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En la primera semana de abril Nazli leyó en las tendencias de Twitter, una noticia que le hizo pensar en lo que ocurría en América Latina

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En la primera semana de abril Nazli leyó en las tendencias de Twitter, una noticia que le hizo pensar en lo que ocurría en América Latina. La situación era complicada y diferente en cada país, lo tenía claro, pero uno nunca se percataba de eso hasta que lo veía. «En la vida hay muchas cosas que pasamos por alto, en nuestro mundo pensamos que todos viven o tienen los mismos recursos que nosotros, cuando no es así. Para algunos la vida es más dura», pensó con dolor. La situación se complicaba en una ciudad de Ecuador. Su sistema sanitario y funerario había colapsado. Nazli lloró cuando vio las imágenes en Internet.

Cargada de emociones, tomó una hoja y un bolígrafo para escribirle una carta a su vecino. Existía la posibilidad de que se estuviera enamorando, pero aún no lo aceptaba.


Buen día, Jadon.

Piensa en que la pandemia no hubiera ocurrido. ¿Qué estarías haciendo? Yo quizá estaría planeando realizar un viaje con mi mejor amiga. Hace tiempo que me lo había propuesto... siempre le di largas. Al inicio del año me propuse aceptar. Iba a ser una sorpresa para ella, el mes anterior iba a comprar los billetes para entregárselos en su cumpleaños. Es una lástima, porque ahora pasará su fiesta sola... Tiene pareja, pero vive a kilómetros de ella. Ya sabes cómo funciona el amor a larga distancia...

Estaba pensando en lo que ocurre en Guayaquil, ¿lo has visto? A eso te referías cuando dijiste que éramos afortunados, ¿no? Estoy abatida, ¿cómo es que el gobierno no hace nada? Ahora ya no sé si vale la pena buscar culpables.


Más tarde, Marty llamó a Nazli.

—¿Cómo estás? —inquirió con preocupación después de no haber recibido respuesta de su parte durante algunas horas. No quería ser dramático, pero había estado pensando con seriedad en ir a visitarla para saber si se encontraba bien.

Por su tono de voz, Nazli percibió que estaba agotado, quizá no había dormido mucho.

—Hola, Marty. Estoy mejor. ¿Cómo están las cosas por allá? —Las llamadas del doctor últimamente eran más frecuentes. Iba en serio cuando le afirmó que, de llegarse a dar, iba a ser un mejor novio para ella.

—Es una locura. No paramos de trabajar. Han ingresado muchos pacientes. La situación es grave, Naz. Esta mañana tuve que informarles a muchas personas sobre la muerte de sus familiares. A veces siento que no puedo con esto...

—Tranquilo, lo estás haciendo bien. Son las circunstancias las que nos han llevado a esto...

—Te extraño, Naz.

—Marty... —Ella quiso decirle que tenía una respuesta, que lo suyo no podía volver a ser lo mismo. Y que reconsiderar volver a salir, había sido un error.

—Lo siento, tengo que irme. Me han asignado un paciente. Cuídate. Te llamo más tarde.

Terminó la llamada casi al anticipar lo que le iba a decir. No quería darse cuenta del error que había cometido.

Aviones de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora