Brooke Stewart
El frío de Nueva York estaba a su máximo punto, no tardará en empezar a nevar al paso que íbamos. Dylan estaba tomando su café a mi lado y sosteniendo el mío mientras yo acomodaba mi gorro de lana para protegerme del frío. Cuando termine mi hermano me paso el café y tomé un sorbo saboreando la leche caliente, seguimos hablando de temas varios mientras caminábamos hacia el despacho del abogado de mi abuela. Habíamos recibido varios mensajes y correos de el pidiendo vernos, pero Dylan sí respondió, yo lo olvide.
-¿Qué harás con tus cosas en Londres?-me preguntó mientras se abrigaba más.
-Rachel sigue allí, y por lo que me dijo es que pasará unas semanas más allá así que me las enviara, el apartamento es alquilado por meses así que lo que sigue es por cuenta de ella-le dije tomando un sorbo de mi café-Hoy la canela me sabe mal-le comente haciendo una mueca.
-Yo no le eché, asió que no sé.
Me detuve un segundo cuando la canela me supo peor. No aguante mas y termine botando el vaso en la basura que tenía al lado. Parecía como si hubiera estado dañada, suspiré triste al saber que perdí mi café con este frío pero no había nada que hacer. Dylan se rió de mí pero me entendió, termine comprando un té en otra cafetería. Cuando llegamos a la oficina de el abogado Torres nos dejo pasar, me senté al lado de mi hermano y me quite la chaqueta sonriendo por el aire acondicionado.
-Veo que no son mucho de clima frío-dijo el abogado sentándose en su silla y acomodando su gafas.
-Somos de Los Ángeles, el sol, la brisa y el mar va en nuestra sangre-le dije haciendo que se riera-Lamento no haber respondido sus correos, he estado ocupada.
-No debe porque disculparse señorita Roberts-lo mire confundida al usar el apellido de soltera de mi madre, pero no dije nada-Su abuela era Roberts y siempre me gusta referirme a los miembros de su familia con su apellido-asentimos y no dijimos nada-Lamento mucho la muerte de su abuela, Alice era una mujer fenomenal.
-Gracias-le dijo Dylan.
-Pero yo vengo a hablarles de lo mas importante: El testamento-trague saliva y crucé mis piernas-Hace unos cinco años su difunta abuela, empezó a planear el testamento incluyendo todos los bienes, sus propiedades y acciones. Dejo un plazo de su muerte para que se leyera el documento, fue despues de dos meses. Su madre junto a su tía y prima lo leyeron la semana pasada en una reunión que tuve con ella en California. Aceptaron y firmaron, pero ustedes faltan por la lectura. Procederé a leerlo...
Alice Roberts, estadounidense, con sesenta años de edad. Con mi propio derecho, en pleno uso de mis facultades y libres de coacción física o moral, es mi libre voluntad redactar el presente testamento, mismo que reconozco como único, para lo cual invalidó cualquier otro que exista con anterioridad.
En tal razón nombró como únicos y universales herederos a : Julie Carolina Roberts, Kendall Anastasia Stewart, Lily Thompson, Dylan Thomas Stewart, Brooke Alexandra Stewart, Austin Daniel Stewart, Noah James Coleman. Así mismo nombró como albacea de la herencia a: Jonatan Torres.