Que comience el juego.

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Sanguini:

Me encontraba camino a lo profundo del bosque después de dejar a Hermione en esa cueva.

Decidí caminar lento antes de llegar a mi destino, algo dentro de mi estaba haciendo ruido y ya no estaba tan seguro de hacer lo que tenía en mente.

Sacudí la cabeza negando, diciéndome que eso no estaba bien, que solo me traería mas problemas de los que ya tenia y necesitaba que esto termine ya mismo. No veía la hora de acabar con esto, de irme lejos pero primero tenía que poner fin a todo este jueguito sucio en el que me metí por querer probar cosas diferentes.

-Hasta que llegas - escucho la voz escurridiza de Camille- ¿Donde dejaste a Granger?

-Justo en frente del telón, no te preocupes, ella verá todo desde muy cerca.

Sonríe asintiendo mientras se acerca a mi- Estamos cerca, falta muy poco para conseguir lo que tanto queremos.

Asiento al igual que ella. Si, si que estamos cerca de terminar con todo esto.

-Estas muy serio ¿pasó algo? - pregunta capciosa.

Me pongo la máscara fría que siempre tengo con ella y la miro burlón- ¿Algo tiene que pasar? Solo quiero terminar, tengo muchas cosas que hacer como para perder mi eternidad jugando a esto.

-Ya estamos a nada de conseguir lo que tanto queremos, esperamos muchos años para conseguir todo y aunque este sea sólo un primer paso no tardaremos mucho en conseguirlo.

Le sonrió fríamente antes de asentir.

Camille se acercó a mí y besó mis labios de una manera suave y fría a la vez. Tiene un rostro hermoso, una silueta exquisita y muchas ambiciones, hubiera sido divertido tener una vida con ella.

Lastima que ella no busca eso, busca poder y gloria y para conseguirlo no le importa nada. Yo solo soy un peón en su juego, alguien que le ayudaría a cumplir su capricho.

Camille huele el viento captando los mismos olores que yo.

Ya habían llegado, el juego apenas iba comenzado.

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Narrador:

Draco corría por la espesura del bosque, dando saltos, esquivando los árboles, arbustos y rocas a su paso. Con la varita en alto mirando hacia todos lados buscando al receptor de la risa que se escucha como eco. Trataba de controlar el miedo, mantener su mente fría y rogaba a Merlín por que su Hermione se encontrara con bien.

¡Maldito sea Sanguini!. ¿No pudo esperar unos días más? Cuando Hermione se encontrara a salvo en la mansión Malfoy junto a su madre, Theo, Luna y Pansy que prometieron cuidarla mientras el iba a esa misión suicida. Esto definitivamente no era parte del trato.

Siguió corriendo hasta escuchar que alguien más corría en su dirección, quiso frenar pero en el intento resbalo, arrastró su pie tratando de mantener el equilibrio y gateo hasta esconderse detrás de un gran árbol con un hueco en medio. Se puso de pie, mantuvo la varita en ristre y trató de controlar su respiración. Si era quien pensaba estaba perdido, no tenía muchas posibilidades pero haría todo lo posible por salir victorioso y rescatar a Hermione.

Agudizó el oído y espero. No era una persona acercándose, eran varias y eso lo desalentó mucho más.

-Vamos, tienen que estar cerca- escucho decir a alguien y le sonó familiar.

-¿Seguro Zabini? Llevamos recorriendo el bosque por horas.

Un momento ¿ese era Potter?

-Se que están por aquí.

Live My Life (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora