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Se suponía que debía decir no, pero no sería capaz de dejarla en aquel estado sola, probablemente se metería en problemas justo cómo ella por llevar a alguien desconocido a casa de su irritante padrastro. Ni siquiera tenía que detenerse a pensar en porque ella tendría que ayudar a la castaña si la mencionada le hace la vida imposible desde que la conoce.

Tuvo que cubrir la boca de Jennie mientras subía las escaleras para que no hiciera algún tipo de ruido o comentario estúpido. Una vez en su habitación le entrego una de sus blusas para dormir y se retiró al baño, era su rutina, llegar cuando todos dormían, subir en silencio, tomar una ducha y dormir. Le gustaba aquello, se adapto bien y solo era cuestión de tiempo para poder largarse de aquel lugar.

- ¿Por qué no tienes fotografías o algo así?- pregunto Jennie en voz baja mientras esperaba al borde de la cama.

- Deberías callarte y ponerte la maldita ropa para dormir o solo dormir.- respondió Lisa tajante dejando la lámpara de pared encendida.

A la surcoreana no le quedó de otra y se colocó de pie para empezar a desvestirse, no se sentía tan mal ya, solo estaba algo ida y los lapsos de tiempo estaban comenzando a normalizarse, además no quería vomitar y eso era una ganancia.

Por su parte, Lisa observaba a Jennie desde su disposición. No era morbo, era curiosidad, la castaña tenía un hematoma enorme en la parte baja de su espalda, sin dejar de lado los más pequeños que subían por sus costados al parecer empezando a desaparecer o eso deducía por el color verdoso que estaban tomando. No le preguntaría nada porque no le interesaba, pero era evidente que Kai la golpeaba y lo de esa noche no fue casualidad o accidente.

- ¿Te gusta lo que ves?- preguntó Jennie con el entrecejo fruncido en notable molestia cuando descubrió a Lisa observando sus moratones.

- Por supuesto, me pone demasiado ver las marcas de violencia en tu piel, es lo más caliente que existe.- respondió sarcástica.

Jennie seguía parada frente a ella observándola fijamente y hubiese resistido más su mirada si no fuese por aquel recuerdo del esposo de su madre causándole a ella un moretón parecido al de la surcoreana.

- ¿Cómo se siente?- pregunto la menor una vez la castaña se colocó a su lado. -Ya sabes, estar drogada.- aclaro después de ver el rostro confundido de la morena.

- Realmente mal, se siente mal.- aseguró ella recostandose de lado como Lisa.

- ¿Por qué lo haces entonces?- pregunto de nuevo la tailandesa.

Lisa prestó un poco más de atención al rostro de la chica frente a ella, era linda. Su piel parecía suave, demasiado para que alguien la tratase con brusquedad, tenía los dedos de Kai marcados en el cuello y la mejilla, también se percató del pequeño moratón en la comisura de su labio inferior, ese golpe debió haber dolido. Los pestañeos lentos de Jennie parecían indicar sueño, pero no lo había del todo, probablemente solo seguía muy drogada.

- No lo sé.- respondió después de un rato y sonrió. - ¿Qué hacías en el parque tu sola?- fue el turno de la castaña de preguntar.

- Que te importa.- respondió cortante la tailandesa y Jennie rió.

- Es verdad, no me importa.- murmuró la castaña. - ¿Siempre eres tan huraña?- pregunto Jennie tratando de enfocar la mirada en la rubia. -Pareces tan solitaria, solamente conozco a una amiga tuya y solo porque es mi mejor amiga, ¿Es verdad que tienes planeado un tiroteo en el instituto?- siguió con preguntas.

- Si, puedo darte la primera muerte para que te libres de tu violenta relación, solo avísame.- respondió la tailandesa antes de guiñar y dió por terminada la conversación colocándose de espaldas a la mayor.

Last Hope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora