Last Hope.

Capítulo 17 - Over yet.

Habían pasado dos horas desde que un médico, una psicóloga, el padre de Jisoo, el señor Park y la madre de Jennie habían entrado a la habitación donde estaba la castaña. Era el día en el que Jennie daría su declaración contra Kai y estaba más que nerviosa, por su seguridad mental le habían prohibido entrar a esa habitación, sabía que Jennie la necesitaba porque había estado teniendo crisis de pánico, pero no la dejaron entrar.

— Tranquila. – dijo Rosé mirando a su mejor amiga yendo y viniendo por el pasillo mientras se mordía las uñas. — Jisoo dile que se detenga. – susurro la rubia apretando un poco la mano de la mayor.

— Hey, Lalisa. – dijo la mayor llamando la atención de la tailandesa. — Ve aquí. – pidió extendiendo su mano hacia ella después de ponerse de pie.

Lisa se acercó a la mayor y la abrazo por los hombros escondiendo el rostro en su cuello, sintió como Rosé se les unía al abrazo y trato de no llorar. Había logrado que la madre de Jennie no se la llevará a su casa o eso quería creer ella. Cerro sus ojos con fuerza y se obligo a pensar en Jennie siendo fuerte e irrompible, como cuando la molestaba en la escuela o peleaba contra cualquier persona y entonces, por su mente se cruzó la Jennie frágil llena de pánico pidiéndole que la salvará de Kai, la Jennie con sonrisa y comportamientos de una pequeña niña, solo quería cuidar de ella.

[...]

La castaña miraba hacia la ventana mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas. No sentía vergüenza, ni lastima por si misma, estaba furiosa, quería destruirlo todo pero sabía que si lo hacía se destruiría a si misma. Narro una y otra vez el infierno que vivió ese día por culpa de Jong-in, al menos lo que recordaba, asegurándose de que todos los presentes tuviesen bien grabadas las escenas en sus cabezas, no escatimó en detalles, fue lo más explícita posible incluyendo los altisonantes que él le decía.

— Jennie. – la llamo su madre y se limpio las lágrimas para mirarla. — Lo siento tanto, mi pequeña. – murmuró la mayor y Jennie sonrió casi con burla en los labios.

— No me sirve. – susurro antes de suspirar. — ¿Tu esposo te prohibió llevarme a casa verdad? Porque no creo que hayas escuchado ni un poco de lo que Lisa se atrevió a decirte. – dijo aquello muy bajito. Por alguna razón no podía elevar su voz.

— Jennie. – volvió a decir su madre antes de asentir. — Pero escuché lo que tu amiga dijo, todas y cada una de esas palabras están en mi mente y mi corazón apuñalandolo una y otra vez. – aseguro sintiendo un nudo en su garganta. — Voy a divorciarme de tu padre. – la menor miro a su madre unos segundos antes de mirar hacia la ventana una vez más.

— Ya era hora. – dijo cortante. — ¿Tenía que ser torturada y violada por un psicópata para que te dieras cuenta del daño que él nos hace? – preguntó retórica soltando la mano de su madre.

— Por favor, perdóname. – pidió su madre entre lágrimas. — Fui criada bajo costumbres machistas y tóxicas para las mujeres. Tenía tu edad cuando lo conocí. – confesó la mayor. — Mi padre siempre intento emparejarme con los hombres de buen ver qué conocía por su negocio, tu padre fue el que lo convenció y me entrego a el como trofeo, como si fuese un producto. Fui criada bajo la idea de que una mujer debe atender a su marido perfectamente, cuidar de sus hijos y saber cocinar desde pequeña para lograr ser una mujer completa, jamás mire fuera de esa costumbre porque era lo correcto...

— ¿Y que si estoy enamorada de una mujer? – preguntó Jennie. — ¿No seré una mujer completa para ti si estoy enamorada de Lisa? – preguntó de nuevo Jennie arqueando su ceja. — ¿Necesitas más pruebas como estas para saber que no estamos en tus tiempos y que los humanos en estás épocas son incluso peor que en las tuyas por esa educación que se les dió? – cuestionó una vez más antes de negar y recostarse, le dolía la cabeza. — Me iré con Lisa, lejos de Corea y no me interesa si tú o papá se oponen. Ella me hace feliz, perdonó mis errores y se dió la oportunidad de conocerme, cuido de mi todo este tiempo y les guste o no, me iré con ella. – aseguro sin mirar a su madre.