Lost in Confusion ~Jeff The Killer~

Capítulo 16~ Extrañas sorpresas.

(Nota: Aquí continúan algunas escenas un poco fuertes para algunos, pueden saltar hasta los ~~~~ para continuar)

—¿Mami? — Masculló la niña que se encontraba en la puerta observando el acto del asesino.

El asesino se pudo de pie, dejando a la mujer en la cama con cuidado, y cerrando sus pantalones de nuevo. Camino directo a la menor, la cual temblaba por el miedo que le había producido ver tan detestable escena.

—Shhhh...— Murmuró el asesino. — Todo está bien, Mami está bien ¿Lo ves? Solo está descansando. —

La menor rodeó sus brazos en el torso del asesino, así como si esto fuera un impulso a pesar de que ella había presenciado un acto de pura maldad en contra de su madre. Tal vez era muy pequeña como para comprender que el malo era Jeff, o tal vez simplemente este transmitía un extraño aire de paternidad por el hecho de haberse topado con Anneliese en su camino.

Anneliese...

Esa niña era tan pequeña como Anneliese... Tan suave, dulce y tierna, justo como Anneliese. Jeff miro Anneliese en el rostro de la menor, a pesar de que sabía que no podría haber dos Anneliese, y que la original no solo había cometido traición hacia su persona, sino que también probablemente estaba pérdida en el bosque tratando de sobrevivir, si no es que Jack la había salvado de nuevo.

Jeff sintió un nudo en el estómago, un sentimiento que hace mucho no sentía. ¿Se pueden imaginar cuál es? Porque yo sí. El asesino le hizo caso omiso al sentir en su estómago, y mientras sujetaba a la menor en un abrazo con uno de sus brazos, con el otro acariciaba su cabeza.

—Todo está bien... O más bien lo estará. — Susurró al oído de la menor.

Jeff levanto el cuchillo, y con delicadeza lo introdujo dentro del abdomen de la menor. La escena paso como una eternidad, Jeff ni siquiera escuchó el grito de la menor, Solo alcanzo a percibir la cara de dolor producida por esta, su pequeña boca escurriendo sangre, y las lágrimas caer incesantes por sus mejillas. Jeff No se detuvo en el primer golpe, siguió apuñalando.

"Acabé con su dolor ¿No? ¿Ustedes la hubiesen dejado vivir después de hacerle lo que yo le hice a su madre?"

El asesino regreso a su hogar, siendo acompañado por un oso de peluche que se encontraba en las manos de la pequeña, el cual estaba cubierto de sangre.

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Anneliese reposaba en el sofá de la casa de Jeff. Aún no se explicaba cómo si Jack la quería sacar de todo ese tormento, la había regresado al punto de inicio. Suspiró. No podía estar en peor situación. Su pequeña pierna tenía un dolor agudo después de la caída que sufrió, además de que esta vez ella parecía ser la que tenía fiebre. Lo único que le quedaba era auto medicarse, ya que era más que obvio que el asesino no haría nada por ella.

Anneliese bajo del sofá, tratando de apoyar de una manera su pierna para que esta no le doliese tanto, pero era inútil, ya que ese dolor volvía al apoyarla en cualquier posición.

Anneliese caminó a la cocina, y se percató de que no había absolutamente nada que pudiese humedecer para ponerlo en su cabeza. La menor sintió un leve mareo y cayó al suelo.

La menor emitió un leve gemido de dolor, su pierna se sentía peor que antes. Se arrastró como un vil gusano hasta llegar a la habitación, pero se le imposibilitaba subir a la cama para reposar. Apoyó su cabeza sobre sus manos y se rindió. Solo le restaba mirar al suelo y darse por vencida. Anneliese comenzó a mover los ojos de un lado a otro, tratando de percibir algo interesante que le ayudase a matar el tiempo tirada junto a la cama. Y entonces lo miro. Esa cajita de metal que había podido tener en sus manos en sus primeros días ahí, cajita que le causo una de las primeras malas experiencias en aquel lugar. Esta vez dudo más que la última vez en si tomarla o dejarla en su lugar, ya que la posibilidad de que el asesino la descubriese era de más de un 50%.