Brooke Stewart
A la mañana siguiente de haber estado celebrando en club, Noah y yo salimos de casa para poder recoger a nuestra bebé. Para suerte de ambos no habíamos tomado más de la cuenta por lo que no teníamos más que un simple dolor de cabeza, que ni se consideraba resaca. No como nuestros amigos que dormían felizmente en nuestra casa, Rachel junto a Julian en el sofá mientras Niall dormía plácidamente abrazado a Leila en el sillón del jardín pero para suerte de los cuellos de Dylan y Sarah dormían en una habitación de huéspedes tranquilamente.
Mire a Noah que iba con gafas de sol, conduciendo con una sola mano ya que la otra reposaba sobre mi muslo. El iba absorto en sus pensamientos, pero eso no le impedía darme una sonrisa cada cuanto. Después de que llegamos casi a las cuatro de la mañana no hablamos sobre lo que habíamos vivido en la mañana, aún estábamos pensando que hacer sobre eso.
Cuando se estaciono frente a casa de mis padres, bajamos mientras me volvía a poner las gafas de sol y juntos de la mano caminamos hasta la puerta principal. Saque las llaves que aún tenía y abrí la puerta dándome cuenta de que la casa estaba un poco silenciosa, no fue hasta dos segundos que escuche las risas de mis padres provenientes del comedor. Noah me guió hasta allí y me di cuenta de que estaban solo los dos.
-Hola, cariño-saludó mamá.
-Hola, mamá-le di un beso en su mejilla a cada uno- ¿Tienes café?
- ¿Tomaron mucho? -negué.
-Solo dolor de cabeza-me senté al lado de papá y Noah al frente mío- ¿Y mi bebé?
-Ay, cariño hablas como si la hubieras dejado con un extraño-me dijo mamá y al instante le di una sonrisa de disculpa.
-Lo siento, mamá. Simplemente estoy paranoica.
-Está durmiendo con Tommy, y Austin está con ellos en su habitación.
Justo en ese momento escuchamos el llanto de una bebé muy enojada que pedía atención, me levanté antes de Noah y me quite las gafas dándoselas a el.
- ¿Podrías decirles lo que pasó ayer, por favor? -mi novio asintió y mis padres le dieron una mirada curiosa.
Subí las escaleras de dos en dos escuchando el llanto de mi hija, y como supuse se despertaría para las diez de la mañana. Abrí la puerta de la habitación de Austin dándome cuenta que el estaba meciéndola en la cama donde estaba recostada mientras mi sobrino la miraba con los bien abiertos, mi hermano menor levantó la mirada y suspiro de alivio.
-Mira Rose ahí está tu mamá-Austin me señaló, pero el llanto de Rose era más importante-Alimentala por favor.
-Austin respira-le dije acercándome a ellos y tomando a mi bebé en brazos-Ya, amor, mamá está aquí-me senté en la cama de Austin y mientras bajaba la tiranta de mi vestido para liberar mi pecho Tommy se acercó.