𝕽𝖆𝖎𝖓 ♛ JJK¹

5. escuadrón

Jungkook caminaba a mi lado, su mano tenía un agarre fuerte en la mía y me guiaba entre las personas con facilidad, con un poco de irritación pintada en sus cejas. Desde que el toque de aquel chico dejo de darme recuerdos valiosos no le vi segundas intenciones... es decir, ahora recordaba un fragmento de mi adolescencia intentando comer una galleta sin usar mis manos y eso era muy tonto.

Él me había dicho, hay cosas que simplemente no merecían la pena ser recordadas... pero eso solo lo decidía yo.

— ¿Por qué en primer lugar me tinturé el cabello?

— Perdiste una apuesta, cosas de chicas, tu mejor amiga lo hizo en el porche de tu antigua casa con productos "naturales" — Jungkook hizo énfasis en las comillas con su mano libre.

— ¿Tenía una mejor amiga? Whoa, que genial.

Me acerque más a su brazo al voltear por un boulevard y en esa calle había varios salones de bellezas exponiendo sus trabajos.

— Sí, tenerla a ella no cabe en genial.

— ¿Dónde está ahora?

— Probablemente esté en un lugar lejano haciendo un alboroto o flirteando con un barman, ya entenderás que no haya pisado Busan en mucho tiempo.

— Si me cuentas de ella es porque quieres que la conozca... ¿verdad?

Tenía esperanza de que Jungkook reconsiderara su paranoia y me dejara conocer otras personas.

— No es así de sencillo, su sola existencia es un problema. — hizo una mueca y colocó sus lentes de sol en su cabello mientras yo intentaba persuadirlo con mi puchero. — pero si insistes tanto es la única persona que te presentaría, tiene mi confianza y seguro sabe más de ti que yo... ella no sabe mucho de tu accidente. Viajó a Seúl en esa época y no ha regresado, no puede.

No dije nada más, el habló con la encargada de ese salón de belleza y yo solo me escondía detrás de él mientras jugaba con el estampado de su camiseta. Había pasado tanto tiempo sin relacionarme con otra persona que no fuera Jungkook o mi doctor que simplemente el mero contacto físico me aterraba.

Porque se darían cuenta fácilmente de mi vacío existencial.

— Hanie, sal de ahí, la señora no te hará daño. — Jungkook suavizó su voz mientras sus grandes manos buscaban las mías en su espalda. — me dijo que no puede regresarte al negro de inmediato, pero podemos intentar por ahora con el café, ¿estás bien con eso?

Me emocionó que preguntara mi opinión y yo asentí tímida volviendo mi vista a su amplia espalda.

La señora me trato amablemente, Jungkook por su parte se sentó en un sofá a leer las noticias y varias veces su ceño se fruncía o movía su cabeza a un lado con concentración. Nunca creí que fuera un chico considerado, pero desde esta mañana lucia más calmado, como si algo o alguien lo hubiera regenerado.

— ¿Quieres que mantenga el flequillo?

— ¿Ah? ¿Tengo un flequillo? — pregunté y Jungkook al instante miro interesado nuestra conversación.

— Sí... pues corte las puntas de tu cabello maltratadas y ahora te pregunto si quieres algún flequillo en especial.

— Jungkook, ¿cómo usaba mi flequillo antes...? — el me miro un poco avergonzado y yo espere su respuesta.

— No... no lo recuerdo, solo úsalo ahora como gustes.

No le creí, pero al final entendí que poco a poco cedía en dejar que la Hanam de ahora decidiera. No me gustaba tenerlo corto en mi frente así que supuse dejaría el largo para que fuera fácil de deshacerme de el en el verano.