Lost in Confusion ~Jeff The Killer~

Capítulo 24~ Todo se ha terminado. Parte 1/2

Abrieron fuego.

Todas las balas fueron dirigidas a Jack.

Anneliese emitió un grito lleno de agonía y dolor, mientras imploraba a los oficiales que pararan. Jack, con balas por todo el cuerpo y ese líquido negro escurriendo por todo su cuerpo, cayó de rodillas al piso y se desvaneció.

Todos los oficiales miraron impresionados, preguntándose a quien o que acababan de matar.

Anneliese, muerta de miedo se abrazaba del oficial de policía que la tenía con él. Entonces, Jack reapareció como por arte de magia, detrás de la menor y ese oficial.

—No me gusta que me mientan. — murmuró al oído de aquel oficial.

Jack tomó la cabeza del oficial, y de un girón se la arrancó del cuello, haciendo que la sangre salpicará sobre la menor. Jack al instante corrió por la menor, la cargó y cubrió su boca. Se echó a correr. Los valientes que se atrevieron corrieron a seguirlo, entre ellos el detective Jeremy.

Jack corrió hasta perder a los oficiales de vista, puso a la menor entre unos arbustos y reviso que nadie los estuviera observando.

—Anneliese, sé que la he cagado con esto y ahora debo remediar todo lo hecho. — Dijo Jack. — Se que no entenderás a la perfección, pero al menos escucha todo lo que te digo. Corre, lo más rápido que puedas a la cabaña con Jeff, yo distraeré a los oficiales, pero no te garantizó que no llegaran a con ustedes. Convence a Jeff de que huya contigo, ambos deben de estar a salvo, yo que Slenderman hoy bajó toda la protección y será más fácil que encuentren la cabaña. Por favor, Anneliese, huye. ¿Me has escuchado? —

Anneliese asintió con la cabeza.

—Pero ¿qué pasara contigo? — Preguntó la menor, aun temblando por la impresión de los últimos acontecimientos.

—Anneliese, conmigo no pasará nada. Volveré con ustedes cuando estén sanos y salvos. — Término por decir el joven.

Jack se descubrió la cara, besó la frente de Anneliese, manchándola con el líquido negro, y deseándole la mayor de las suertes.

Anneliese emprendió su regreso a casa, a paso firme, y revisando que nadie la estuviese siguiendo. Escuchaba a los perros de la policía lo suficientemente lejos como para llegar sin ningún problema a su hogar.

Y así fue. Al llegar a la puerta pensó un poco en si debía entrar. Las lágrimas comenzaron a salir de su rostro, ya estaba segura de lo que estaba a punto de decirle al asesino.

Abrió la puerta de un empujón, encontrándose con el asesino sentado en el piso de la sala, por alguna razón, ya que podría haber estado sentado en algún sillón.

—J-Jeff. — Pronunció la menor, aun asustada.

Jeff la observó. Sin decir ni una palabra Anneliese se acercó al asesino.

—Jeff, te voy a pedir un último favor. —Dijo la menor con lágrimas en los ojos.

—¿Que vas a pedir? ¿En dónde te habías metido? — preguntó el asesino.

Anneliese se soltó a llorar.

—Jack trató de llevarme con el detective que lideraba el caso de mi desaparición. — Anneliese se secó unas lágrimas, pero no soporto más y puso las manos en su cara. — Te he mentido tanto tiempo, diciéndote que no soy real, pero es obvio que lo soy Jeff... ¡Mátame! — Exclamó.

Jeff puso los ojos de sorpresa más grandes que Anneliese hubiese visto mientras observaba a la menor.

—Que me mates tú, sería mucho mejor que volver con ella. Jeff, mátame, por favor. —