Capitulo 10 - Brave.

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Estaba nerviosa, su padre abrió un caso contra el instituto y había personas infiltradas recopilando evidencia. Cuando volvió al instituto la mayoría ya sabía que había intentado quitarse la vida, la mitad de esas personas solo la observaban con pena y la otra mitad murmuraban sobre el tema. No le tomaba importancia, Lisa se había mantenido a su lado todo el tiempo sosteniendo su mano y acompañandola a las clases que no compartían. 

Se había atrevido a no llevar sudadera a la escuela hoy, se sentía libre y segura de sí misma, no había visto a Jisoo desde que su padre le mando llamar para hablar con ella, solo esperaba que no fuese nada grave.

— ¿Qué tal va todo? – preguntó Lisa tomándola de la mano cuando salió de su clase.

— Estresante, el profesor está loco. – comento Rosé acercándose un poco más a la tailandesa.

Escucho la risa de la menor y camino con ella hacia la cafetería. Las muestras de afecto que Lisa tenía con ella estaban mareandola y haciéndole sentir que valía la pena seguir con vida, si no la hubiese conocido probablemente no estaría ahí. La vista de todos fueron hacia ellas cuando entraron al lugar tomadas de las manos y por primera vez aquello no la había intimidado, Lisa era su lugar seguro y se sentía a salvo con ella.

— Te he preparado algo. – dijo Lisa cuando ambas tomaron asiento.

La menor saco de su mochila un recipiente cuadrado que parecía tener ensalada dentro. Miro unos segundos a Lisa y quiso ponerse a llorar por aquel detalle.

— Hey, no tienes que comer rápido, hazlo lento, podemos compartirla si quieres. Toma el tiempo que necesites. – murmuró Lisa tomando su mano por encima de la mesa.

Rosé asintió mirando como abría la tapa de aquel recipiente y sacaba un par de jugos de su mochila. Sonrió con ternura por el gesto de la menor, se había tomado el tiempo de prepararle algo de comer para compartir y cuidar de su alimentación, Lisa era la mejor amiga que podría tener.

— ¿Dónde vas? – preguntó Lisa cuando Rosé se puso de pie.

— Iré por otro tenedor, solo hay uno. – respondió sonriendo.

— Oh, demonios. – rió la menor. — Permíteme ir a por el.

— Lisa, puedo ir yo. – la freno Rosé. — ¿Todo está bien, okay? – preguntó sonriendo y Lisa asintió no muy convencida. — Ya vuelvo.

Después de decir aquello camino hacia donde estaban los cubiertos en la cafetería. Casi pudo sentir la mirada de Lisa en su espalda y sonrió, se sentía protegida por la menor.

— Chaeyoung. – escucho frente suyo, lo cual la hizo detenerse. — Pensé que habías muerto. – comento Jennie sonriendo con malicia.

No sabía porque hacía aquello, había tenido un enorme impulso de ir a dónde las rubias y apartar a la australiana de Lisa cuando notó que la sostenía de la mano.

— Si, gracias. – dijo Rosé antes de hacerse a un lado para seguir caminando. — No me toques. – ordenó cuando Jennie la tomo del brazo.

— ¿Las pastillas que te tomaste te arruinaron la cabeza? ¿Quién te crees para hablarme así? – preguntó Jennie apretando su agarre.

— ¡No me toques! – dijo la australiana tirando de su brazo para deshacerse del agarre de la mayor. — No vuelvas a tocarme, tampoco te acerques a mi. – advirtió en un impulso de valentía.

— ¡Pff! Tu video pornográfico te ha vuelto toda una diva. – comento Jennie con burla.

Con impulso, Rosé estrelló la palma de su mano contra la mejilla de Jennie, haciéndola retroceder un paso. ¿Que había hecho?
El corazón le iba a mil y trato de no mostrarse nerviosa ante la situación, la mano le hormigueaba por aquel golpe que le había dado a la mayor. La cafetería estaba en completo silencio y trato de no mirar a los lados, cerro los ojos con fuerza cuando Jennie se acercó peligrosamente a ella pero no recibió ningún golpe, cuando abrió los ojos miro la espalda de Lisa frente a ella.

— Ni siquiera te atrevas a tocarla. – advirtió Lisa en voz baja.

— Lárgate, vagabunda. – ordenó Jennie y Lisa sonrió ampliamente con burla.

— ¿Ahora soy vagabunda? – preguntó acercándose un paso a la mayor hasta quedar bastante cerca suyo. — Que nos hayamos acostado no significa que puedas decirme que hacer. – señaló mirando fijamente a Jennie.

— Estaba drogada y cuenta como violación, maldita enferma. – ataco la mayor con nerviosismo.

— Claro, ¿Tampoco cuenta que hayas rogado para que dijera que te amo? – preguntó Lisa y la castaña le dió una bofetada.

Algo dentro de su pecho había dolido, Lisa había utilizado sus debilidades para atacarla y eso se sintió realmente mal.

— ¡Kim, Manoban, Park! ¡Al aula de castigos! – grito un profesor desde la puerta.

— Fue mi culpa, Chaeyoung no tiene que ver. – trato de defenderla Lisa.

— Estamos en cero tolerancia a la violencia, las tres ¡Ya! – ordenó el hombre y Lisa asintió entrelazando sus dedos con Rosé y la dejo caminar primero así evitando que tuviese cualquier roce con Jennie o algo similar.

— Lo siento Lice, esto es mi culpa. – murmuró Rosé juntando sus cosas. — Arruine nuestro almuerzo.

— Hey, podemos comer en el aula aún, nos dejarán ahí hasta la salida sin vigilancia, he estado ahí. – dijo Lisa sonriendo. — Además, significa que tú padre está cumpliendo su palabra, así que podemos tomar este castigo. – se encogió de hombros y Rosé quiso abrazarla. — Fuiste muy valiente, me alegra eso Chae. – murmuró Lisa tomando la mano de Rosé otra vez.

— Ni siquiera sé cómo hice eso, me duele la mano. – comento la australiana haciendo reír a la menor.

Jennie observo como las dos rubias salían de la cafetería tomadas de las manos y sintió otra vez aquel vacío. Aquello solo dejaba muy en claro lo sola que estaba. Tenía a Jisoo, pero era distinto, con ella solo sentía una amistad a medias y aquello le parecía triste, la mayor no merecía tener una amiga tan jodida como ella y no podía arreglarlo fácilmente, ya había dañado a muchas personas. 

Se limpio las lágrimas discretamente y levantó el rostro caminando hacia la salida.

Holap

¿Cómo están? ¿Ya hablaron de como se sienten hoy?

Espero que les guste este nuevo capítulo, díganme qué les ha parecido y todo eso, lo que ustedes piensen de este fanfic es muy importante para mí al igual que sus sentimientos.

Sean buenos con ustedes mismos y las demás personas.

Last Hope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora