Esta es la historia de una asesina en serie que usa el tiempo para calcular la manipulación y luego los homicidios de sus víctimas.
Su nombre era Francisca Kaf, una chica que a la edad de 15 años denuncia a su mamá junto con su padre por torturas físicas y abusos psicológicos, que venía sufriendo desde los 10 años. Una vez que la mujer va presa, su padre la inscribe en un parasistema que está en el municipio El paraíso, en Caracas Venezuela.
Una vez que comienza su primer año de estudio, a Francisca le va excelente y siempre saca buenas notas. Pero un grupo de chicos; dos chicas y tres chicos, comienza a acosarla con groserías y amenazas. Francisca los ignora igual y decide seguir con sus estudios.
Un día se celebra un evento de baile y danza en el patio del parasistema, en donde los alumnos de cada salón bajan acompañados de los profesores.
Francisca va al baño antes y ahí es acorralada por sus acosadores.
La líder del grupo decide echarle el seguro a la puerta y comienza el abuso. Los tipos la sujetan para quitarle la camisa y el pantalón, dejándola solo con la ropa interior. En ese instante, una chica la abofetea y la golpea en el estomago, luego un chico la empuja contra la pared besándola en contra de su voluntad, a lo que Francisca le responde con un buen golpe en su cara. Otro chico le toca los pechos, la chica y el chico restantes la insultan y se burlan de ella. Por último, la dominante del grupo le quita los aretes de plata que le había dado su padre. Francisca les dice que los destruirá a todos.
Finalmente llega la directora del plantel y sorprendida, ve a Francisca semi desnuda y a cinco chicos abusando de ella de una manera horrible. Los muchachos son llevados a la dirección y expulsados sin oportunidad de volver al plantel. Después de vestirse, Francisca va ver a la directora.
—¿Cómo supo usted que estaba en el baño?
—Una chica me había dicho que esos chicos te estaban molestando en el baño.
—¿Puede llamar a la chica?
La directora llama a la alumna que estaba fuera de su oficina. La chica, aquejada del Síndrome de Asperger, se llama Emilia Holmes.
—¿Cómo sabias lo que pasaba en el baño?
—Porque cuando no volviste al evento sabía que estabas en problemas.
—Gracias Emilia, por avisarle a la directora.
—De nada.
Ambas se hicieron buenas amigas y por fin Francisca disfruta de una amistad sin hipocresías.
Han pasado dos semanas desde que Francisca sufriera el ataque de los bravucones. Quiere venganza por lo que le han hecho, así que decide averiguar donde vive cada uno. El problema es que ningún compañero hablaba con ella, ya que la culpaban de la expulsión de los chicos.
Al otro día decide llevar una falda corta para poder insinuárseles a los muchachos que fueron amigos de sus abusadores. Francisca, en los ratos del receso, se acerca a cada chico de manera sensual, esperando manipularlos y conseguir información. Ninguno le revela nada que sirva de mucho... hasta que un chico le dice lo que estaba buscando.
—Esos chicos viven cerca de la parroquia de San Juan, se la pasan todos los viernes en una casa dentro de la misma parroquia, para drogarse. Eso es todo lo que sé.
Francisca le da como agradecimiento un beso en la mejilla izquierda y se va para preparar su plan. Llega el viernes y toma un bolso en el que introduce pico, pala, gafas de visión nocturna, un par de guantes de cuero, una pica cable y una llave especial que abre todo tipo de puertas.
La joven le avisa a su padre que pasara la noche del viernes en casa de una amiga en San Juan, consiguiendo su permiso de salir. Al llegar a la zona, se aloja en una casa que está en construcción para esperar la madrugada y poder entrar al lugar de reunión de los bravucones. Son las 12:00 AM.
Francisca empieza por cortar el cable de la luz que conecta varias casas, incluyendo la de sus abusadores. Hacia allá se dirige y abre la puerta usando su llave maestra. Una vez dentro se pone las gafas de visión nocturna, agarra su pico y programa el cronometro del reloj para salir en diez minutos.
Se escabulle por la sala para que no la vean; los chicos están usando las linternas de sus teléfonos para ver en la oscuridad, por lo que Francisca debe estar atenta. Para su ventaja los tipos están drogados y aparentemente, lo único que buscan son las drogas que se les perdieron en la oscuridad.
Un muchacho está jugando un juego con su teléfono, sentado en un sofá cama. Ella se acerca un poco más y se da cuenta de que es el chico que la besó en el ataque. El joven gira y se percata de Francisca.
La chica le clava el pico en la cara y luego en varias partes de su cuerpo, matándolo de manera instantánea. Lo besa, pero para arrancarle un trozo de sus labios que luego escupe en el suelo.
Todo está en total silencio. Francisca, manchada con sangre de su primera víctima, se dirige hacia las escaleras en donde hiere a otro chico, clavándole la punta del pico en su hombro. Sigue subiendo y ve a la chica que la insultó en el ataque. Le clava la punta del pico en el hombro, hiriéndola también.
En el pasillo de la escalera se encuentra el sujeto que le había tocado los pechos, al que le clava la punta del pico en su pecho hasta dejarlo inerte.
Al final se encuentra con la chica que planeó su ataque. Ambas pelean y forcejean, pero Francisca la lanza al piso y le abre el pecho usando el pico. La acosadora llevaba los aretes que le había quitado y los recupera para salir del lugar lo más rápido posible.
Tras lograr su venganza, Francisca conoce en su clase a un chico que se llama Frank Romero y se hacen pareja. No obstante, las ganas de torturar y matar podría ser la causa de que deje a su pareja.
A los 21 años de edad, Francisca Kaf es buscada por más de diez homicidios, en los que las víctimas eran hombres y mujeres. Todos fueron asesinados con un pico de punta y pala, y se caracterizaban por acosar a las personas de manera sexual y en las redes sociales. Además es buscada por torturar al menos a cinco personas, que eran cómplices de los abusos que realizaban sus amigos.
La policía y los medios la han llamado La Precisa, ya que según dos de las víctimas sobrevivientes, la chica solo tardaba diez minutos en perpetuar sus crímenes. Nunca ha sido atrapada y se considera peligrosa.
Cuenta una leyenda urbana, que ella sale a cazar a las personas en bares de lujo y luego manipula a sus víctimas dependiendo de su pasado. Si son cómplices de algo indebido, solamente las tortura. Si no son cómplices e hicieron algo peor, entonces recibirán algo más que una tortura. También existe la creencia de que caza a sus víctimas en redes sociales, sobre todo en Instagram, usando perfiles falsos.
Recuerden que solo Dios sabe cuando una persona puede tomar venganza por los abusos que ha pasado.
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Historias de terror
HorrorHistorias de Terror Las historias aquí mostradas no son hechas por mi persona. Yo solo me encargo de buscarlas y publicarlas Si vas a tomar alguna de estas historias da créditos al escritor original