El Niño y el Dios

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Hola, aquí traigo algo relacionado con lo que leyeron en Abraza la Oscuridad, mi one shot Luzu x Evil Luzu ¿Qué podría considerarse esto? ¿Un prologo? ¿O quizás un complemento? Aquí se cuenta el inicio de la historia entre Luzu y Evil Luzu así que podrías llamarlo un comienzo, pero desde la perspectiva de Evil Luzu.

Sin mas nada que decir pasen y lean.

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Era perfecto, sencillamente perfecto.

Ese bello contraste, esa amabilidad tan predominante que se enfrentaba con la oscuridad en su interior, tan profunda como brillante era la luz. Buenas intenciones, deseos de ayudar a los otros y hacer amigos, pero también había frustración, ira, insatisfacción, un espacio tan grande para resentimientos, todo, aun cuando le costaba creerlo, contenido en ese pequeño retoño.

Cabello castaño, ojos oscuros como dos pozos, una piel clara tintada con el suave rosa de la juventud. Era un niño adorable, cualquiera que lo viera lo tendría que decir o estaría mintiendo, pero eso no era más que otro aspecto que le hacía interesante a sus ojos, aun cuando era algo puramente físico, algo que cambiaria solo dejando pasar el tiempo que para el corría tan rápido siempre.

Le rodeaban malas y buenas intenciones diluidas, almas con grises sucios y sin ningún grado de pureza, pero el no. El no era una mancha borrosa de gris, era un contraste fascinante, la luz y la oscuridad jugando una alrededor de la otra en una pelea constante e igualada. El sabia, preocupante seria si no pudiera notarlo siendo quien era, que si se le daba la oportunidad y se le guiaba correctamente podría ser un gran sirviente. La oscuridad en su interior podía ser mucho más profunda de lo que era ahora, mientras que la luz podía ser relegada a un mero complemento menor que podría hasta ser de utilidad a futuro.

Si él le aceptaba podría estar frente a quien sería la solución para todas sus penurias, para todo ese sufrimiento que estuvo pasando durante siglos, oculto entre las sombras. Lo único que tenía que hacer, algo que no era fácil ya que estaría usando lo poco de poder que le quedaba para ello, era adoptar una apariencia con la que pudiera simpatizar. Como dios el no poseía realmente una forma, pero si podía adoptar cualquiera de forma permanente o por el tiempo que quisiera, ya fuera monstruo, animal o persona e incluso objetos si quisiera. Sin embargo, para sus propósitos, solo bastaba con que se viera humano y eso hizo, cambiando a una figura que, sin darse realmente cuenta hasta que se vio en el reflejo del rio, era exactamente igual a la del niño. Normal, después de todo era su rostro el que tenía en mente y su poder suele servirse mucho de la imaginación, pero no es que sea un detalle importante, de hecho eso podría darles un tema del que hablar.

Ahora todo lo que tenía que hacer era acercarse, y para ello, tuvo que salir del refugio natural de la cueva donde se estuvo resguardando y salir a la luz del sol de mediodía. No es que la luz le hiciera daño, el no era como un zombi que ardía nada mas recibía los primeros rayos solares, pero era igual de agradable para él cómo seria para cualquiera meter los pies desnudos en aguas pantanosas, frías y asquerosas, por no decir que era peligroso, pero tenía que arriesgarse.

Mientras se ocultaba detrás de un árbol, favoreciendo el lado más sombreado, veía al chico sentado, su espalda apoyada contra la corteza. Se hubiera acercado, sin embargo estaba rodeado por otros niños, y por el momento prefería mostrarse solamente a él.

-Vamos Luzu, seguro que puedes conseguir más-

-No puedo, ya mi mama me dijo que no me dará ni uno solo, cree que me los como todos yo- parecía apenado.

-Entonces dile que es para nosotros-

-¡No seas estúpido Lewis! Si le dice eso será peor-

-Yo creo que debería robarlos- dijo uno de los niños más grandes.

Historias de Karmaland / TortillalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora