Last Hope

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Había llegado el día, las clases habían terminado hace apenas unas horas y ellas estaban listas para partir, no esperarían hasta la graduación, Jisoo al ser la presidenta estudiantil y teniendo autorización les enviaría por correo los reconocimientos a ambas cuando ya estuviesen situadas en Auckland. Estaban nerviosas, Lisa lo demostraba menos que Jennie en un intento de tranquilizarla, todo marcaba perfecto.

Abrieron una cuenta bancaria con la asesoría de Jane, la mamá de Jennie donde estarían los ahorros de ambas y el dinero que las mantendría a salvó por un tiempo, Jennie logro vender su auto después de decirle a Jessi la morena lo vendió a un precio alto y obtuvo una pequeña comisión que obviamente la castaña le ofreció, se había dado cuenta que era buena con los negocios.

— Lisa, de verdad no lo hagas. – pedía la mayor mirando a la ahora castaña.

— Mi amor, si no tengo esos papeles no podré obtener empleo rápido, te prometo que llegaré a tiempo. – aseguraba Lisa fuera del taxi. — Te veré allá, te quiero. – murmuró Lisa inclinándose a la ventana del auto para besar los labios de la mayor.

— Te quiero también. – aseguro Jennie.

Lisa observo el taxi marcharse y subió a su bicicleta.

No había papeles, solo quería despedirse de su madre, probablemente no merecía aquello, pero algo en ella decía que debía hacerlo, después de todo era la persona que le dió la vida y aunque antes se cuestionaba de ello, ahora se sentía un tanto agradecida, tenía a sus amigas y al amor de su vida, porque si, estaba segura de que Jennie era eso.

It's just a spark
But it's enough to keep me going

Pedaleo lo más rápido que pudo por unos minutos y se paró frente la casa que la resguardo a regañadientes durante mucho tiempo. Tomo una respiración profunda y camino hasta la puerta, había borrado de su memoria aquellos horarios que había aprendido para poder entrar y salir sin toparse al asqueroso hombre que ahí habitaba. Tocó el timbre un par de veces y espero pacientemente recordando las veces que había entrado casi a escondidas para no molestar a nadie.

— Lisa. – susurró su madre cuando abrió la puerta y se lanzó a sus brazos. — has vuelto. – aseguro la mujer sosteniendo las mejillas de su pequeña. — cambiaste tu color de cabello, luces hermosa, anda entra. – tiro de su brazo levemente pero la menor nego.

— Solo vengo a despedirme. – dijo Lisa observando el rostro confundido de su madre. — me mudo.

And when it's dark out no one's around
It keeps glowing

— ¿Dónde? – preguntó ella afligida.

— Muy lejos. – respondió Lisa besando la frente de su madre. — estaré bien, espero no cambies el número, cuando esté lista te llamaré. – aseguro la menor sonriendo y su madre la abrazo de nuevo.

Había pasado muchísimo tiempo desde la última vez que abrazo a su madre. Se sentía bien, quizá jamás había contemplado aquello pero abrazar a su madre fue reconfortante, se sentía como cuando era pequeña y solo eran ellas dos.

— Te amo, ma’ – dijo Lisa sin apartarse de aquel abrazo. — te perdono por todo lo que sucedió, no fue tu culpa. – murmuró sintiendo las lágrimas bajar por su mejilla. — mantente a salvo, no estás sola, me tienes a mi y si decides dejarlo yo estaré esperando por ti. – aseguro besando la frente de su madre una vez más. — te amo. – repitió antes de alejarse y correr hacia su bicicleta.

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