarán, si no, puedes venir a dónde mi padre, seguro tiene algo para nosotras.

Fue algo sobre acomodar verduras, es un puesto de una mujer mayor y su hija, también mayor. Al menos unos años más grande que nosotras, fue agradable conmigo y creo que sí me darán la oportunidad. – aseguro la menor intentando mantener aquel pensamiento. — ¿Y tú? ¿Qué hiciste con tu familia perteneciente a la realeza? – bromeo la rubia.

Nada realmente interesante, fuimos junto a la familia de Rosé a su casa en Australia, fue realmente un alivio que Chaeyoung estuviese ahí, debiste aceptar mi invitación. – dijo la pelimorado deteniéndose en la sección de casilleros que les correspondían.

Lisa escuchó aquello y pretendía responder, pero algo o alguien hizo sus cuadernos caer.

No te cruces en mi camino, lesbiana. – escucho la tailandesa arrodillada. Taehyung.

Creo que deberías dejar de utilizar esa palabra como si fuese un insulto, imbécil. – dijo Jisoo ayudando a la menor con sus cosas. — Aléjate ahora mismo antes de que le cuente a mi hermano y te destiña el cabello a golpes, neandertal.

¿Crees que tu hermano me hará algo? – pregunto él riendo antes de patear uno de los libros de Lisa para después marcharse.

La menor cerro los ojos con fuerza y maldijo mentalmente tantas veces como pudo a su madre. Si tan solo se hubiesen quedado en Tailandia cuando su padrastro las echo de la casa aquella vez, si tan solo pudiese cambiar la mentalidad de su madre y alejarla de aquel lugar tan tóxico con destino a la miseria de ambas o muerte suya.

Limpio sus ojos con brusquedad y termino de recoger sus cosas sin mirar a ningún lado. Tampoco era como si alguien estuviese mirándola, jamás nadie hacía nada cuando Taehyung o algún otro bravucón atentaba contra ella, no veía la hora de huir de aquel maldito país.

Last Hope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora