Anneliese despertó en otra mañana igual a todas las demás (o al menos igual a todas que ha pasado en casa de Jeff) Como siempre, algo cansada por el viejo colchón, pero feliz por tener un hogar. Jeff seguía dormido, Se movía de manera brusca, y un poco agitado.
"Debe estar teniendo una pesadilla"
Pensó Anneliese.
La pequeña se puso de pie y con calma camino hasta la cocina. Hurgo la pequeña habitación buscando algo que comer. No había nada, como se esperaba.
—No creo que Jeff despierte en un rato— Susurró.
La pequeña se puso su polera y tomo algo de dinero de la habitación, y salió sin hacer mucho ruido de la casa. La pequeña caminó por el bosque, con la helada ventisca del bosque rosando su rostro, y un leve aroma a tierra mojada. Esas pequeñas cosas la hacían sentirse viva.
Ella siguió caminando hasta llegar a la ciudad (Mas bien, pueblo en progreso) y fue al supermercado más cercano. Lo reconoció al instante, Anneliese había estado ahí más de una vez, es más, Para lo que recordaba era el único supermercado al que había ido en toda su vida.
La niña caminó sin percatarse de nada a su al rededor, solo se dispuso a tomar un carrito de compras y entrar al establecimiento.
Ahí, hizo su propia lista de compras, Huevos, pollo, cereales, leche... No muchas cosas, ya que como mucho podría cargar unas cuatro o cinco bolsas. Cuando por fin término con sus compras, se dirigió a la caja para pagar lo que deseaba comprar y ahí se dio cuenta de dos cosas.
La primera, es que había un pequeño letrero de "Se busca" en una entrada, y la persona en ese letrero, era ella.
La segunda, es que ahí estaba ella. Esa mujer tan vil y cruel que la atormentó desde el momento que nació. Era imposible, esa mujer no sentía dolor alguno por la pérdida de su pequeña Anneliese ¿Que carajos hacia colocando volantes de ella? Bueno, en primera, ¿Porque ELLA en especial se estaba tomando el tiempo de colocar volantes por la ciudad? Les podría asegurar que si estuviesen en la misma situación que Anneliese lo entenderían.
Anneliese espero a que la mujer se retirara del lugar para acercarse a la caja a pagar.
Ahí, la cajera la miro un poco extrañada ¿Que hace una niña tan pequeña sola en ese establecimiento?
—Niña, ¿Dónde está tu mamá? — Preguntó con los ojos entrecerrados, tratando de encontrar una coincidencia de algún lado en la cara de la menor.
—He venido sola— Dijo rápidamente.
—¿No te he visto antes? — Preguntó la mujer apoyándose en la caja.
—Vienen muchas personas a este establecimiento, estoy segura de que me confunde con alguien más— Dijo Anneliese acomodando su cabello.
—Está bien... ¿Pagaras con efectivo o tarjeta? — Preguntó la cajera.
—Efectivo— Respondió Anneliese
Anneliese saco de su bolsillo una cantidad grande de dinero, y la cajera se sorprendió por esto.
—¿Qué haces con tanto dinero niña?— Dijo sorprendida y un poco molesta.
—Mi padre me mando a traer la despensa, no vivo muy lejos de aquí, así que no le veo ningún problema— Dijo Anneliese un poco ruda.
La cajera la miro con cierto desprecio, y procedió a cobrar sus cosas. Anneliese solo se dispuso a pagar y salir del lugar. La pequeña pensando en que había salido sin dejar sospechas del lugar, volteó a mirar a la cajera de nuevo, la cual estaba hablando con un guardia de seguridad, pero parecía que su plática no duro mucho, ya que cuando el guardia volteo a verla, comenzó a caminar hacia ella. Anneliese entró en pánico, y comenzó a caminar más rápido, el policía hizo lo mismo, entonces ella se echó a correr. Lo único que tenía en su cabeza; era correr hasta donde sus pies le permitieran y dejar al guardia perderse entre la gente, pero le resultaba difícil cargando unas bolsas de mercado.
Pronto, Anneliese encontró una gran multitud, un poco temblorosa entró entre toda la gente. El guardia la seguía aún, ¿Porque seguía detrás de ella si ese no era su trabajo? Tal vez el solo quería ayudar a atrapar a una niña desaparecida, o la habían tachado de ladrona por la cantidad de dinero que cargaba. Anneliese no se rindió, siguió corriendo sin mirar atrás, hasta que, por alguna obra del destino, la bolsa que contenía la leche y los huevos se rompió.
—¡¿Porque me atormentas así?!— Maldijo Anneliese.
El policía la miro recoger las cosas, y se acercó a ella lo más rápido que pudo.
—Al fin te atrape mocosa— Susurro.
Anneliese volteó a verlo con ansiedad, asustada y temblando solo tomo el bote de leche y las bolsas que quedaban y siguió corriendo, pero no pudo evitar lo que ya era inevitable. El policía la tomo del hombro, justo cuando Anneliese iba cruzando la. calle.
—vendrás conmigo pequeña mentirosa— Dijo con una sonrisa aterradora.
Anneliese había aceptado la derrota, esa noche no volvería a casa con Jeff. Pero tal vez, por arte de magia o del propio destino, tal vez de un Ángel guardián con corazón de demonio, Algo salvo a Anneliese. Un auto iba pasando justo al momento en el que ellos estaban ahí, ya que estaban a media calle. Pero el auto no impacto con Anneliese, Ella y el policía corrieron en direcciones contrarias, y el auto impacto al policía.
Anneliese, aprovechó la conmoción y corrió de regreso a su casa.
—¡Vaya suerte he tenido! — Dijo en un suspiro
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Anneliese llego a la casa y se dio cuenta de que Jeff aun dormía plácidamente en su cama. La niña río por lo bajo y rodo los ojos
Vaya oso duerme aquí
Pensó.
Se dispuso a guardar todo en su sitio e irse a buscar algo que hacer.
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¡Hola! Soy la escritora hablando(?)
Voz a lo lejos: ¡No me digas!
Bueno, este pequeño espacio se debe a que note que tengo un poco más de público, y aunque por problemas personales no había podido subir nada, quiero darles las gracias por leer la historia ¡No saben la ilusión que me causa saber que me siguen!
Soy una escritora principiante aun, así que no narro tan bien como me gustaría, también tengo muchas faltas ortográficas, me gustaría pedirle su ayuda en ese sentido:) si algo no les gusta, ¡Diganlo! Me gustara mucho que sus ideas estén en este fic, además, un poco de ayuda para escribir mejor no me vendría mal:)
¡Gracias por leer!
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Lost in Confusion ~Jeff The Killer~
FanfictionJeff The Killer, ha llegado a un punto máximo. su cordura esta en un punto, donde no distingue la realidad de la ficción. Así es, este asesinó temido por muchos está en un punto sin retorno. o eso parece. metido en el mundo de la locura, la drogadic...